Estamos donde tú estás. Síguenos en:

Facebook Youtube Twitter Spotify Instagram

Acceso suscriptores

Miércoles, 6 de Agosto de 2025
[Newsletter La Semana]

Israel-Irán: ¿Quid pro quo o ensayo general?

Andrés Almeida

“Difícilmente un ataque de esta naturaleza quedará sin respuesta, pues fue de una escala y complejidad que sorprendió a los analistas occidentales. De tal modo, el ataque no solo puso a prueba los sistemas de defensa de Israel, sino que los expuso como si se tratase de un ensayo general para un ataque mayor”.

Este es el newsletter de análisis informativo La Semana, exclusivo para suscriptores, correspondiente al domingo 14 de abril de 2024, el cual disponemos ahora para todo público.

Irán finalmente realizó su ataque contra Israel, y lanzó un ataque aéreo con drones y misiles que buscaban saturar las defensas anti-aéreas israelíes durante la noche de ayer sábado. Esto, en represalia por el ataque israelí a su consulado en Damasco, Siria, donde murieron siete altos oficiales iraníes.

En total, según fuentes israelíes, más de 300 proyectiles fueron lanzados desde Irán, Irak, Siria y Yemen, con una carga explosiva de 60 toneladas de explosivos, de los cuales sólo impactó el 1%. Estos son tres impactos, los que alcanzaron una base aérea en el desierto de Néguev en el sur de Israel y objetivos en los Altos del Golán, en la frontera con Siria. Algo que las autoridades israelíes calificaron como una defensa exitosa por parte de su Domo de Hierro y otros sistemas defensivos antiaéreos.

Irán, por su parte, reportó siete impactos en territorio israelí, logrados por sus misiles hipersónicos, sobre objetivos militares precisos, es decir, desde donde se habrían iniciado los ataques contra su consulado. Algo que desató la algarabía de una multitud en Teherán a altas horas de la noche. Las autoridades iraníes dieron por concluida la operación y anunciaron que no habría una nueva escalada si es que Israel no responde.

¿Quid pro quo?

Es posible que la respuesta de Irán haya estado estudiada para causar la mayor conmoción posible, junto a un daño real acotado. Esto es, lo suficiente como para satisfacer la opinión pública de los iraníes más belicosos y asustar a los ciudadanos israelíes, pero sin provocar un daño que obligue a Israel a una reacción todavía más violenta. Y con ello ‘hacer tablas’, para volver al estatus quo.

Sin embargo, difícilmente un ataque de esta naturaleza quedará sin respuesta, pues fue de una escala y complejidad que sorprendió a los analistas occidentales. De tal modo, el ataque no solo puso a prueba los sistemas de defensa de Israel, sino que los expuso como si se tratase de un ensayo general para un ataque mayor. 

Si bien es cierto que la mayor parte de los proyectiles fueron repelidos, tres o siete misiles, dependiendo de la versión de quién los cuente, golpearon Israel con bastante precisión, lo que demuestra que Irán puede alcanzar su territorio, y eventualmente, causar un daño fatal al país, en el caso de que esos misiles detonen armas de destrucción masiva. Cabe mencionar que en una guerra de misiles y drones, estos últimos ofrecen ventajas logísticas a quienes atacan, pues son mucho más baratos y fáciles de producir que los costosos sistemas de defensa aérea. 

¿Cuál es el próximo paso?

La prudencia indica que tanto israelíes como iraníes deberán tomarse un tiempo para estudiar y calibrar lo que pasó en la madrugada del sábado 13 de abril de 2024, antes de sacar cuentas alegres, pues el ataque de algún modo abrió el juego y mostró las cartas de ambos contendientes. 

Asimismo, evidenció los respaldos internacionales. Irán mostró que puede coordinar un ataque desde cuatro países, y cruzar los cielos de Irak y Siria con relativa calma, solo con la oposición de Jordania y las tropas estadounidenses y británicas de la zona, las que habrían derribado una importante proporción de la flota que se dirigía a Israel. 

Sin embargo, Israel no cuenta con el respaldo de Estados Unidos para escalar el conflicto -las autoridades estadounidenses habrían persuadido a Benjamin Netanyahu de no realizar un ataque de respuesta inmediata-, y tampoco cuentan con el respaldo de Turquía, país de la OTAN que avisó que no permitiría el uso de cielo para atacar Irán.

Es posible que la respuesta de Irán haya estado estudiada para causar la mayor conmoción posible, junto a un daño real acotado. Esto es, lo suficiente como para satisfacer la opinión pública de los iraníes más belicosos y asustar a los ciudadanos israelíes, pero sin provocar un daño que obligue a Israel a una reacción todavía más violenta. Y con ello ‘hacer tablas’, para volver al estatus quo.

Una situación compleja para Israel, cuyo único parangón fue durante la primera Guerra del Golfo, en la que Estados Unidos invadió Irak, luego de que este país había ocupado Kuwait, a inicios de los 90. 

Entonces, buena parte de la cobertura televisiva estuvo apostada en Tel Aviv y otras ciudades israelíes, a la espera de que cayeran desde el cielo los famosos misiles Scud iraquíes, de fabricación soviética. 

Al final, 41 Scud impactaron suelo israelí, pese al publicitado despliegue de los anti-misiles Patriot de fabricación estadounidense, pero ninguno de ellos llevaba armas químicas o biológicas, que era el mayor temor de Israel y Occidente, y no causaron mayor daño.

La provocación del entonces presidente de Irak, Sadam Hussein, tampoco surtió efecto, e Israel venció la tentación de entrar en la guerra, lo que habría desarmado la coalición de países árabes -Arabia Saudí, Siria y Egipto- que apoyaban a George Bush en el esfuerzo de guerra estadounidense.

Sin embargo, a partir de entonces, Israel estaría obligado a mirar hacia el cielo, pues su principal amenaza militar, desde entonces, es un ataque masivo de misiles, dado su pequeño territorio de 22.145 kilómetros cuadrados frente a las grandes extensiones de sus países vecinos, que pueden hacer lanzamientos desde muchos puntos móviles. 

Es por esto también que Israel ha desarrollado durante las décadas siguientes los más avanzados programas anti-misiles. Pero, así como los Patriot -pese a que se vendieron como un éxito- en la práctica no fueron eficaces en evitar los Scud iraquíes ¿es el Domo de Hierro israelí una garantía contra los misiles hipersónicos, ahora iraníes?

En este artículo



Los Más

Ya que estás aquí, te queremos invitar a ser parte de Interferencia. Suscríbete. Gracias a lectores como tú, financiamos un periodismo libre e independiente. Te quedan artículos gratuitos este mes.

En este artículo



Los Más

Comentarios

Comentarios

Es raro que no haya información de los daños provocados por los drones y misiles iranies. Lo otro es que hay que informar con fidelidad puesto que Irán respondió a un ataque de su soberanía por parte de Israel en la embajada irani en Siria y lo hizo con el respaldo legal del artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas. No atacó a Israel porque si, fue una respuesta al ataque recibido y con el debido respaldo legal internacional. Esto tiene que ser informado.

Añadir nuevo comentario