La presencia de Hermes Soto como Director General de Carabineros se hace insostenible en la medida que se van conociendo los antecedentes del caso del asesinato de Camilo Catrillanca, cuyas esquirlas ya han llevado a la caída de los generales Christian Franzani (Director de Orden y Seguridad) y Mauro Victtoriano (Jefe de Zona Araucanía y Control de Orden Público), entre otros altos oficiales.
Aunque el Ministro de Interior Andrés Chadwick lo sostiene en su cargo, considerando que Soto es el último fusible que puede quemar antes de que toda la responsabilidad del caso Catrillanca recaiga sobre él, ya es inminente su partida.
Es por eso que tanto al interior de La Moneda como en el Alto Mando de Carabineros se estudia con atención el nombre de su reemplazante. Y hay uno que comienza a concentrar todas las miradas. Se trata del general inspector Kurt Haarmann, quien hace sólo algunos días fue ascendido a General Inspector.
Según sindican fuentes de INTERFERENCIA de la institución policial, Haarmann es uno de los nombres más mencionados –entre otras cuatro opciones– para asumir en reemplazo de Soto, de concretarse su salida.
Esta posibilidad ya fue mencionada por el periodista de CNN Chile en La Moneda, Raúl Sepúlveda, en un despacho en vivo el pasado viernes 6 en que informaba de la exoneración del general Franzani.
Lo propio hicieron las periodistas de La Tercera Leslie Ayala y María José Ahumada en su reportaje "Las grietas del General Soto con La Moneda", publicado este domingo 9.
El favorito de Chadwick
El Director de Personal de Carabineros Kurt Haarmann ejerció como ayudante en el Ministerio del Interior entre enero de 2007 y diciembre de 2013, es decir en las administraciones de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera. En 2013 pasó a ser edecán de Andrés Chadwick cuando cumplía la misma función que hoy en La Moneda.
En adelante ejerció otras funciones. Algunas más cómodas, como ser agregado en la Embajada de Chile en Francia (entre enero de 2014 y septiembre de 2015); y otras más complejas, como ser el jefe de zona en la Región del Bío Bío (entre diciembre de 2017 y marzo de 2018). En esta última labor alcanzó a conocer de cerca el conflicto del Estado con el pueblo mapuche, aunque fueron sólo tres meses, puesto que la urgencia cambió su destino.
En marzo del presente año, tras la salida del entonces general director Bruno Villalobos -afectado por el escándalo de Operación Huracán- y la asunción de Hermes Soto, se produjo una profunda renovación del alto mando, lo que llevó a Haarmann a pasar de ser Jefe de VIII Zona de Bío Bío (31º en la jerarquía) a ocupar el cargo de director de Educación, Doctrina e Historia de la institución (19º). Pero en octubre de este año el actual general director realizó una nueva reestructuración que subió a Haarmann al grado de general inspector y cumplir la función de Director de Personal (7º). Como se ve, su ascenso bajo este gobierno ha sido meteórico.
En estos días “el candidato” no ha estado ajeno a la crisis derivada del asesinato de Camilo Catrillanca. Según la declaración dada a la Fiscalía por el ex prefecto de Fuerzas Especiales en La Araucanía, coronel Iván Contreras, fue Kurt Haarmann quien en la noche del 16 de noviembre le comunicó su renuncia. Así lo narró en su declaración ante Ministerio Público de 26 de diciembre:
“Me informa primero que me consideraba un gran oficial, pero que debido a los sucesos, y la gravedad de los hechos, el General Director (Soto) había aceptado mi renuncia. Yo le pregunté inmediatamente porque me desvinculaban si el personal del GOPE no era de mi dependencia, y él, con sorpresa, me pregunta que cómo no dependía de mí, ante lo cual le insistí en el punto, señalándome que lo iba a ver. Antes de terminar el llamado le pedí que lo reconsiderara a nombre de mi familia, sin embargo, (Haarman) nunca más me volvió a llamar”, dice la declaración de Contreras frente al Ministerio Público.
Las fallas de Hermes Soto
La caída en desgracia del General Hermes Soto genera un gran dolor de cabeza al gobierno de Piñera. Después de todo es el General que nombraron hace solo 8 meses con la misión de reestructurar el Alto Mando, en momentos en que Carabineros sufría un grave desprestigio por la Operación Huracán y por los desfalcos del llamado Pacogate.
Pero la errática conducta del general Soto ha terminado por poner en duda su continuación al mando de Carabineros.
Es de público conocimiento que en las sucesivas y tensas reuniones que se produjeron la tarde y noche del 14 de noviembre en la base policial de Pailahueque, tras el homicidio de Camilo Catrillanca, se exhibieron videos tomados por efectivos de Fuerzas Especiales en los que se constata que al momento de cometerse el homicidio los Carabineros no estaban siendo atacados.
Pese a la evidencia disponible, Carabineros -con la participación protagónica del general Franzani y los abogados Álvaro Sobarzo y Cristián Inostroza Quiñiñir- construyó la falsa primera versión oficial.
