Leopoldo López

Pese al frustrado golpe de Estado de Juan Guaidó y Leopoldo López, persisten incertidumbres en torno a la lealtad de las fuerzas armadas con Nicolás Maduro. Mientras que medios internacionales aseguran que existieron avanzadas negociaciones con altos oficiales y civiles del chavismo para propiciar un cambio de régimen, en Caracas el oficialismo asegura que la contrainteligencia cubano-venezolana engaño a Estados Unidos y a los golpistas.

Al auto proclamarse ‘presidente encargado’ en enero pasado, el opositor sabía que su carrera política en esa posición tenía una fecha de vencimiento. Ayer, el enemigo favorito de Maduro en Washington y en gran parte de Occidente trató de disparar una de sus últimas balas. Pero erró el blanco.

Más afianzado fuera de su país que dentro de Venezuela -las instituciones han ignorado su supuesta función presidencial, en especial las fuerzas armadas- el rápido ascenso del diputado de 35 años se debe a una serie de hechos fortuitos, pero también al liderazgo político de Leopoldo López, mentor político de Guaidó, y sus redes en Washington. Con todo, es la amenaza más seria que ha enfrentado el chavismo desde el intento de golpe de Estado en 2002.