Los cardenales de la Iglesia Católica escogieron por segunda vez, y de manera consecutiva, a un Papa proveniente del continente americano, en lo que parece ser una señal de que el Vaticano ve el futuro del catolicismo crecientemente fuera de Europa. De hecho, según el último anuario de la Iglesia Católica, un 48% de todos los católicos del mundo viven en las Américas.
Al mismo tiempo, la elección del cardenal estadounidense Robert Francis Prevost (69) como Sumo Pontífice de los casi 1.400 millones de católicos en el mundo es una señal de que la iglesia quiere potenciar su papel político en un mundo cada vez más volátil, en especial en Occidente. La mayor resistencia a las políticas más liberales del Papa Francisco provino precisamente de cardenales ultraconservadores en Estados Unidos, los que se han alineado con muchas de las políticas del presidente Donald Trump.
Con Prevost como nuevo Papa, el Vaticano instala en medio de ese país un contrapeso al movimiento conservador. Es tal vez la elección más política desde el ascenso al trono del polaco Karol Wojtyla en 1978, quien desempeñó un papel importante en la caída del socialismo en Europa del Este y que era visto como cercano a los gobiernos conservadores de Ronald Reagan en Estados Unidos y Margaret Thatcher en el Reino Unido.
El cardenal austríaco Christoph Schönborn asegura que votó por Prevost ya que “tiene un perfil que encaja con el rumbo de Francisco”.
Sin embargo, todo indica que la llegada de Prevost marca una continuidad con el papado de Francisco, terminando así con más de tres décadas de conducción conservadora, iniciada por Juan Pablo II en 1978 y que continuó con el alemán Joseph Ratzinger (Benedicto XVI), quien había sido el gran ideólogo durante el largo papado de Wojtyla.
Nada más conocerse el nombre del nuevo Papa, el cardenal austríaco Christoph Schönborn reveló en una entrevista radial que él había votado por él ya que “tiene un perfil que encaja con el rumbo de Francisco”.
De hecho, el cardenal Prevost fue un protegido del Papa argentino, quien lo promovió al poderoso cargo de prefecto del Dicasterio para los Obispos. Desde ahí supervisó los nombramientos de obispos en todo el mundo, los que discutía semanalmente en privado con el Papa. En 2023 fue nombrado cardenal.
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“Queremos ser una Iglesia sinodal, una Iglesia que camina, una Iglesia que busca siempre la paz, que busca siempre la caridad, que trata siempre de estar cercana especialmente a los que sufren”, afirmó el nuevo Papa ayer en su primer discurso en la Plaza de San Pedro, en un discurso que muchos expertos en asuntos vaticanos vieron como una confirmación que seguirá el rumbo de su antecesor.
Además, no es casualidad que el nuevo Papa haya escogido el nombre de León XIV, conectando así con el Papa León XIII, considerado como uno de los grandes reformadores sociales en la historia reciente del catolicismo. Su encíclica Rerum Novarum, publicada en 1891, dio origen a la llamada doctrina social de la iglesia. Esta buscaba enfrentar la enorme miseria que la rápida industrialización había creado entre millones de trabajadores, pero también como una respuesta al avance de ideas socialistas, comunistas y anarquistas.
Con Perú en el corazón y en su pasaporte
Robert Francis Prevost nació en septiembre de 1955 en Chicago, Estados Unidos, pero residió y ofició sus labores por casi 30 años en Perú. En 2015 obtuvo la nacionalidad de ese país, con lo que es el primer pontífice en tener doble nacionalidad.
Perteneciente a la Orden de San Agustín, antes de convertirse en religioso estudió matemáticas en la Universidad Villanova de Pennsilvania. Después estudió teología en la Unión Teológica Católica de Chicago y obtuvo un doctorado en derecho canónico en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino en Roma. Fue ordenado sacerdote en 1982.
“Creo que él es un realista político, no es un idealista como Francisco. Por ser agustino tiene una visión de la naturaleza humana pesimista.", dice Álvaro Ramis, rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. "Entonces, creo que él va a tratar de hacer reformas concretas, no va a hablar mucho y va a hacer cosas acotadas. Ese es como su perfil creo".
El nuevo Papa llegó a Perú en 1985 como vicario parroquial y canciller de la diócesis de Chulucanas, en el norte de ese país. Tras un breve paso por el pueblito Olympia Fields de Illinois, regresó a tierras peruanas en 1988.
En su segundo arribo al país vecino fue enviado a la misión agustina en Trujillo, donde desempeñó funciones en regiones andinas como Apurímac y amazónicas como Iquitos. En 1999 retornó a Chicago tras ser electo prior provincial de los agustinos.
En noviembre de 2014 fue nombrado por el papa Francisco obispo titular de Sufar y administrador apostólico de Chiclayo en Perú. En 2015 asumió como obispo de Chiclayo, mismo año en que obtuvo la nacionalidad peruana. Entre marzo de 2018 y enero de 2023 fue vicepresidente segundo de la Conferencia Episcopal Peruana, integrando el consejo permanente.
“Es un Papa que conoce bien América Latina, que conoce la pobreza”, aseguró el cardenal Schönborn. “Estoy seguro que pondrá fuertes acentos hacia una mayor justicia y una mayor integración del hemisferio sur en la vida de la Iglesia Católica”, afirmó en la entrevista con la radio pública de Austria.
En conversación con Interferencia el teólogo y rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Álvaro Ramis, dice que “creo que él es un realista político, no es un idealista como Francisco. Por ser agustino tiene una visión de la naturaleza humana pesimista. O sea, los seres humanos no somos gente buena. Ese es como su punto de partida. Entonces, creo que él va a tratar de hacer reformas concretas, no va a hablar mucho y va a hacer cosas acotadas. Ese es como su perfil, creo. Es un gestor”.
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Confrontación en Estados Unidos
En febrero de este año, el nuevo Papa recurrió a su cuenta en X para manifestar su desacuerdo con el vicepresidente de Estados Unidos J.D. Vance. Reenvió dos artículos que cuestionaban la postura de Vance, también católico, sobre la inmigración. Uno de ellos se titulaba: «J.D. Vance se equivoca: Jesús no nos pide que clasifiquemos nuestro amor por los demás».
Y en 2020 y 2021 usó su cuenta para animar a seguir las medidas de distanciamiento social y vacunarse contra la COVID-19. También en 2020, tras la muerte de George Floyd, tuiteó : “Necesitamos escuchar más a los líderes de la Iglesia para rechazar el racismo y buscar justicia”.
Álvaro Ramis afirma que Prevost “conoce la interna norteamericana, conoce que los principales desafiantes del Papa Francisco fueron cardenales como Raymond Burke y Timothy Dolan, que fueron apoyados por Steve Bannon y por el ex vicepresidente de Trump, Mike Pence, y que cuentan con un financiamiento prácticamente ilimitado para sus acciones y que recurrieron a las fake news para degradar y atacar a a Francisco”. Según Ramis, León XIV “va a poder controlar y y contraatacar a ese grupo, que es hoy día el más reaccionario dentro de la Iglesia Católica y que tiene interés, digamos, en controlar el Vaticano”.
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