“La situación está cada vez peor, ninguno nos saca a flote”, señala Melisa Cuenca, quien trabaja en un comedor social para discapacitados. Hoy no sólo los discapacitados tocan la puerta de su comedor para pedir un plato de comida, sino que ancianos y niños también lo hacen.
Es una de las más de 40 mil personas que viven en la Villa 31º Barrio Carlo Múgica, una de las 20 villas miserias que existen en el conurbano bonaerense. En este barrio, en las elecciones primarias de agosto (PASO), Sergio Massa ganó por sólo dos puntos a Javier Milei. “No lo logramos entender”, dice una desconcertada Silvana Oliveira, dirigente peronista de la villa 31.
En la villa 31 la gente está cansada de que los políticos se acuerden cada cinco años de ellos, empapelen la población de carteles de uno y otro lado, les pinten las casas, les ofrezcan dinero o una bolsa de mercadería para ir a votar.
La falta de poder adquisitivo y la rabia movilizaron a muchos jóvenes de barrio a optar por Javier Milei en las últimas elecciones primarias, en su mayoría contradiciendo la recomendación de sus padres. Ser joven en Buenos Aires no es tarea sencilla. Las fiestas, el salir a comer con amigos, el ir al cine o incluso “pololear”, se hace cuesta arriba. “Debemos decidir si comer o ir de fiesta (…) supieras como duele el bolsillo después de salir a bailar”, señala Bruno, quien tiene 26 años y trabaja de cajero en una librería en pleno centro de Buenos Aires.
En los comandos de Massa y Bullrich habla que el factor “miedo” podría modificar las conductas en las horas previas a entrar a la cámara secreta.
Según un estudio de la consulta Synopsis, el 50% de las personas que votan a Milei tienen menos de 30 años y son atraídos por su discurso antisistema.
Javier Milei llega al día de las elecciones líder en las encuestas, con una intención de voto cercana al 35%, seguido de Sergio Massa con un 30% de las preferencias y Patricia Bullrich con un 26% de los votos.
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En los comandos de Massa y Bullrich habla que el factor “miedo” podría modificar las conductas en las horas previas a entrar a la cámara secreta. “Iba a votar a Milei, pero tengo miedo porque no tiene filtro, pienso ir por Bullrich”, cuenta Cristina Tocco, actriz argentina radicada hace más de 30 años en Chile.
Sus dichos sobre legalizar la venta de órganos, romper relaciones con el Vaticano, dejar de comercializar con China y Brasil, o la idea de renunciar a la paternidad propuesta por una de sus candidatas a parlamentaria, dejan al desnudo un grado de improvisación y desmanejo del líder ultraderechista argentino, que según estudios, no logra convencer a personas mayores y mujeres.
Otro escena que no gustó mucho en sus adherentes fue la aparición de Luis Barrionuevo, peronista y dirigente sindical gastronómico, quien nutrió de micros a los asistentes al cierre de campaña de Milei y prometió que iba a poner 200 mil apoderados de mesa. Barrionuevo lleva 40 años al frente del sindicato de turismo y ha sido parlamentario en varias oportunidades. Los seguidores de Milei apuntan a que el sindicalista es uno “de la casta política”, que el mismo Milei critica y que pretende sacar del poder.
La idea de que Javier Milei triunfe en primera vuelta se desvanece, en las calles y en los cafés de Buenos Aires se debate con pasión quien enfrentará al ultraderechista en segunda vuelta.
Las cifras económicas no ayudaron al candidato oficialista esta semana. El dólar blue se disparó sobre la barrera de los mil pesos, en las calles de Buenos Aires ya piden 1.300 pesos argentinos por un dólar; mientras que los precios sólo esta semana aumentaron un 2,2%.
Según la ley electoral, el candidato que obtenga al menos el 45% de los votos válidos o 40% y una diferencia de 10 puntos porcentuales sobre el segundo más votado ganará en primera vuelta. De lo contrario, las dos fórmulas con más sufragios se enfrentarán en un balotaje el 19 de noviembre. Quien resulte electo asumirá el poder el 10 de diciembre.
Desde la reforma de la Constitución en 1994, que estableció la segunda vuelta en el sistema electoral, el único antecedente de un balotaje fue en las elecciones generales de 2015.
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¿Massa o Bullrich?
Sergio Massa llega al domingo de las elecciones con un escenario muy distinto al que imaginó cuando decidió ser el candidato del peronismo y mucho más lejano al que pensó en agosto del año pasado cuando asumió como ministro de Economía de un país al filo, una vez más, de la peor crisis.