Esta se expresa en los diversos documentos que esa noche fueron elaborados, como la Declaración Voluntaria de Personal Aprehensor, suscrita por los integrantes de la patrulla del GOPE que mató a Catrillanca, que fue presentada esa noche a los fiscales del Ministerio Público que se hicieron cargo de esta causa.
Allí los policías Patricio Sepúlveda (suboficial); Carlos Alarcón y Raúl Ávila (sargentos); y el cabo 1º Braulio Valenzuela, aseguraron no haber disparado al tractor y que habían disparado hacia sitios seguros en momentos en que eran atacados desde su costado izquierdo con armas de fuego.
En esta declaración se sugiere que, tanto Catrillanca como su acompañante, el menor de iniciales MPC, habrían sido autores del robo de los tres vehículos sustraídos a profesoras de la Escuela Santa Rosa, de Ercilla. De hecho el menor se mantuvo 24 horas detenido con este cargo, hasta que el Tribunal de Collipulli declaró ilegal su detención.
El general director de Carabineros Hermes Soto reforzó esta versión al señalar, a horas de producido el crimen, que Catrillanca “había participado en distintos delitos” y “ya había sido detenido por la misma causa”.
En la misma línea el ahora ex intendente de la Araucanía Luis Mayol afirmó que lo sucedido se dio en el contexto de un caso de “delincuencia común”, agregando que “la persona fallecida tiene antecedentes por receptación de vehículos".
“Esa tesis fue sostenida por el Alto Mando de Carabineros y por el Gobierno en las primeras 48 horas, momento en que el peso de la evidencia empezó a derrumbar todas las mentiras que estaban diciendo las autoridades policiales y políticas del estado chileno”.
Es lo que señala en entrevista con INTERFERENCIA el abogado querellante en representación de la familia Catrillanca, Nelson Miranda.
El jurista estima que en el caso Catrillanca “hay una confabulación de personal policial y de nivel político para mentir al país y a la justicia”, proceso en que “han aparecido versiones cada vez más absurdas y contradictorias que buscan arreglar la mentira inicial”.
El 3 de marzo -un día después que el ex sargento Carlos Alarcón dijera en un video grabado desde su lugar de detención que mandos superiores les ordenaron mentir- la familia Catrillanca emanó una declaración pública en que afirman que el asesinato de Camilo Catrillanca “fue un crimen a sangre fría ejecutado por agentes del Estado”, por lo que solicitaron que, tanto el ministro Chadwick como al general Soto de Carabineros, fuesen relevados de sus cargos.
De acuerdo a Miranda, el Caso Catrillanca “ya está resuelto en términos policiales”. Lo explica: “El Tribunal de Collipulli presume fundadamente que existen elementos para acreditar el homicidio, por el disparo directo en la cabeza de Camilo Catrillanca y la participación de al menos dos policías en este crimen, que son los que portaban los fusiles Collt calibre 5,56 mms.”.
Sin embargo, el jurista destaca que aún queda por aclarar la arista de obstrucción a la Justicia, que a su entender es la que más complica al general Hermes Soto y a las autoridades de Gobierno. “Resulta imposible sostener, bajo el sentido común, que estos cuatro policías (del GOPE) se confabularon solos para tratar de establecer una coartada o una mentira que pudieran deslindar sus responsabilidades”.
Miranda estima que “ya está relativamente claro y así lo deslizó el abogado de defensor de ellos en la audiencia de formalización -de 30 de noviembre- que hay otras personas involucradas en el falseamiento de la declaración y en esta tesis absurda y/o falsa del rebote de la bala o de que les dispararon a ellos y ellos contestaron el fuego”.
El Ministerio Público sigue muy de cerca esta arista de obstrucción a la justicia tal como lo hizo ver en la audiencia de formalización de 30 de noviembre, el fiscal Jorge Calderara: “ha habido una conducta dirigida, intencionada de obstaculizar las acciones que la fiscalía de Chile podría realizar para los efectos de esclarecer los hechos”.
Gobierno debilitado
El pobre desempeño de Hermes Soto golpea directamente al Gobierno de Piñera. Después de todo es el General que nombraron hace solo 8 meses con la misión de reestructurar el Alto Mando, en momentos en que Carabineros sufría un grave desprestigio por el fraude de Operación Huracán y por los desfalcos del Pacogate.
Quien guiaba la institución policial al estallar los escándalos por estos ilícitos era Bruno Villalobos, que antes de ser nombrado Director General por la Presidenta Michelle Bachelet (agosto de 2015), había sido su Director de Seguridad Presidencial (2006-2008) y Director de Inteligencia (2008-2012), bajo los gobiernos de Bachelet y Piñera.
Ahora, tras el caso Catrillanca, todo va cuesta arriba para Soto y su institución policial. Muestra de ello es la percepción de la población. Una encuesta de CADEM afirmó –el 28 de noviembre- que en los días posteriores al crimen del comunero, la aprobación a Carabineros había descendido del 67% al 29%.
Esta baja en el respaldo, que no sólo se aprecia en las encuestas sino que también en las calles y redes sociales, es una carga que casi ningún otro director habría podido soportar sin renunciar a su cargo.
El General Soto no lo ha hecho, pero es cosa de días o semanas para que ello suceda.
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El Haartmann, fue el General
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