El presidente Sebastián Piñera presentó el lunes recién pasado su Reforma Integral al Sistema de Salud. La iniciativa contempla dos proyectos de ley, uno relativo al sistema privado, reformando la ley de Isapre, y otro que introduce modificaciones en el sistema público, Fonasa. Sus objetivos son perfeccionar el seguro privado, eliminando las discriminaciones y las preexistencias, y fortalecer el público con más beneficios y menos costo para las familias.
Para cumplir su meta, en el caso de los seguros privados, el ejecutivo propuso la creación de un Plan de Salud Único (PSU), que deberá ser ofrecido por todas las isapres sobre la base de un conjunto de unas mismas prestaciones definidas por un consejo técnico asesor, cuyos miembros serán electos por el sistema de Alta Dirección Pública y nombrados por el Presidente de la República.
Otro aspecto relevante de la reforma es la eliminación de la tabla de factores de riesgo, que utilizan actualmente las isapres para definir el precio de cada plan, reemplazándolo por un esquema de compensación solidario, el cual eliminará las prexistencias y reducirá las discriminaciones, a través de un sistema y un fondo -cuyos montos deberá definir un consejo técnico asesor- con el cual asignar compensaciones según la edad y el estado de salud de los afiliados.
En cuanto a las modificaciones en Fonasa, la reforma le otorga facultades para derivar pacientes dentro y fuera de la red pública, al poder adquirir prestaciones médicas y medicamentos, funcionando como seguro. Además, busca subir la cobertura con el fin de disminuir el copago de los beneficiarios. También se propone crear un seguro de salud para la clase media, que cubriría aquellas patologías de alto costo.
INTERFERENCIA entrevistó al director subrogante del Hospital San Borja y un experto en salud pública y sistemas de seguros médicos, doctor Marcos Vergara, quien -en forma general- evalúa de forma positiva este primer anuncio realizado por parte del gobierno. Esto, en cuanto a las isapres, pues elimina la discriminación por estado de salud, lo que considera "aberrante" del actual sistema. En cuanto a Fonasa, por la capacidad nueva que el seguro público puede adquirir para comprar atenciones y así eliminar las colas en los hospitales públicos.
Tomando en cuenta los objetivos que se propuso el gobierno en materia de isapres ¿Se elimina realmente la discriminación con Esquema de Compensación Solidario o aún no se conocen los detalles suficientes para saber si las diferencias en los precios entre los grupos de riesgo disminuirán de forma efectiva?
Efectivamente queda abierta esa duda y queda pendiente ver si los efectos de los mecanismos de compensación van a ser suficientes. Espero que sí, porque se van a destinar recursos para constituir el fondo de compensación. Por otro lado, va a haber brechas que cerrar, de acuerdo a las distinciones por edad y enfermedades, pero esas distinciones podrían reajustarse razonablemente bien con dicho fondo. Todo acá depende de la cuantía de los recursos que se pongan a disposición.
El consejo técnico que propone el gobierno tendría amplias atribuciones, quizás la más importante que tendría es definir las prestaciones que van a estar incluídas en el Plan de Salud Universal ¿Cómo los usuarios de las isapre pueden estar seguros de que esta entidad va a definir un plan que recoja sus necesidades?
Esta figura se parece un poco a lo que fue en su momento el consejo del Auge o del GES [Garantías Explícitas en Salud], que era lo que iba a ir definiendo los nuevos problemas de salud que se iban a ir incorporando al sistema, cuestión que fue ocurriendo a lo largo del tiempo. Hoy en día tenemos 80 problemas de salud que forman parte del GES. Además contamos con la ley Ricarte Soto [de cobertura de enfermedades de alto costo y tratamiento de efectividad probada] y un paquete de garantías ciudadanas que están establecidas con la concurrencia de un consejo de este tipo.
Este nuevo consejo asesor es uno de los componentes más atractivos para las isapres, que tienen cifradas sus expectativas en que sea capaz de intervenir definitivamente en la judicialización de las alzas de precios. Cuestión que ha significado un tremendo dolor de cabeza en todo orden de cosas. Cuando las cosas se judicializan, terminamos todos jugando el partido en la cancha que no lo queremos jugar. Entonces, para las isapres será una buena noticia que exista una entidad que -además de ir haciendo las configuraciones asociadas al plan universal, que se va a ir construyendo gradualmente- también pueda establecer finalmente los precios de referencia. Eso le agrega valor al proyecto.
¿En qué beneficia a los usuarios pasar de un sistema de isapres que ofrece múltiples planes a este Plan de Salud Único?
Actualmente es bastante complejo elegir un plan que termine siendo el más apropiado para lo que necesitamos. En cambio, ahora la elección será relativamente sencilla, porque el plan va a ser el mismo. En este caso, las cosas que vamos a tener que mirar para escoger una isapre u otra, va a tener que ver fundamentalmente con la red asistencial que va a estar asociada al plan. Entonces, son menos los elementos que uno va a tener que instalar en el algoritmo de decisiones para poder tomar una mejor.
La reforma supone una alta emigración de usurarios desde Fonasa a las isapres, para lo que se ha establecido un Plan Nuevo Asegurado para quienes hagan el cambio. Este Plan -de caracter transitorio- busca evitar una migración masiva, por lo que considera una cobertura especial durante dos años para los nuevos usuarios de isapres en los que solamente se les considerará las GES, con una red de prestadores restringida, y un mayor copago al PSU que no estaría plenamente afecto al esquema de compensación ¿Esto no es un mecanismo para que las isapres mantengan su cartera sana, alejando a los usarios de Fonasa con enfermedades que no pueden arriesgarse a no tener su cobertura completa por dos años?
