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Jueves, 7 de Agosto de 2025
[Cogito ergo sum]

Heil Pinochet

H.R. Faustinus

Er ist wieder da (Ha vuelto, 2015).

Er ist wieder da (Ha vuelto, 2015).
Er ist wieder da (Ha vuelto, 2015).

‘Él ha vuelto’ se llama una película alemana de 2014 que, en un formato que mezcla los géneros de ficción con los de un reportaje de TV, muestra de manera tragicómica lo qué podría pasar si Adolf Hitler se despertara en este siglo, transportado de manera mágica desde las ruinas de la devastada capital alemana en abril de 1945, al Berlín actual.

Partes importantes de la película no obedecen a guion alguno y son improvisados de manera magistral por el actor Oliver Masucci, que encarna al Führer, y del equipo de filmación que se traslada por decenas de ciudades y pueblos de la Alemania actual. Muchas escenas son espontáneas y llama la atención como los alemanes se ríen al ver esta personificación -aunque en le película el actor deja en claro que, de verdad, es Adolf Hitler- o incluso se sienten atraídos por su discurso.

El fascismo, en su sentido más literal, está avanzando en Occidente, de eso no cabe duda. No el fascismo como lo entiende la izquierda tradicional -que es cualquier cosa que le huela a derecha-, sino que el original, el visceral, el peligroso, el que no solo sedujo a las clases proletarias, sino sobre todo a las atemorizadas clases medias a fines de los años 20 e inicios de los 30 del siglo pasado. Quien mejor describió este fenómeno fue el psicoanalista y psiquiatra austríaco Wilhelm Reich. Discípulo de Sigmund Freud, en 1933 publicó su obra más conocida: “La psicología de masas del fascismo”.

I love Pinochet

En 2001, en las postrimeras de la detención de casi un año y medio de Augusto Pinochet en Londres, la cineasta chilena Marcela Said estrenó un premiado documental titulado ‘I love Pinochet’. Sin filtros, en éste aparecían hablando decenas de chilenas y chilenos alabando la figura del dictador. Entre ellos, los ex alcaldes Joaquín Lavín y Cristián Labbé, el sacerdote Raúl Hasbún y la ex cantante y comentarista de TV, Patricia Maldonado.

La izquierda de esa época, en pleno apogeo de la Concertación, se espantó al ver una defensa tan cerrada y honesta de la dictadura del general.

Comentaristas de la opinión pública de esa época, como Fernando Paulsen, exigían que los apologistas del régimen, entre ellos el dueño de El Mercurio, Agustín Edwards, pidieran perdón. Pero estaban errados en su análisis. ¿Desde cuándo los vencedores piden perdón por haber ganado?

Está claro que la diferencia entre ambos regímenes dictatoriales es abismal. Y no es sólo por la magnitud y alcance de sus crímenes, sino que por un aspecto mucho más relevante: el régimen nazi fue militarmente derrotado y Alemania quedó en cenizas defendiendo al Führer. El régimen de Pinochet, en cambio, fue exitoso. No sólo gran parte de sus detractores se sometieron de manera voluntaria al llamado ‘itinerario constitucional’ del régimen, blanqueando de cierto modo los crímenes previos al Plebiscito de 1988, sino que la Constitución del dictador militar y sus cómplices civiles -en especial los Chicago Boys- sigue, para bien o para mal, vigente hasta el día de hoy. El hecho que entre los actuales ‘expertos’ que redactarán el borrador de una posible nueva Constitución figuren personas como Hernán Larraín, sólo viene a confirmar el alcance de esa victoria histórica.

Mucho me temo que en Chile una película del estilo ‘Él ha vuelto’ podría mostrar un país más pinochetista de lo que incluso los propios pinochetistas creen.

Este no es, creo, un spoiler. Pero hacia el final del film alemán, uno de los protagonistas mata a Hitler al darse cuenta que, de verdad, es Hitler, y no un comediante genial. Sin embargo, Hitler revive al instante y le dice: “No me puedes matar, porque siempre he estado aquí, hace 70 años y ahora. Aunque no te guste, soy parte de Alemania”. Si eso lo dice un dictador derrotado, ¿qué esperar de uno exitoso y amado por muchos chilenos hasta el día de hoy?

Da para pensar.

La historia -siempre- se puede repetir, aunque los crímenes cometidos cambien de naturaleza o de intensidad.

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Comentarios

Comentarios

Excelente análisis, excepto el gustito que se da, de contar que el asesino fue el mayordomo.... no era necesario.

Muy cierto, sin ir más lejos, recordemos que en Chile es habitual que la historia se repita una y otra vez, Chile...un país sin memoria

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