La Violadora, es el nombre de la exposición de Marco Evaristti, instalador y artista visual, que actualmente está en el Museo de Arte Contemporáneo de Quinta Normal. El artista, nacido en 1963, es recordado en Chile por la exposición del 2001 en la que puso peces en una juguera y donde el espectador podía apretar un botón y así triturar a los peces si quería.
Evaristti, radicado en Dinamarca, vuelve a Chile con otra exposición provocadora: esta vez La Violadora abarca el tema de los abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia a niños y jóvenes. Para ello, el artista muestra los abusos en pinturas, pero las personas aparecen como esqueletos. En lienzos en blanco y negro que rodean la sala, se puedne ver escenas que ocurrieron realmente y que fueron narradas por víctimas de abusos al mismo artista.
En medio de la sala del MAC donde se presentan las obras, una escultura de un esqueleto vestido de Papa, está conectado a un “suero” que en realidad es sangre de las víctimas que dieron su testimonio a Evaristti.
“Cuando estuve el 2001 con los peces en la jugueras todo el mundo se interesó, y esa exposición era interesante, pero menos importante que este tema”, confiesa Evaristti, quien agrega que está sorprendido de que esta exposición no haya tenido el impacto mediático que tuvo su intervención anterior.
En medio de la sala del MAC donde se presentan las obras, una escultura de un esqueleto vestido de Papa, está conectado a un “suero” que en realidad es sangre de las víctimas que dieron su testimonio a Evaristti. Con esto, el artista buscaba simbolizar cómo el poder de la Iglesia Católica ve estos abusos, pero continúa perpetuando la impunidad de los abusadores.
La exposición fue inaugurada el 4 de diciembre y estará disponible para ver de manera gratuita en el MAC, en Quinta Normal, hasta el 22 de enero del 2022. Aún está por confirmarse si se presentará en otra ciudad del país, mientras qu eya tiene fecha para ser expuesta en Argentina y en Boston, Estados Unidos, ciudad donde estalló uno de los casos más conocidos de abuso sexual a menores de edad, que inspiró la película Spotlight.
- ¿Qué le motivó a tratar el tema de los abusos sexuales a niños por parte de miembros de la Iglesia?
- Hace tres años que estuve en Chile y me enteré por las noticias sobre este tema. Me interesan mucho las cosas sociales. Hablé con dos personas que tenían conocimiento de este tema, no habían sido abusados, pero lo conocían bien. Posteriormente hablé con José Andrés Murillo, lo visité en su oficina, y quedamos de acuerdo que me iba a ayudar con la parte de comunicarse con víctimas, etc. Y pasa el tiempo, llega la pandemia. Pero antes de eso, me había juntado con francisco brugnoli y tomando un café le propongo hacer una exposición sobre este tema, me dijo que le interesaba, que lo hiciéramos en abril del 2020. Y ahí empecé a trabajar de fondo en el tema, hablé con periodistas del boston globe, indagué en los archivos del país de España, y cada vez que me metía más en el tema, más me interesaba, aparecían más horrores.
Luego llegó el covid y me dieron fecha para este momento, diciembre del 2021. Y fue mejor que saliera ahora, ya que salieron a la luz los 320.000 casos de abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia en Francia, para mí era más interesante hacer ahora la exposición que el año pasado, ya que están investigando estos temas en Portugal, España e Irlanda. Por eso pienso que este es un momento interesante.
"Y lo primero que pensé es que no quería que me censuraran, cómo desafío la censura, porque en verdad podía ser pornografía, es abuso, pero muestras cosas fuertes".
- ¿Por qué optó por pintar calaveras, esqueletos? Y además en ese formato en blanco y negro, muy cuidado, de muchas luces y sombras…
- Es un proceso largo, con muchas preguntas y respuestas que uno se hace como artista. ¿Porqué usamos esqueletos? Fue algo muy básico, primero le mostré una pintura que había hecho a Brugnoli y era del mismo tipo de imágenes pero en carne, con personas. Y le gustó mucho, pero hablando con el director del museo que expuso por primera vez mi exposición de la sjugueras en Dinamarca, y me dice ‘Marco, piénsalo bien, pero puede haber un problema, si lo haces así, lo pueden censurar por pornografía infantil” Porque son tan realistas las pinturas, que sería como tomar una fotografía. Y lo primero que pensé es que no quería que me censuraran, cómo desafío la censura, porque en verdad podía ser pornografía, es abuso, pero muestras cosas fuertes. Quizás en Dinamarca acá no sería un escándalo, vemos de forma diferente en tema sexual, pero ahí decidí quitarle la carne y mostrar solo huesos. Porque eso significa que cuando son solamente huesos, muestra que somos todo iguales dentro de nuestros cuerpos, no hay diferencia de razas, son todos los esqueletos iguales.