Uno podría decir que aquí hay una gradualidad, lo que no es tan descabellado. Las preexistencias se irían eliminando de a poco. Si en un plazo razonable de uno a dos años esto efectivamente ocurre, es lo que quisiéramos. Queremos que este sistema no discrimine a partir de las preexistencias y lo que esperamos es que el mecanismo de compensación sea lo suficientemente fuerte para lograr que esto ocurra.
Desde su punto de vista como salubrista y director de un hospital público ¿Cómo evalúa los cambios introducidos en Fonasa?
Me llamó la atención, por lo menos en la información que se entregó al público, que no se configure este Fonasa Plus que se venía perfilando hace unos meses, donde las personas podrían tener una cotización voluntaria extra.
Esto había generado inquietud, ya que se decía que podría ser un elemento que generase segregación al interior de Fonasa, cosa que era extraña, porque Fonasa es por definición un seguro solidario, en el que todos ponen en función de sus ingresos, pero todos reciben los mismos beneficios. Era como raro.
Otro aspecto relevante es que Fonasa pone a disposición de sus beneficiarios su capacidad de compra para poder enfrentar la adquisición de prestaciones médicas y de medicamentos. En ese sentido uno puede ver algo interesante, viendo a Fonasa comportarse como un seguro público.
Al mismo tiempo, yo me hago expectativas de que esto ayude a que Fonasa, como seguro público, contribuya más a resolver los problemas que se generan en materia de listas de espera de sus beneficiarios.
Cuando uno está parado desde los hospitales públicos y mira esto, uno piensa que es bueno, porque al final las listas de espera que enfrentamos -en rigor, si uno lo piensa en profundidad- son un asunto del cual Fonasa tiene que hacerse cargo. Como hospitales podemos hacernos cargo hasta donde nuestra capacidad instalada lo permita, pero el seguro, el equivalente a la isapre que está detrás de los beneficiarios, es Fonasa.
¿En qué puntos el gobierno tendría que profundizar más?
En primer lugar, tenemos que tener la tranquilidad de que los mecanismos de compensación finalmente van a resolver el problema que queremos resolver, que es que no exista más discriminación de las personas por riesgos, y que en definitiva sea posible erradicar las carencias y preexistencias.
En segundo término, que la instancia que se cree para efectos de robustecer y mejorar el PSU, y los mecanismos de alza de precios, pueda operar para ir rescatar al sector de las fauces de la judicialización.
Por otro lado, viendo el vaso a medio llenar, quizás existe acá la posibilidad de que Fonasa contribuya más activamente a resolver las listas de espera, que con sacrificio hoy en día los hospitales intentamos resolver, y muchas veces con dificultades, por los recursos con los que contamos.
En cuanto a la materia de hospitales públicos, aquí no tenemos un problema de gasto corriente, sino que de rezago de inversiones. Las tenemos pendientes al por mayor. Espero que gracias a la concurrencia de las concesiones sea posible apurar un poco el tranco, porque estamos bajo el estandar en muchas dimensiones del quehacer sanitario, y es muy importante que podamos poner a los hospitales públicos a punto.
¿Qué elementos quedaron ausentes de esta reforma que se deberían incorporar?
Habrá que ver el detalle. En términos gruesos, creo que se ha hecho un planteamiento inteligente. El doctor Emilio Santelices ha trabajado bastante en este tema durante largo rato, y muy afanado en poder resolver el efecto de los problemas de la gente.
Ahora, habrá que mirar, pues hay una historia previa. Ya durante su gobierno anterior, el presidente Sebastián Piñera había remitido un proyecto al Congreso, el que hoy día está todavía instalado en la comisión de salud del Senado. En este proyecto pudimos participar algunos técnicos que no necesariamente estábamos vinculados a los partidos de gobierno, pero le hicimos una contribución. Fuimos con un proyecto que instalara una tarifa plana, para efectos de compensar apropiadamente los riesgos. A mí ese proyecto me resultaba muy atractivo y habíamos quedado muy contentos con la tarea que realizamos en aquellos años. Pero desgraciadamente ese proyecto se fue encontrando con el lobby de los interesados, y finalmente no logró avanzar a la velocidad que hubiéramos querido. Y aquí estamos de nuevo.
El presidente de la Asociación de Isapres, Rafael Caviedes, dijo que ellos no se podían dar el lujo de recibir beneficiarios enfermos. ¿Qué le parece esta declaración?
Suena durísimo, pero es la historia del sistema.
El sistema siempre discriminó. Desde que nació, nosotros los salubristas hemos encontrado que el sistema de isapres -desde el punto de vista de la seguridad social o como instrumento de la seguridad social- nos ha parecido aberrante, porque precisamente se estructura en función de la discriminación del riesgo de enfermarse, lo que es absolutamente descabellado.
Cuando uno monta sistemas de seguridad social en el mundo entero, lo hace precisamente para resolver ese problema, para que entren todos, sin discriminación de ninguna especie.
Comentarios
Son super necesarios ..
The capacity to instate an
Añadir nuevo comentario