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Domingo, 20 de Julio de 2025
Política internacional

Marxista, antimigración y contraria a entregar armas a Ucrania: quién es Sahra Wagenknecht, la diputada alemana que divide a la izquierda

Diego Ortiz

Sahra Wagenknecht

Sahra Wagenknecht
Sahra Wagenknecht

Su distanciamiento del progresismo –se opone a las fronteras abiertas y reniega de la “política identitaria”– y una crítica descarnada a su partido, La Izquierda, llevaron a que le pidieran salir de la colectividad. Ahora podría formar su propio partido, complicando no sólo a su sector, sino también a una ultra-derecha alemana donde resuenan sus ideales.

2023, un año sin elecciones presidenciales en Alemania ni elecciones parlamentarias en Europa, podría transformarse en uno de los más importantes en los últimos 15 años para el partido de izquierda alemán, Die Linke (La Izquierda). El colectivo político vive un presente de incerteza, estando al borde de una escisión que podría costar caro para sus aspiraciones. La causa de esto tiene nombre, y viene de sus propias filas: Sahra Wagenknecht (54).

Wagenknecht, eurodiputada entre 2004 y 2009 y miembro del Bundestag (la Cámara Baja del Parlamento Alemán) por Die Linke desde 2009 a la actualidad, estaría pensando en formar su propio partido luego de que la dirección de la colectividad le pidiera renunciar a su militancia. Esto por su discurso crítico y contrario a la política identitaria y progresista del partido, al que pertenece desde su fundación en 2007.

Analistas estiman que buena parte de la intención de voto que comienza a acumular la diputada vendría de AfD, donde un discurso fuertemente nacionalista, económicamente de izquierda y socialmente conservador pareciera resonar con intensidad.

Frenar la entrega de armamento a Ucrania y negociar la paz con Rusia, oponerse a la migración libre y las fronteras abiertas; además de criticar temas como el lenguaje inclusivo, la diversidad y la lucha ambientalista –esto último en hipotético desmedro del combate a la pobreza– son parte del discurso de Sahra Wagenknecht, uno que amenaza la existencia del alicaído partido Die Linke, pero también preocupa a la extrema derecha, siendo popular en votantes de Alternative für Deutschland (Alternativa para Alemania, AfD).

Sondeos incluso indican que el posible “partido Wagenknecht” alcanzaría un 20% del electorado, en circunstancias en que Die Linke perdió la mitad de sus votos y alcanzó apenas un 5% de los asientos del parlamento alemán en las pasadas elecciones de 2021. Analistas estiman que parte de la intención de voto que comienza a acumular la diputada vendría de AfD, donde un discurso fuertemente nacionalista, económicamente de izquierda y socialmente conservador pareciera resonar con intensidad.

“Cuando hablamos de izquierda liberal, no estamos hablando de la lucha para que reine la igualdad de las mayorías, sino de privilegiar las minorías, no hablamos de la lucha por la igualdad, sino de la santificación de la desigualdad”, dice la propia Sahra Wagenknecht en su libro Die Selbstgerechten (2021), que podría traducirse como Los Fariseos o Los Santurrones. En él, los fariseos corresponden justamente a la izquierda liberal, una que está “dominada por un tipo que yo llamo ‘el estilo de vida de izquierdas’ porque políticamente ya no está centrada en los problemas de la política económica y social, sino en cuestiones de estilo de vida, de hábitos de consumo y de posiciones morales”.

En su libro, los fariseos corresponden justamente a la izquierda liberal, una que está “dominada por un tipo que yo llamo ‘el estilo de vida de izquierdas’ porque políticamente ya no está centrada en los problemas de la política económica y social, sino en cuestiones de estilo de vida, de hábitos de consumo y de posiciones morales”.

Respecto a apartar a Wagenknecht de Die Linke, el diputado y líder histórico de la colectividad, Gregor Gysi, aseguró a Der Spiegel que su tienda política se encuentra en una “crisis existencial” a causa de haber descuidado el “aura oriental” con el correr de los años, siendo un error el haber excluido a la parlamentaria del partido. “Los necesitamos, Die Linke no es un partido único sino un ‘partido de origen’ con diferentes corrientes”, aseguró al medio alemán el pasado 18 de julio.

Ahora bien, la decisión de embarcarse en la creación de un partido político propio aun no está tomada, según indica el propio Der Spiegel, medio que aseveró que Wagenknecht no tomará la decisión de dejar a Die Linke hasta fin de año. En ese intertanto, probablemente la diputada sondeará el nivel de apoyo que tiene en la interna de su tienda política, donde ya se están moviendo las piezas.

A principios de julio, la idea del “partido Wagenknecht” sufrió un pequeño golpe. 19 parlamentarios de Die Linke firmaron una declaración comprometiéndose a no romper filas en la colectividad. Dentro de estos representantes se encontraba Sören Pellmann, diputado por Liepzig y quien fuera candidato a la presidencia del partido siendo apoyado justamente por Sahra Wagenknecht, quien hizo campaña activa por él en un intento por llegar a la cabeza de la tienda política que terminó por fracasar. Era considerado uno de los aliados seguros para la creación del nuevo partido.

Si bien la decisión de desprenderse de su partido aun no ha sido tomada por Wagenknecht, desde Die Linke sí han dado pasos en dirección opuesta a sus postulados. Ejemplo claro de ello es la decisión de nominar a la activista climática Carola Rackete para las elecciones parlamentarias europeas de 2024.

Si bien la decisión de desprenderse de su partido aun no ha sido tomada por Wagenknecht, desde Die Linke sí han dado pasos en dirección opuesta a sus postulados. Ejemplo claro de ello es la decisión de nominar a la activista climática Carola Rackete para las elecciones parlamentarias europeas de 2024. Capitana de navío, Rackete ganó fama mundial al comandar el barco Sea Watch, desde el cual rescató decenas de migrantes naufragados para ingresarlos a Italia ante prohibición de autoridades de aquel país. Aquello le valió una persecución penal en el país europeo, de la cual libró al estimarse que había cumplido con “un deber” al rescatar a los migrantes, el cual no terminaba “en el mero embarque a bordo de náufragos, sino en su conducción a un puerto seguro”.



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Comentarios

Comentarios

Me encantó ella. Además, guapa!

Me gustaría saber cuáles son los argumentos del periodista de este artículo para tildar a Sahra Wagenknecht como marxista, porque no leo en su texto ningún fundamento para reconocerla como tal. Solicito seriedad

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