Partido Socialista Obrero Español (PSOE)

El Partido Popular terminó sacando 65 escaños, a 4 de alcanzar la mayoría absoluta del Parlamento de Madrid. Aliados con VOX, un partido abiertamente de extrema derecha y franquista, logran los populares así obtener los votos para gobernar la ciudad. De paso, la derrota generó la renuncia a la política del líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el temor en el PSOE de que el triunfo en la capital vaticine un futuro gobierno del PP en el país.

Tras una entrevista a el diario El País, y luego de semanas sin negociaciones para conformar mayorías en el Parlamento, el líder del PSOE comunicó que no apostará por el ingreso al gobierno de Podemos. En cambio solo ofrecerá un programa progresista común, pero bajo un gobierno unipartidario. Esto, sin cerrarse a lograr la abstención de las derechas, en aras de la estabilidad.

Fracasaron las negociaciones entre los socialistas y Unidas Podemos, lo que terminó por evitar la investidura de Pedro Sánchez como jefe de gobierno, pero Izquierda Unida -movimiento que acompañó a Podemos en la elección- emplazó a sus aliados a firmar un acuerdo programático legislativo de modo que el PSOE pueda gobernar en solitario, a cambio de evitar la vuelta de la derecha al poder.

Tras un convulsionado clima marcado por el asunto independentista catalán, el PSOE y el PP aparecen como los favoritos para conformar el próximo gobierno español. Ambos apuntan al voto útil: mientras que los socialistas -quienes tienen la primera opción- se aferran al “todos contra las derechas”, el PP hace gala de ser el único partido capaz de asegurar una administración sin terroristas, independentistas ni bolivarianos.

Los ibéricos votarán por un nuevo parlamento y gobierno. Tanto el PSOE como el PP podrian salir ganadores, pero sólo en alianza con partidos más pequeños de la izquierda y la derecha. Estos son los escenarios.