Las cifras económicas no ayudaron al candidato oficialista esta semana. El dólar blue se disparó sobre la barrera de los mil pesos, en las calles de Buenos Aires ya piden 1.300 pesos argentinos por un dólar; mientras que los precios sólo esta semana aumentaron un 2,2%.
Atrás quedó el argumento de haber sido el “hombre que agarró la papa caliente mientras otros se escondían debajo de la cama”. Hoy busca diferenciarse del actual presidente Alberto Fernández y posicionarse como el candidato que puede “resolver los problemas de la gente”.
“Tuve reticencias en su momento con Massa, pero de los candidatos que nos ofrece el sistema es el que nos garantiza más derechos”, señala Silvana Oliveira, una dirigente peronista de la villa miseria 31.
Sergio Massa fue ungido candidato, luego que el Presidente Alberto Fernández desistiera de ir a la reelección y la expresidenta Cristina Fernández fuera inhabilitada para ejercer cargos públicos de forma perpetua por acusaciones de participación en casos de corrupción.
“En las PASO voté por Bullrich, por influencia de mis padres, pero ahora me inclino más por Milei porque tiene genuinas razones de cambiar Argentina”, indica Tina Berrueta, estudiante de administración de empresas.
Hace un año la coalición de Patricia Bullrich, Juntos por el Cambio, lideraba las encuestas, pero la feroz campaña protagonizada entre ella y el exalcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, rompió confianzas y provocó que muchos votos migrarán hacia Milei.
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“En las PASO voté por Bullrich, por influencia de mis padres, pero ahora me inclino más por Milei porque tiene genuinas razones de cambiar Argentina”, indica Tina Berrueta, estudiante de administración de empresas.
La líder de derecha sacó cuatro millones de votos en las elecciones primarias de agosto, tres millones menos que Milei (30%). Bullrich defiende como su principal virtud su experiencia en el área. Busca posicionarse como una especie de candidata con sentido común, con políticas fiscales menos radicales que las propuestas por Milei. Quiere recortar el gasto, prohibir al banco central imprimir más dinero para financiar deudas y simplificar el sistema tributario. Bullrich también ha respaldado un sistema monetario en el que el peso y el dólar “convivan”.
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La líder conservadora ha ido de menos a más en las encuestas y en su equipo aún conservan la esperanza de que pasará a segunda vuelta.
En las últimas semanas profundizó los discursos contra Milei. Lo tildó como “un salto al vacío” y apuntó directamente a sus ideas a las que encuentra “malas y peligrosas”. En el medio, supo aprovechar que el candidato de La Libertad Avanza comenzó a apuntar con dureza, al punto que la acusó de haber puesto bombas en jardines de infantes en los 70’. La falta de pruebas y la vehemencia en esa declaración le permitió a Bullrich hacer una denuncia penal y marcar una nueva contradicción en Milei, quien hacía poco tiempo la elogiaba y ahora llegaba a decir “barbaridades” de ella.
Retomó el discurso anti kirchnerista, incluso anunció que de ganar iba a nombrar una cárcel “Dr. Cristina Fernández” y sumó a su equipo al expresidente del Banco Central Argentino, Carlos Melconia, con el fin de explicar su plan económico.
Se espera que el primer candidato en votar sea Sergio Massa quien lo hará a las 11 de la mañana en la localidad de Tigre, a 32 kilómetros del centro Buenos Aires; el líder de La Libertad Avanza, Javier Milei, sufragará pasado el mediodía.
35 millones de votantes
Según la Cámara Nacional Electoral (CNE), 35.394.425 millones de ciudadanos están habilitados para votar.
En esta jornada también se elegirán 24 bancas del Senado y 130 de diputados nacionales y se elegirán varios alcaldes y gobernadores, entre ellos el de la provincia de Buenos Aires, el distrito más importante del país.
Los centros de votación abrieron sus mesas a las ocho de la mañana y cerrarán a las 18 hrs. Se espera que los primeros resultados estén pasadas las 20 hrs. La elección es obligatoria para las personas entre 18 y 70 años, quienes no participen se arriesgan a una multa de 500 pesos chilenos y si no pagan quedan imposibilitados de realizar trámites ante organismos estatales. En Argentina desde los 16 años se puede ejercer el derecho a sufragio.
Se espera que el primer candidato en votar sea Sergio Massa quien lo hará a las 11 de la mañana en la localidad de Tigre, a 32 kilómetros del centro Buenos Aires; el líder de La Libertad Avanza, Javier Milei, sufragará pasado el mediodía; mientras que Patricia Bullrich votará a las 13 horas. Milei y Bullrich emitirán su voto en la capital argentina.
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