Camilo Catrillanca

Ayer en el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de la ciudad de Angol comenzó el juicio oral en contra siete funcionarios de Carabineros y un civil acusados por el Ministerio Público por el crimen del weichafe (guerrero) mapuche Camilo Catrillanca, y por obstrucción de la investigación y apremios ilegítimos en contra del adolescente (M.P.C) de 17 años en la comunidad Temuicuicui.

La ceremonia fue liderada por su familia en su comunidad. “El pueblo mapuche debe seguir exigiendo justicia para Camilo y también para todos los que han caído en este país en el estallido social”, dijo Marcelo Catrillanca.

Cuando este abogado y militante PS asuma oficialmente la semana que viene, se convertirá en el primer mapuche en ser consejero del INDH. En esta entrevista con INTEFERENCIA aborda sus desafíos próximos y expresa su visión crítica respecto de una izquierda chilena que "siempre ha decepcionado al mundo de los indígenas". Lo ejemplifica con Mahmud Aleuy, ex subsecretario del Interior de Michelle Bachelet y responsable político del montaje de la Operación Huracán.

Para Sergio Caniuqueo, el homicidio del comunero mapuche es un crimen de odio que no ha sido reconocido como tal, que surge de un proceso de criminalización del movimiento mapuche. Si bien este caso, así como el de la machi Francisca Linconao en el caso Luchsinger, han ayudado a ver las cosas de otro modo, la estructura cultural en que estos son posibles no ha cambiado, lo que se ve en el trato a los hermanos Tralcal.

En entrevista con INTERFERENCIA, el líder de la Falange defendió la independencia de su partido para actuar frente al gobierno y al resto de la oposición. También explica cómo se puede pedir la renuncia del ministro Chadwick y a la vez no respaldar la principal herramienta de presión para que ello suceda: la acusación constitucional.

El general de Carabineros Mauro Victtoriano, quien estuvo en terreno el día uno del caso, asegura en su declaración ante Fiscalía haberle dicho al ministro del Interior que no hubo fuego mapuche al momento de la muerte del comunero. Una semana después, Chadwick declaró que no obtuvo mayores detalles de esa conversación “pues las comunicaciones eran muy dificultosas, se cortaba y se escuchaba mucho ruido".

Tras el asesinato de Camilo Catrillanca, el gobierno de Piñera congeló el Plan Araucanía. Muchos mapuche, que se unieron en la indignación por ese homicidio, no tienen claro cómo seguir adelante en sus reivindicaciones.

La divulgación de las imágenes del asesinato de Catrillanca dejó en evidencia que, o bien el ministro del Interior y el jefe policial fueron engañados por subalternos, o derechamente mintieron a la ciudadanía. La actual crisis generada por la negativa de Hermes Soto a renunciar es sólo el coletazo.

Tras conocerse ayer varios registros audiovisuales del día y momento en que Camilo Catrillanca fue asesinado, se cayeron todas las versiones oficiales entregadas por el ministro del Interior y el jefe de Carabineros.

Fue edecán del actual ministro del Interior cuando este ejercía el mismo cargo en 2013 y este año ha sido ascendido dos veces a consecuencia de la Operación Huracán. Al interior de Carabineros se especula que Haarmann, actual director nacional de Personal de la institución, es uno de los cinco nombres que suenan para el cargo máximo.

Los policías que, desde el aire, supervisaron el operativo que terminó con el asesinato del comunero, entregaron a la fiscalía testimonios contradictorios y, en algunos casos, derechamente falsos. Así lo indican documentos obtenidos por INTERFERENCIA.

Si bien el Presidente de la República tiene la facultad de pasarlos a retiro desde 2005, esto nunca se ha aplicado y siempre se llega a la "renuncia voluntaria" cuando estalla una crisis. Tras el asesinato de Camilo Catrillanca a manos del Comando Jungla, la tónica ha sido la misma.

Varias comunidades se reunirán el próximo sábado en un Trawün en Temucuicui para tomar definiciones tras la muerte del comunero. La CAM se restaría de ese encuentro.

INTERFERENCIA tuvo acceso a un chat de trabajadores del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) en la Araucanía, en el que, al día siguiente del asesinato, se habla del comunero como un beneficiario de un programa de ese organismo, versión muy distinta a la que echaron a correr diversas autoridades del Ejecutivo tras el crimen.