En los últimos días el general director de Carabineros, Mario Rozas, ha suavizado su discurso público. Tras asegurar hace unas semanas que no daría de baja a ninguno de sus policías, en un abierto desafío a la autoridad civil, ahora reconoce que –tal vez- algunos de los policías bajo su mando han cometido atropellos a los derechos humanos.
El cambio de tono probablemente provenga de la creciente presión de La Moneda, que se ha visto acorralada internacionalmente por una serie de informes que de manera consistente apuntan a Carabineros por el excesivo uso de la fuerza.
Al tiempo que el general Rozas es señalado como responsable de graves violaciones a los derechos humanos, en las filas de su propia fuerza es considerado como un jefe débil que no respalda lo suficiente a sus efectivos, según diversos testimonios recogidos por INTERFERENCIA.
Un aspecto de ello, que puede parecer menor en el contexto del actual estallido social, es que los propios Carabineros se exponen –sin saber- a los efectos nocivos de sus propios métodos de represión.
Nuestro medio accedió a un estudio elaborado en octubre de 2010 –incluso anterior al estallido universitario de 2011– en el que se advierte acerca de los "riesgos a la salud física asociados al empleo y contacto permanente de disuasivos químicos en el actual uso en Carabineros para el Control del Orden Público, por parte del personal de Fuerzas Especiales".
Este reporte, realizado por alumnos de la Academia de Ciencias Políticas de la Dirección de Educación de Carabineros, muestra que muchos de los efectivos de Fuerzas Especiales ignoran los efectos sobre su salud que tiene el empleo de gases lacrimógenos.
Los autores analizaron los componentes químicos de estas armas y se entrevistaron con miembros de las 28ª y 29º comisarías, consideradas referentes históricos de las fuerzas especiales. “En general, los resultados obtenidos señalan una ausencia de formación y capacitación para el personal de Fuerzas Especiales, desconociendo tópicos asociados a los riesgos para la salud”, se afirma en el estudio.
INTERFERENCIA compartió este estudio con profesionales de la salud especializados en estos temas. Un médico que ha estudiado la composición química de los gases y aguas que Carabineros ha lanzado desde el 18 de octubre, afirma: “Este estudio realizado hace casi 10 años demuestra que al menos un 15% de los Carabineros de Fuerzas Especiales que operan en las calles no tiene ni idea de los gases y tóxicos que utilizan”.
Este estudio de octubre de 2010 también demuestra que los policías tienen dudas acerca de si su vestimenta los protege de los gases y que manifiestan serias dudas acerca del impacto para su propia salud de estas armas disuasivas.
“Este estudio arroja que ellos mismos (Carabineros) tienen dudas acerca de la exposición permanente a los gases tóxicos”, afirma este médico.
Carabineros descontentos
En las filas de la policía uniformada ha crecido el descontento respecto a sus mandos superiores. Muchos sienten que frente a las críticas de la población y las organizaciones internacionales, La Moneda y su propio Director General han hecho demasiado poco para demostrar su apoyo a Carabineros.
El descontento sería tan grande que, según algunas fuentes, hoy lunes al mediodía las patrullas harán sonar sus sirenas durante un minuto en señal de desaprobación al gobierno y a la jefatura de su propia institución.
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