En una sorpresiva acción, el gobierno adelantó este miércoles los resultados de la licitación del litio previstos para este viernes, y anunció a los ganadores del concurso que partió en octubre de 2021, el que originalmente consideraba una iniciativa para producir 400 mil toneladas de litio metálico, dividido en cinco cuotas individuales.

El proceso dejó fuera a los otros tres postulantes, entre ellas las mayores explotadoras mundiales de litio, la chilena Sociedad Química y Minera de Chile (SQM), que extrae el 17% de este metal en el mundo, y la estadounidense Albemarle -enfrentada actualmente en un arbitraje con Corfo-, que produce el 19%.

La jornada no estuvo exenta de polémicas, puesto que los beneficiados se dieron a conocer antes de la jornada especial programada para la tarde en el Congreso con el fin de que los parlamentarios pudieran analizar la licitación junto al biministro de Energía y Minera, Juan Carlos Jobet. 

Ante la noticia, la centroizquierda se retiró en pleno de la sala de la Cámara Baja, a modo de “desaire al ministro Jobet”, a quien acusaron de llegar una hora tarde a la cita. El diputado Raúl Soto (PPD) sostuvo que para anular esta licitación la oposición insistirá “en la vía judicial a través de los recursos de protección; vamos a insistir en la vía administrativa, yendo a la Contraloría; vamos a insistir en la vía legislativa, avanzando los proyectos de ley presentado por el Partido Comunista y por la Democracia Cristiana; vamos a llegar hasta las últimas consecuencias”.

Gabriel Boric declaró que “esta era una atribución exclusiva del Gobierno de Chile en ejercicio y nos parece que es una mala noticia y me recuerda a esas leyes de amarre que se hacían a última hora cuando un Gobierno ya está dejando sus funciones”.

La decisión también generó críticas en el Senado, donde la ex candidata presidencial Yasna Provoste (DC) manifestó que “no escucharon al Presidente electo ni a su equipo, no escucharon al Senado ni a la Cámara, menos a las comunidades. Simplemente el negocio del litio pudo más, incluso adelantaron la decisión. Piñera y el ministro Jobet se despiden del gobierno demostrando lo que valen”, junto con cuestionar “¿Qué interés puede tener el Estado y 2 empresas adjudicadas que pagaron 60 millones de dólares cada una sin la definición de un lugar donde haya litio que explotar? Esta opaca licitación sólo pone barreras a una Empresa Nacional del Litio y su aporte al desarrollo de Chile”. 

Desde el gobierno entrante también condenaron la decisión. El presidente electo, Gabriel Boric, declaró que “esta era una atribución exclusiva del Gobierno de Chile en ejercicio y nos parece que es una mala noticia y me recuerda a esas leyes de amarre que se hacían a última hora cuando un Gobierno ya está dejando sus funciones”.

Lo anterior fue replicado por el biministro Jobet, quien aseguró en Radio Duna que “en lo grueso, esta licitación se hace cargo de las preocupaciones del presidente electo (...) Nos plantearon tres cosas: Que no se adjudicaran las cinco cuotas, sino menos; que una parte de lo recaudado fuera a comunidades; y otra a inversión y desarrollo”.

Los ganadores

Con 61 millones de dólares en la mesa, la compañía china BYD fue la empresa que presentó la mayor oferta de todas por una cuota de 80 mil toneladas. La empresa está entre las más competitivas del mundo y tiene especial fijación por el mercado de los autos eléctricos y las baterías recargables necesarias para su desarrollo. En 2020, contó unas ganancias cercanas a los 643 millones de dólares.

Originaria de la ciudad de Shenzhen, la firma oriental cuenta con más de 220 mil empleados y más de 30 parques industriales a lo largo del mundo. La compañía ya ha suscrito millonarios contratos de compra de litio para asegurar abastecimiento para la producción de su movimiento automotriz eléctrico.

En cuanto a su relación con Chile, su establecimiento en el país ocurrió en 2014 y son responsables de algunas de las flotas de buses eléctricos que circulan en suelo nacional. De acuerdo a datos de su página web, cuentan actualmente con 435 buses eléctricos en Santiago.

Con 61 millones de dólares en la mesa, la compañía china BYD fue la empresa que presentó la mayor oferta de todas por una cuota de 80 mil toneladas. La empresa está entre las más competitivas del mundo y tiene especial fijación por el mercado de los autos eléctricos y las baterías recargables.

La otra cuota adjudicada quedó en manos de una empresa nacional correspondiente al Grupo Errázuriz (Servicios y Operaciones Mineras del Norte S.A.). 

Inversiones Errázuriz S.A., es el conglomerado de empresas pertenecientes al empresario y político chileno Francisco Javier Errázuriz (padre) que hoy es manejado por su hijo, Francisco Javier Errázuriz Ovalle. Fue creado en 1988, y llegó a tener una planta de 10 000 trabajadores y 1000 profesionales.

El grupo ha tenido una extensa historia tratando de ingresar al negocio del litio. Productor de yodo desde hace más de 40 años, el grupo presentó varias ofertas, entre ellas, la segunda más grande, por 60 millones de dólares, siendo la segunda empresa seleccionada por el Ministerio de Minería para el proceso.

Pese a ello, su participación en el negocio del litio también ha enfrentado diversos conflictos. En 2020, en plena pandemia, una iniciativa del Grupo Errázuriz para explotar potasio y litio a través de la empresa Sociedad Legal Minera NX Uno de Peine en San Pedro de Atacama, que fue ingresada por primera vez hace más de una década y que hasta la fecha no había logrado una resolución de calificación ambiental para poder funcionar, fue denunciada por opositores que temían que se terminara aprobando como parte de las medidas para incentivar la economía en el país, tal como informó INTERFERENCIA en su momento.

A la vez, recientemente se conoció cómo el conglomerado recibió en septiembre de 2020 la aprobación para avanzar en la explotación de litio en el Salar de Maricunga bajo el proyecto “Producción de Sales Maricunga”, donde actúa como titular la empresa SIMCO SpA, confluyendo el capital del Grupo encabezado por Francisco Javier Errázuriz y capitales taiwaneses representados por Simbalik Group, según consignó Resumen.

El proyecto cuenta con una inversión de US$350 millones y proyecta explotar, anualmente, 5.700 toneladas de carbonato de litio, 9.100 de hidróxido de litio y 38.900 de cloruro de potasio, contemplando una vida útil de 24 años. La iniciativa ha sido fuertemente rechazada por la comunidad local, por la amenaza que reviste para el salar.