El 7 de febrero, INTERFERENCIA publicó un artículo que sostenía que la subvención a los colegios del Arzobispado de Santiago se había duplicado en los últimos tres años. Las cifras utilizadas para realizar dicha nota, emanan de un informe de la Subsecretaría de Educación enviada en respuesta a la solicitud de oficio de la diputada Karol Cariola.
Tras la publicación del artículo, Andrés Moro, vicario para la Educación y presidente del Directorio de la Corporación Educacional Arzobispado de Santiago (CEAS), envió la siguiente solicitud de rectificación.
Santiago, lunes 11 de febrero de 2019
Sr. Víctor Herrero
Director
Interferencia.cl
PRESENTE
Señor director:
En relación al artículo "Estado duplica la subvención a colegios del Arzobispado de Santiago" (*), publicado en su medio digital y en redes sociales el 7 de febrero de 2019, y que asevera que "11 colegios recibieron 1.820 millones de pesos adicionales", cabe mencionar que éste contiene errores, los cuales llevan a realizar afirmaciones sobre la base de datos no acreditables.
Al respecto, quisiera aclarar:
1) El artículo señala que el año 2015 CEAS recibió $6.467.786.105, en circunstancias que el monto recibido fue de $7.500 millones de subvención, de acuerdo al detalle de las liquidaciones de subvención por los once colegios, que mensualmente entrega el Ministerio de Educación, publicadas en la plataforma de Comunidad Escolar (www.comunidadescolar.cl). En el mismo artículo se indica que el colegio "Santo Cura de Ars", de la comuna de San Miguel, recibió $314 millones el año 2015, cuando lo correcto es que percibió $1.100 millones. En el caso del colegio "Padre Esteban Gumucio", se menciona un registro de $118 millones, cuando lo que recibió fueron más de $300 millones. Eso explica una diferencia de más de $1.000 millones con los datos del artículo.
2) Los $800 millones restantes se explican por diferentes razones, tales como el reajuste de la USE en el período 2015-2018; el incremento de la matrícula y asistencia, que impacta la subvención general; y el aumento de matrícula de alumnos prioritarios y preferentes, que aumentó la subvención SEP en un 55% en los colegios CEAS. Debe además considerarse: a) el factor de gratuidad, que ha ido en aumento; b) el aumento de la cobertura del programa de integración, que generó la duplicación de la subvención recibida por CEAS; c) finalmente, a partir del año 2018, nueve colegios reciben el bono por excelencia docente y desempeño difícil, incrementando sustantivamente el monto recibido por subvención.
3) Es importante señalar que estos incrementos se siguen de una aplicación general de las normas de la reforma educacional, válidas para todo colegio particular subvencionado que haya ingresado a la gratuidad, eliminado el co-pago y que tenga estudiantes prioritarios y preferentes, y no se siguen de una discriminación arbitraria en favor de los colegios particulares subvencionados católicos.
4) El año 2018 el monto total recibido fue de $11.800 millones, para los once colegios, lo que significa un aumento de un 57% en el período 2015-2018, por las razones ya explicadas.
Para concluir, es importante señalar que todos los fondos recibidos por CEAS se destinan a impartir una educación de calidad en los sectores más vulnerables de Santiago. Esa es, precisamente, la misión educativa de los colegios del Arzobispado de Santiago y de la Iglesia Católica, lo que se refrenda en que todos los colegios CEAS están con su matrícula completa; promedian una asistencia de un 91% de sus alumnos; han aumentado más de 20 puntos en el SIMCE de 4 básico los últimos cinco años, y más 20 puntos en la PSU, en el mismo período.
Atentamente,
+ Pbro. Andrés Moro Vargas
Pdte. Directorio Corporación Educacional (CEAS)
Vicario para la Educación Arzobispado de Santiago
Ante esta solicitud, el director de INTERFERENCIA Víctor Herrero respondió lo siguiente:
Santiago, 13 de febrero de 2019
Señor
Andrés Moro Vargas
Pdte. Directorio Corporación Educacional (CEAS)
Presente
En consideración a la carta de rectificación enviada nuestro medio a propósito del artículo “Estado duplica la subvención a colegios del Arzobispado de Santiago”, quisiera referirme a algunos de los puntos señalados por usted.
Primero, como se indica en el segundo párrafo del artículo en comento, la investigación usó como base los datos contenidos en el documento “Pago de subvenciones escolares realizadas a los establecimientos de la Corporación de Educación del Arzobispado de Santiago”, enviado por la Subsecretaría de Educación en respuesta a una petición de oficio realizada por la diputada Sra. Karol Cariola.
En atención a su solicitud de rectificación, revisamos exhaustivamente el documento y lo contrastamos con la información que usted nos señala. En atención a esto, resulta pertinente apuntar lo siguiente:
El monto por subvenciones recibido por Ceas el 2015 es de poco más de $6.400 millones, según indica el documento base. La cifra es distinta a la insistida en la carta de rectificación que indica que fueron $7.500 millones. Esta misma situación se repite con las diferencias en el monto de la subvención recibida por algunos de los colegios.
