Las grandes reservas de litio en el norte de Chile han estado en la mira de las grandes potencias, como China y Estados Unidos, debido a la importancia estratégica que este recurso tiene para el desarrollo de tecnologías energéticas renovables, lo cual ha motivado además que su precio se haya multiplicado durante los últimos años.
Estados Unidos, a través de distintas instancias, ha manifestado el interés de contar con este recurso estratégico en abierta disputa con las pretensiones que China tiene sobre el mismo recurso, lo cual se ha materializado principalmente en la presencia del sector privado estadounidense en la explotación del litio en contraposición a las empresas estatales chinas que buscan invertir y entrar en la industria de este metal en distintos lugares del planeta.
En Chile, la principal empresa que explota el litio es Albemarle Corporation, la cual en 2015 adquirió Rockwood Lithium, compañía que desde los ochenta ya explotaba litio en la zona norte del país. Pero algo que no era muy conocido es que Albemarle Corporation cuenta en su directorio con un diplomático que conoce muy bien de relaciones entre Chile y Estados Unidos.
Se trata de Alejandro Daniel Wolff, diplomático estadounidense que se desempeñó como embajador de Estados Unidos en Chile entre octubre de 2010 -cuando fue nombrado por el ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama- y agosto de 2013.
En reportes anuales de Albemarle Corporation se destaca la trayectoria de Wolff, el cual llevaba 33 años sirviendo para el Departamento de Estado de los Estados Unidos cuando se retiró de su carrera diplomática precisamente en agosto de 2013, al dejar la embajada estadounidense en Chile.
Ese mismo mes, según se señala en acta de la junta de accionistas de Albemarle de 2015, Alejandro Wolff dejó la diplomacia para pasar a ocupar un asiento en el directorio de Rockwood Lithium, una de las principales empresas dedicadas a la explotación del litio en Chile.
Precisamente por esos años, Albemarle ya pretendía su llegada a Chile y al negocio del litio a través de la adquisición de Rockwood Lithium. La adquisición se concretó en 2015, de manera que en enero de 2015 Alejandro Wolff pasó a ser parte del directorio de Albemarle Corporation en calidad de director independiente, ocupación que mantiene hasta el día de hoy.
Antes de ser embajador de Estados Unidos en Chile, Wolff fue embajador y representante permanente adjunto de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas entre 2005 y 2010. El currículum exhibido por Albemarle además destaca que Wolff sirvió en Argelia, Marruecos, Chipre, entre otros países, y también recibió el Premio de Honor Distinguido Superior y Meritorio del Departamento de Estado.
En reportes anuales de Albemarle Corporation se destaca la trayectoria de Wolff, el cual llevaba 33 años sirviendo para el Departamento de Estado de los Estados Unidos cuando se retiró de su carrera diplomática precisamente en agosto de 2013, al dejar la embajada estadounidense en Chile.
Posterior a 2013, Wolff también ha estado en el directorio de otras empresas, como Gryphon Partners LLC (una firma de asesoría global enfocada en mercados fronterizos), Frontier Airlines, desde 2019; la aerolínea de low cost JetSmart, desde 2017; y también Pacific Gas and Electric Company.
“Su servicio en el directorio de Rockwood y su vasta experiencia en asuntos políticos, económicos y asuntos comerciales brindan una valiosa experiencia para el servicio en nuestra junta directiva”, menciona el acta de junta de accionistas de 2015 de Albemarle.
Precisamente durante 2015, según consta en la plataforma Infolobby, Alejandro Wolff sostuvo dos audiencias en Chile con autoridades públicas. En una ocasión a nombre de Rockwood, y en la otra a nombre de Albemarle.
La primera de esas audiencias ocurrió el 30 de junio de 2015, con Ignacio Moreno Fernández, quien entonces se desempeñaba como subsecretario de Minería del gobierno de Michelle Bachelet. En esa audiencia, Alejandro Wolff asistió como gestor de intereses para tratar el tema “entrega de información sobre conocimientos y experiencia para el desarrollo de proyectos conjuntos”.
A esta reunión, Wolff fue acompañado de Jaime Solari -hermano del político socialista Ricardo Solari- el cual también asistió como gestor de intereses de Rockwood. Por esos años, Jaime Solari era conocido como “el hombre con la llave energética de Codelco”, según menciona un artículo publicado en la época por El Mostrador, debido a sus fuertes contactos políticos y las consultorías que estaba prestando a través de la firma SGA.
Un día después de esa audiencia, el 1 de julio de 2015, Alejandro Wolff tuvo otra audiencia con el actual presidente de Codelco, Máximo Pacheco (PS), quien en ese entonces se desempeñaba como ministro de Energía en el gobierno de Bachelet.
En esta audiencia, Wolff se juntó con Pacheco para dialogar sobre el tema “presentación de Albemarle, entrega de información sobre la reciente adquisición de Rockwood Lithium, y sobre las perspectivas futuras del litio”.
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