Y el tema de la luz y la sombra es importante, yo soy arquitecto, entonces veo la estética de otra manera diferente al del pintor. Por ejemplo, para pintar los cuartos que están en las pinturas, me metí a estudiar las iglesias del 1400 y 1500, esas siempre son oscuras, no son luminosas, y las ventanas llevan luz al jesucristo crucificado, entonces inventé esos espacios, en base a esa investigación. Y los inventaba dependiendo de la historia que me contaban. Estudié también cómo son los muebles, los sillones de esas habitaciones donde viven sacerdotes, etc.
Y el abuso sexual, las posiciones de las personas en los cuadros, eso no es fantasía mia, están basadas en las historias que me contaban, y no es necesiramente la más vulgar, sino que quería mostrar en solo un segundo, en cierta posición, representar el abuso. Metiéndome en la historia, traté de sacar una imagen pensando en cómo la represento para que se entienda sin que el espectador tenga que leer la historia, solo mirándola.
- Hay un Papa en medio de la exposición que le da un final a la exposición ¿Qué buscaba representar?
- Ese Papa va girando, cada 30 segundos gira. Uno primero ve ese Papa de bronce y luego ve las pinturas que se ven cuadradas para que se vieran como ventanas. Y el Papa va girando conectado a un suero, que tenía ahí sangre que las víctimas de abusos me habían dado, un doctor les sacó sangre, que la combiné con anticoagulante, y estaba goteando, y llegaba a un vaso, y dese vaso se derramaba a los pies de ese Papa. Al girar, tiembla un poco, y ahí caía sangre de sus víctimas.
"Para mí, era decirle al público con esa escultura que el Papa está observando lo que está pasando sin hacer lo suficiente para ponerle un paralé al problema".
En el fondo es un Papa, no importa qué Papa sea, que está al mismo tiempo observando todo lo que está pasando y está con la copa de vino, que representa la sangre de Jesús, y a la vez, está mirando lo que pasa en su poder, el papa es el poderoso. él observa y sabiendo lo que está pasando, no hace nada, o hacen muy poquito, mueven a los victimarios de un lugar a otro, pero no hacen nada más. Para mí, era decirle al público con esa escultura que el Papa está observando lo que está pasando sin hacer lo suficiente para ponerle un paralé al problema.
-¿Cómo ha sido la recepción de la exposición?
No lo sé, porque no he estado en Chile, solo estuve en la inauguración de la exposición y ahí sólo recibí comentarios positivos. Los que fueron afectados por abusos, que me dieron sus testimonios, estaban en la exposición con muchos sentimientos profundos, los veía llorar, miraban la imágenes, pero antes yo estuve muchas horas hablando con ellos.
Justo estos días uno de ellos me escribió, que estaba muy agradecido. Y sin saber que eso iba a pasar, el proyecto les ha dado algo de calma, les afectó positivamente y eso me da un calor enorme, porque al final si no conseguí un debate sobre la Iglesia, que haya cambios, reformas, al menos logramos esto. Porque yo buscaba un debate, al menos el debate permite la comunicación, el diálogo, y no hay que parar este debate porque la iglesia tiene mucha fuerza en el mundo. Desde ese punto de vista estoy decepcionado porque no se generó el debate que yo quería. Pero a la vez, estoy contento porque al menos llegué a darles, a las víctimas, una ilusión, una esperanza de que esto puede acabar. Y a veces la esperanza es más rica.
También estoy decepcionado con el periodismo chileno, que no es independiente, se deja influenciar por el poder de la Iglesia aún.
Comentarios
Terriblemente impresionante y
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