Santo Cura de Ars: Según la carta el monto recibido es de $1.100 millones. Sin embargo, la información contenida en el documento ministerial es que corresponde a poco más de $314 millones durante el 2015.
Escuela Básica Padre Esteban Gumucio: Efectivamente había un error en la cifra. Nosotros publicamos que el monto era de $118 millones, cuando el documento señala que es de $114 millones. Pese a esto, los número vuelven a diferir, pues la carta indica un “ingreso superior a los $300 millones”.
Los motivos por los cuáles aumentó la subvención entre los años 2015 y 2018 se encuentran descritos dentro del artículo a partir del subtítulo “Subvenciones tras el fin al copago”. Se hace un resumen sobre la Ley de Inclusión y cómo cambiaron las políticas de subvención tras su entrada en vigencia. En este sentido, resulta necesario señalar que el artículo ofrece razones por las cuales podría haberse realizado el aumento, y no sugiere ningún tipo de malas prácticas por parte de la institución que usted representa.
Los argumentos esgrimidos en este punto, fueron explicadas en el punto anterior.
Reconocemos un mal cálculo en la tasa de aumento entre los cuatro años descritos. Inicialmente se publicó que esta era de un 70% pero según la información que manejamos, el incremento es de un 80,19%. Esta cifra difiere con la estipulada por ustedes (57%), debido a que tan sólo en el 2015 presentamos una diferencia de $1.000 millones, lo que hace variar considerablemente este porcentaje.
Considerando los puntos anteriores, lamentamos los errores contenidos en el artículo y rectificaremos con la información correspondiente señalada en el punto 1.b y 4. Sin embargo, esto lo haremos en atención a la información que nosotros manejamos y que se sustenta en el documento emitido por la Subsecretaría de Educación.
En relación al fondo del asunto, lo cierto es que resulta evidente que la información enviada al Congreso Nacional por el Ministerio de Educación y la que ustedes nos proporcionan en su carta de rectificación difiere.
Ante esto, resulta natural preguntarse ¿Por qué se produce esta diferencia entre las cifras que usted ha expuesto en su solicitud de rectificación y las cifras enviadas por el Mineduc a través de la Subsecretaría de Educación? ¿El Mineduc envió información errónea a la Parlamentaria? ¿El Mineduc no está al tanto de la totalidad de los montos de las subvenciones que entrega a los colegios del Arzobispado?
En base a nuestra política editorial, INTERFERENCIA sólo establece modificaciones a los artículos ya publicado en atención a aclaraciones o rectificaciones expresadas en conformidad a los términos establecidos en los artículos 16 y siguientes de la ley 19.733 sobre libertad de opinión e información y ejercicio del periodismo.
En este sentido, y atendiendo al fondo del asunto, pareciera ser que las rectificaciones señaladas por usted son dirigidas a la información proporcionada por el Mineduc y no al artículo en sí, en tanto sus cifras y las proporcionadas por esa entidad no concuerdan. En atención a este punto, le pido que pueda señalarme ¿Cuál cree usted que es la razón por la cual los montos difieren en más de $1.000 millones?. Con su respuesta, INTERFERENCIA podría publicar un nuevo artículo que atienda al tema de fondo y que clarifique esta situación a nuestros lectores y a la ciudadanía en general.
Con todo, si usted se negara a responder a las inquietudes que surgen de esta controversia, le aseguro que de todos modos publicaremos su carta con la misma publicidad que el artículo en comento. Además, acompañaremos esta carta como “nota del editor”, en conformidad a lo establecido en el inciso quinto del artículo 19 de la ley 19.733. Le pido que, en caso de tener una nueva respuesta a esta carta, me la adjunte para publicarla como establece el derecho a réplica consagrado en la última norma señalada.
Finalmente, me parece de suma relevancia señalarle que INTERFERENCIA trabaja con un riguroso estándar ético y que parte de nuestra política editorial incluye contactar a todas las personas o instituciones mencionadas o involucradas en nuestros artículos. Este caso no fue la excepción e intentamos infructuosamente comunicarnos con la institución que usted preside.
El 01 de febrero, tras nuestro requerimiento Víctor Villa se comprometió a responder un correo con preguntas a más tardar el lunes 04 de febrero, lo que no ocurrió. Al contactarnos por vía telefónica, nos señalaron que se encontraba de vacaciones. Ante esto, el mismo 04 de febrero nos dirigimos al Arzobispado para conversar con algún representante de la Vicaría de Educación, sin éxito. En esa oportunidad nos señalaron que la solicitud de información ya había sido ingresada a la institución y que “en algún momento responderían el correo”.
También establecimos contacto con Cristián Amaya, de quien tampoco recibimos ningún tipo de declaración, argumentando que reunir la información requerida “tomaba mucho tiempo”.
Una comunicación exitosa entre nuestro medio y su institución, podría habernos alertado oportunamente de la diferencia en las cifras y, eventualmente, haber cambiado el foco o añadido nuevos elementos a nuestra investigación.
Sin otro particular, le saluda cordialmente
Victor Herrero
Director
Interferencia
Ante nuestra respuesta, Andrés Moro volvió a escribir a nuestro medio.
