Durante las últimas jornadas el ministro de Salud, Enrique Paris, manifestó su preocupación por la reciente diseminación mundial de la variante india o ‘delta’ del Covid-19. Junto con eso, Paris explicó de paso que el aumento de la mortalidad por el virus es un fenómeno mundial y que afecta con especial fuerza a Latinoamérica.
La circulación de variantes del coronavirus a nivel mundial es un hecho que ha generado alerta mundial debido a que se trata de mutaciones del virus que podrían implicar mayor cuidado en términos epidemiológicos. Sin embargo, estas variantes no necesariamente generaron siempre el mismo nivel de preocupación en el Ministerio de Salud.
INTERFERENCIA accedió a las cifras de personas que ingresaron por vía aérea a Chile durante el verano de 2021, es decir, los meses de enero, febrero y marzo, cuando el aeropuerto de Pudahuel permaneció abierto; y también la cifra de personas que ingresaron al país durante esos meses desde Brasil, lugar donde se propagó con fuerza la variante P.1, también conocida como variante brasileña o amazónica, precisamente durante el verano de este año.
Desde Brasil ingresaron 32.424 pasajeros, lo que se desglosa en 12.820 en el mes de enero, 11.241 en febrero y 8.363 en marzo.
Estos datos -consultados por Ley de Transparencia a la Policía de Investigaciones- señalan que durante los meses de verano del 2021 ingresó un total de 282.030 personas a través del aeropuerto Arturo Merino Benítez. Desde Brasil en particular, ingresaron 32.424 pasajeros, lo que se desglosa en 12.820 en el mes de enero, 11.241 en febrero y 8.363 en marzo.
Estos números significan una disminución importante respecto de los ingresos durante los mismos meses en 2020, cuando aún no existía una alarma generalizada respecto de la pandemia mundial de Covid-19 (la OMS la calificó como pandemia global el 11 de marzo de 2020). En enero, febrero y marzo de 2020 ingresaron 1.048.310 personas por vía aérea a Chile, y 189.598 desde Brasil.
Sin embargo, aunque esos ingresos disminuyeron, no fue suficientes como para impedir la propagación endémica de las variantes, las cuales saltaron del aeropuerto -donde se buscaban vigilar a partir de test PCR a los viajeros y decodificaciones genómicas en casos positivos- al nivel comunitario, al menos desde marzo de 2021, teniendo pronto una prevalencia en torno al 30%.
La variante P.1
La variante P.1 fue notificada por Japón el 9 de enero de 2020 a la Organización Mundial de la Salud, en pasajeros con Covid-19 positivo provenientes de Brasil. Sin embargo, ya se encontraba en estudio durante diciembre de 2020, debido a la detección de numerosos casos atípicos en la localidad de Manaos, Brasil, donde además se dio por esas fechas un aumento explosivo de los casos positivos.
Según el último informe epidemiológico sobre circulación de variantes del Minsal, “el arribo al país de esta variante se generó el 23 de enero proveniente de Brasil”, fecha desde la cual se han detectado 391 casos de la variante P.1 de un total de 1.369 casos estudiados, lo que la convierte en la variante más numerosa presentándose en un 28,6% de los casos estudiados.
No son pocos los expertos que plantean que muy probablemente el alza en los casos que ha experimentado desde marzo a la fecha se deban a la entrada masiva de variantes del coronavirus, entre ellas la riesgosa variante P.1.
Según documentos oficiales del Minsal, la P.1 tiene la capacidad de propagarse más rápidamente que la cepa original del virus, y “existe evidencia que sugiere que algunas de las mutaciones en la variante P.1 pueden afectar la capacidad de respuesta de los anticuerpos generados a través de una infección natural previa o mediante vacunación para reconocer y neutralizar el virus, pero aún se necesitan estudios adicionales”.
El Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez se mantuvo abierto durante todo el verano, habiendo reactivado su actividad internacional el 23 de noviembre de 2020, medida que prevaleció hasta el 31 de marzo de 2021, cuando el ministro Paris anunció un “cierre estricto” del aeropuerto enclavado en la comuna de Pudahuel.
Por la época, hubo críticas de parte del Colegio Médico (Colmed) a propósito precisamente de la falta de medidas para evitar la llegada de variantes a Chile: “Los mensajes que han estado en debate son contradictorios. Se nos dijo que venía la segunda ola y la variante inglesa pero se abría el aeropuerto y los casinos”, dijo José Miguel Bernucci a Radio Duna el 8 de enero.
No son pocos los expertos que plantean que muy probablemente el alza en los casos que ha experimentado desde marzo a la fecha se deban a la entrada masiva de variantes del coronavirus durante el verano, entre ellas la riesgosa variante P.1. Para profundizar, en ello ver artículos de INTERFERENCIA: Las advertencias de Concepción acerca de la 2da ola por variante brasileña y la respuesta de alto consejero asesor “es la hipótesis a investigar”, y ¿Por qué la pandemia está fuera de control en Chile pese a exitosa campaña de vacunación?.
Según el epidemiólogo Aníbal Vivaceta, en conversación con nuestro medio señala que “es irónico que al principio de la pandemia en 2020 el virus haya entrado por viajes internacionales de personas de mayor capacidad adquisitiva, y ahora a un año de la llegada del Covid-19, la situación esté tan crítica también debido a esos viajes internacionales”.
“Comenzó un alza de casos a finales es de octubre [de 2020] hasta cerca de año nuevo, cuando hubo un peak y luego una bajada. Esa bajada se produjo en muchos países, no solo en Chile. Fue bajando a principios del verano y luego subió bruscamente entre la séptima y octava semana de 2021 en febrero”, menciona Vivaceta en su columna académica publicada en INTERFERENCIA: Tercera dosis, segunda ola y baja letalidad: las sinuosas formas de la pandemia en Chile).
“Lo interesante es que cuando se empieza a estudiar el fenómeno de las variantes nuevas, estas comienzan a aparecer en distintos lugares del mundo. Al producirse simultáneamente en varias regiones, no cabe la hipótesis de que se hayan propagado de manera interna, por lo que hay que pensar en una llegada masiva desde afuera que podría corresponder precisamente a los viajes internacionales”, agrega el epidemiólogo.
Para Vivaceta, esto además refleja un sesgo en la aplicación de las medidas sanitarias, porque “no es al azar quien se ve beneficiado y quién perjudicado con las medidas, quienes pueden hacer viajes internacionales son las personas de mayores ingresos, a los que se les da la posibilidad de viajar afuera, adquirir el virus y traerlo a Chile, mientras que a la población que pasa mayores dificultades económicas debe mantenerse encerrada, e incluso sin la posibilidad de trabajar, muchas veces”.
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