El escándalo de las adopciones ilegales de niños chilenos al extranjero durante la dictadura de Augusto Pinochet suma un nuevo capítulo. Dinamarca, luego de realizar una investigación en torno a 31 niños adoptados desde Chile entre 1978 y 1988, detectó múltiples irregularidades; poniendo en tela de juicio las circunstancias en torno al envío de un total de 111 niños chilenos al país nórdico. El informe emanado de la investigación fue titulado Sospecha de condiciones ilegales en adopciones de Chile a Dinamarca 1978-1988, publicado en abril de este año.

La Junta Nacional de Apelaciones de Dinamarca (Ankestyrelsen), mandatada por la ministra de Asuntos Sociales y de la Vejez, Astrid Krag, concluyó que no es posible descartar la utilización de “métodos de remoción ilegal de niños hayan ocurrido en casos daneses”; que “haya habido incentivos económicos asociados a las adopciones”; y que “no es posible establecer sin ambigüedades que madres o padres biológicos fueran conscientes de que su consentimiento fue otorgado para la adopción internacional”, entre otros hallazgos. (Revise acá el informe de la entidad, disponible en danés).

Anteriormente, INTERFERENCIA publicó los hallazgos de la historiadora chilena Karen Alfaro sobre las redes de adopciones ilegales de la dictadura, descubriendo que, en el caso sueco, el régimen de Pinochet –ayudado por políticos pro nazi y de ultraderecha de Suecia– utilizaron dichas adopciones con fines diplomáticos y propagandísticos. (Revise acá el artículo).

Mediante la revisión de documentación de la Junta Nacional de Apelación, de los Archivos Nacionales de Dinamarca y lo emanado de investigaciones chilenas, el estado danés estableció la existencia de pagos por niño que oscilaron entre los US$150 y 2.500 dólares, y hasta US$3.000.

Si bien la arista política no es parte de la investigación desarrollada en Dinamarca, el reporte entrega detalles de una operación internacional que dejó réditos económicos a quienes participaron de ella. Mediante la revisión de documentación de la Junta Nacional de Apelación, de los Archivos Nacionales de Dinamarca y lo emanado de investigaciones chilenas, el estado danés estableció la existencia de pagos por niño que oscilaron entre los US$150 y 2.500 dólares y hasta US$3.000.

Sin embargo, la cifra pagada por padres adoptivos daneses a representantes de los centros de adopción chilenos no pudo ser determinada: la investigación no pudo especificar “el cómo el monto total se desglosa en cuanto a gastos particulares, incluyendo qué tan grande era la comisión que recibían los representantes”.

El negocio de la adopción de niños chilenos en dictadura

La investigación nació luego de que seis ciudadanos daneses denunciaran irregularidades en sus adopciones. Los seis casos estaban unidos mediante la agencia danesa encargada del proceso, AC Børnehjælp, la cual, según explica la Junta Nacional de Apelación, fue responsable de 109 de las 111 adopciones de niños chilenos entre 1979 y 1995. Las tres restantes fueron gestionadas por las agencias intermediadoras danesas, DanAdopt (2) y Terre Des Hommes (1).

Registro de adopciones de niños chilenos en Dinamarca. Fuente: Ankestyrelsen

Registro de adopciones de niños chilenos en Dinamarca. Fuente: Ankestyrelsen

El 2015, AC Børnehjælp se fusionó con DanAdopt, formando la agencia de adopción Danish International Adoption (DIA). Esta entidad fue clave para la elaboración del informe de la Junta Nacional de Apelaciones, evacuando un reporte sobre el modus operandi para adoptar niños chilenos durante la dictadura cívico-militar. Se analizaron 31 casos en específico. (Revise acá los informes en danés de DIA para la investigación de la Junta Nacional de Apelaciones).

El informe de DIA detalla que, entre 1978 y 1981, AC Børnehjælp trabajó principalmente con la Casa Nacional del Niño, entidad estatal que más adelante pasaría a ser el Servicio Nacional de Menores (Sename). Después de 1981, un nombre comenzaría a repetirse, el de la asistente social Ruth Chia, quien pasó desde la Casa Nacional del Niño a ser el contacto de AC Børnehjælp para adopciones privadas.

En el caso de las adopciones privadas, se le pagaba una tarifa de $2 mil dólares a Ruth Chia; sin que se pudiera desglosar los ítems cubiertos por este pago.

A contar de 1990, las adopciones serían gestionadas por el Sename, registrándose sólo seis.

Tarifas de $150 a $3.000 dólares

Según se explica en el reporte de DIA, cuando las adopciones eran gestionadas por la Casa Nacional del Niño se cobraba una tarifa que en 1978 era de US$150, pero que a contar de 1979 aumentó a US$300. Este dinero era utilizado para controles médicos, vestimenta para los niños que viajaban a Dinamarca, además de una “donación” que variaba entre $6 y 700 dólares por adopción.

En el caso de las adopciones privadas, se le pagaba una tarifa de US$2.000 a Ruth Chia; sin que se pudiera desglosar los ítems cubiertos por este pago. Además, DIA asegura que se pagaban US$500 adicionales a un abogado encargado del papeleo.

A fines de los 80 y principios de los 90, la agencia Danish International Adoption explica que se le pagaba una tarifa fija de US$3.000 al abogado representante de AC Børnehjælp, Fernando Chacón; la cual incluía todos los costos de la adopción, incluyendo una donación de US$1.000 al orfanato que cuidaba al niño enviado a Dinamarca.

Desde el año 1992 en adelante, AC Børnehjælp trabajó con una mujer danesa radicada en Chile, llamada Lone Ehlers, quien recibía un pago de US$500 mensual que luego se reduciría a US$250.

La información proporcionada por DIA a la Junta Nacional de Apelaciones llevó a la entidad estatal danesa a concluir, además de las irregularidades ya mencionadas, que hubo casos de “algunos niños estaban destinados a viajar a Dinamarca antes de que fueran emparejados con los solicitantes daneses”.

Para las adopciones irregulares en Suecia, un sistema similar era utilizado, con Anna María Elmgren, una sueca residente en Chile, siendo la encargada de gestionar las adopciones a aquel país europeo a cambio de una remuneración. Este trabajo, junto a distintas inversiones, llevaría a Elmgren a lo más alto de la élite chilena. (Revise acá el perfil de INTERFERENCIA sobre la mujer clave en las adopciones irregulares suecas).

La información proporcionada por DIA a la Junta Nacional de Apelaciones llevó a la entidad estatal danesa a concluir, además de las irregularidades ya mencionadas, que hubo casos de “algunos niños estaban destinados a viajar a Dinamarca antes de que fueran emparejados con los solicitantes daneses”.

También, la investigación descubrió que las adopciones realizadas antes de 1988 fueron otorgadas de acuerdo a “un conjunto inadecuado de normas que en realidad regulaban otra área del derecho”, cuestión que implica que no se dictaran sentencias de adopción “reales” en Chile, sino que solamente se concedían tutelas de niños. Este último punto implica que los permisos de adopción emitidos en Dinamarca no se hicieron sobre “la base de una clara decisión de adopción en Chile”, ya que no se regulaban adopciones internacionales, sino tutelas.

Las adopciones internacionales ilegales de niños chilenos durante dictadura han dado la vuelta al mundo. Medios como elDiario.es, de España, cifran en 8 mil las adopciones ilegales de menores chilenos; muchos de los cuales habrían sido usurpados a sus familias biológicas.