Santiago, viernes 15 de febrero de 2019
Sr. Víctor Herrero
Director
Interferencia.cl
PRESENTE
Señor director:
En relación con su respuesta a nuestra solicitud de rectificación, enviada el día lunes 11 de febrero de 2019, quisiera plantearle algunos comentarios y una solicitud.
Concuerdo con usted respecto de que "lo cierto es que resulta evidente que la información enviada al Congreso Nacional por el Ministerio de Educación y la que ustedes nos proporcionan en su carta de rectificación difiere". El tema de fondo, sin embargo, es que su medio podría cotejar nuestras cifras con el Ministerio de Educación de Chile en la plataforma www.comunidadescolar.cl. Por lo tanto, insistir en una sola fuente de información, sin contrastar las cifras oficiales que les indicamos, resulta incomprensible, particularmente dado los "altos estándares éticos y de política editorial" de www.interferencia.cl, que usted menciona en su carta.
Por lo tanto, respecto de su pregunta sobre: “¿Cuál cree usted que es la razón por la cual los montos difieren en más de $1.000 millones?”, la respuesta es evidente: La razón es que el artículo de su medio no considera las cifras de la fuente de información oficial mencionada en el párrafo anterior.
Respecto de la coordinación de la comunicación con la periodista que elaboró el artículo, la Srta. Camila Higuera, es preciso señalar que desde un principio no fue transparente. Es falso que desde el Arzobispado de Santiago no se haya respondido a sus consultas, y prueba de ello es que el mismo artículo lleva una declaración de la directora ejecutiva de la Corporación Educacional del Arzobispado de Santiago (CEAS), Magdalena Aninat. Toda vez que nos enteramos por ella –y no por la periodista- de esta situación, no fue necesario responder a la primera consulta por otra vía.
Tampoco es efectivo que desde la Dirección de Comunicaciones de nuestra institución no se quisiera responder a la Srta. Higuera su segunda consulta "porque tomaba mucho tiempo". Lo que sí consta claramente en el intercambio de mensajes con la profesional, es que solicitó, alrededor de las 17:00 horas, respuestas para un artículo que se publicaría al día siguiente en la mañana, preguntando: "Si es que el Arzobispado alguna vez financió de alguna forma a 11 colegios de su dependencia (...) Simplemente quiero informar la plata que el estado ha entregado a la red de colegios".
Como usted comprenderá, una solicitud de información tan amplia -con todo el cuerpo docente y directivo de la Corporación Educacional del Arzobispado de Santiago (CEAS) de vacaciones- no se puede gestionar en horas, tampoco en días. Sin embargo, se le dijo a la periodista que si trataba de una denuncia concreta, que requiriera más antecedentes que los ya entregados al medio por la directora ejecutiva de CEAS, se podría responder en el plazo, considerando –por supuesto- el requisito previo de conocer el foco específico de la información solicitada. La Srta. Higuera, sin embargo, dijo que no era una denuncia, no entregó precisiones y agregó que –por lo demás- ya tenía la información, dando a entender así que su solicitud era redundante e innecesaria.
No contábamos, lamentablemente, con que el chequeo de datos de www.interferencia.cl no fue riguroso y no consideró la investigación y contraste de todas las fuentes oficiales pertinentes, imprescindibles para llegar a publicar un trabajo periodístico con estándares informativos y de investigación de calidad.
Esto significó la publicación de aseveraciones e interpretaciones –algunas de ellas claramente tendenciosas- sobre cifras erróneas, que muestran diferencias por cientos de millones de pesos. Por lo tanto, y permitiéndome utilizar sus mismas expresiones: "Una comunicación exitosa entre" nuestra institución y su medio "podría habernos alertado oportunamente de la diferencia en las cifras y, eventualmente, haber cambiado el foco o añadido nuevos elementos a nuestra investigación".
En conclusión, Sr. Herrero, en ningún caso nos estamos "negando a responder a las inquietudes que surgen de esta controversia". Ya le respondimos formalmente con una carta rectificatoria. Por esta razón, le agradecería –tal como propone en su misiva- proceder a publicar la carta señalada, con la misma publicidad, relevancia y temporalidad que se usó para el artículo en cuestión.
Reciba un atento y cordial saludo,
Atentamente,
+ Pbro. Andrés Moro Vargas
Pdte. Directorio Corporación Educacional (CEAS)
Vicario para la Educación Arzobispado de Santiago
Nota de la redacción: Pese a lo que señala en su derecho a réplica, Andrés Moro en representación de la Vicaría para la Educación mantiene una controversia con el Ministerio de Educación y no con este medio de comunicación. Además, no entregó los detalles de la información, ni remitió los documentos aludidos que nos permitieran contrastar su versión con la del Mineduc, sino que se limitó a remitirnos a la página web de dicha cartera. Finalmente, la periodista de INTERFERENCIA y autora de la nota en cuestión se contactó en muchas oportunidades con el Arzobispado previa publicación e incluyendo a su encargado de prensa, Cristian Amaya, recibiendo sólo evasivas en relación a los documentos solicitados.
Tanto las dos cartas enviadas por el Arzobispado, como la respuesta de INTERFERENCIA han sido publicadas íntegramente.
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