Verónica Figueroa Huencho

Solo el holding CMPC, posee 170 mil hectáreas de las tierras reclamadas por las comunidades en la región de la Araucanía. La académica Verónica Figueroa Huencho, postdoctorada en la Universidad de Stanford, analiza las políticas públicas desde el gobierno de Eduardo Frei. “Desde la creación de Conadi en 1993, hay nulos avances en materia de tierras”.

Distintos estudios dan cuenta del crecimiento de las personas que hoy se autoidentifican como parte del pueblo mapuche. Muchos comenzaron a consultar sobre sus apellidos e historias familiares y, pese al racismo, se autodeclaran como indígenas.

Sigue estancado el mecanismo para los escaños reservados para pueblos indígenas, quienes coinciden en que sean supra numerales, duales, y con voto autoidentificado, pero la derecha impulsa un padrón especial a través de Conadi. Para académicas no existe el plazo para alcanzar a crear un padrón especial ni son comparables las políticas indígenas de Nueva Zelanda y Chile.

En la medida en que recrudece el conflicto por la huelga de hambre de los presos políticos mapuche, cada vez alcanza más notoriedad este acuerdo internacional firmado por Chile. Esto, porque la principal demanda de los indígenas es una mesa de negociación para discutir su aplicación en el país, algo que debería incluir una serie de aspectos que van bastante más lejos que la situación penitenciaria.

De la decisión de la Segunda Sala del máximo tribunal depende si el machi entra en huelga seca. Los mapuche movilizados piden que Hernán Larraín se siente en una mesa a discutir cómo el Estado de Chile va a aplicar el convenio internacional de la OIT.

En ocho días de protestas la wenufoye, o canelo del cielo, la bandera mapuche más conocida por la sociedad chilena, ondeó en las manos de decenas de miles de manifestantes, especialmente en la jornada del viernes. “Perdonen pueblo mapuche por no haberles creído. Ahora sabemos quienes son los verdaderos terroristas”, dice uno de los tantos carteles que circuló por las calles.