El diario El Mercurio de Valparaíso tituló este domingo: “Preocupación en la región por marcada desaceleración de la actividad turística”. Según ese medio, en algunos sectores de la Quinta Región la afluencia bajó en hasta 40%.
Una de las principales razones de la merma fue la caída de los turistas argentinos. En efecto, muchos chilenos pudieron observar a simple vista que este verano las características patentes negras del país vecino estuvieron casi ausentes en los balnearios de la zona central y del norte.
Lo que ha alejado a los visitantes del país vecino es la deteriorada situación económica de Argentina, que ha vivido un severo ajuste fiscal durante el gobierno de Mauricio Macri. A ello se suma que la inflación se ha disparado en los últimos meses, pasando de una variación anual acumulada de 25% en enero de 2018, a 49% en enero de este año, según datos del propio gobierno y de organismos internacionales como la OCDE. Esto ha elevado de manera considerable el costo de vida de los argentinos, mientras que los salarios han permanecido relativamente estancados.
Durante el gobierno de Cristina Fernández (2007-2015) las mayores organizaciones internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y la OCDE, dejaron de reportar la inflación de Argentina, porque no confiaban en los datos entregados por la Casa Rosada. Con todo, se calculaba que en los peores años de ese período esta alcanzó en torno al 30% anual. Así, la actual inflación sería la más alta desde la época del gobierno de Carlos Menem (1989-1999) a inicios de los años 90, quien a su vez había heredado la híperinflación del mandato de Raúl Alfonsín (1983-1989).
El jueves de la semana pasada el Instituto Nacional de Estadística y Censos de ese país dio a conocer que la inflación del mes de enero fue de 2,9%. Para hacerse una idea, en el mismo mes Chile informó un IPC de 1,8%, pero para los 12 meses acumulados durante el año.
Según el ente oficial argentino, la inflación anual acumulada en enero fue especialmente alta en sectores como el transporte (67,3%), alimentos (55,1%), salud (52,5%) y la canasta de servicios básicos como vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles que se encarecieron en 48,7% entre inicios de febrero de 2018 y fines de enero de 2019.
Empatizo con tu dolor
“Entiendo que hay gente enojada. Diría además que hay mucha gente angustiada, porque cuesta más llegar a fin de mes”, afirmó el presidente Mauricio Macri después de que se conocieran las nuevas cifras. Acto seguido, el mandatario de centroderecha culpó al gobierno anterior. “Hemos chocado con una realidad que la Argentina venía viviendo por arriba de sus posibilidades, con gobiernos que gastaban más de lo que tenían. De golpe nos encontramos con que el mundo nos dejó de dar crédito para sostener eso y tuvimos esta devaluación grande y un aumento de la inflación”, aseguró. “Y eso nos ha pegado”.
Ya en 2018 la economía argentina se contrajo en más de 1%, es decir, estuvo en recesión. Las proyecciones para este año no son mucho mejores. Hace unos meses el actual ministro de Hacienda de Argentina, Nicolás Dujovne, aseguró que en 2019 la economía transandina iba a crecer al menos 1,5%.
Poco después, el ex presidente del Banco Central de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, Martín Redrado, proyectó que la economía argentina se iba a contraer en 1,4% durante 2019. “El gobierno tiene un plan de emergencia cuyo único objetivo es llegar hasta fin de año”, dijo, en referencia a la elección presidencial que podría enfrentar cara a cara a Macri con Fernández, según consigna Clarín.
Hugo Yasky, diputado y líder de una de las dos facciones de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), aseguró en entrevista con Página 12 que están dadas las condiciones para una gran huelga general. “Tuvimos cuatro marchas multitudinarias en distintos puntos del país contra el tarifazo, hay una fuerte unidad de las bases y la idea es que tengamos una marcha el 1º de marzo y luego convoquemos a otra movilización contra los tarifazos en el Congreso”, aseguró.
Si bien no usan chalecos amarillos como los indignados de Francia, desde fines del año pasado, cada viernes miles de argentinos salen a las calles para manifestarse en contra del aumento de los precios de los servicios públicos.
Con todo y más allá de si logra o no la reelección, todo indica que -pese a los severos ajustes fiscales- Mauricio Macri logrará un récord en la historia política argentina: podría convertirse en el primer presidente no-peronista de esa nación en terminar su mandato.
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