Las condiciones eran distintas y difíciles por la pandemia, pero aún así ayer lunes 8 de marzo se realizó en todo el país una nueva y multitudinaria conmemoración del Día Internacional de la Mujer, convirtiéndose en una demostración de fuerza del movimiento feminista pese a la difícil situación sanitaria.
En marzo del año pasado, la misma jornada estuvo marcada por la recién llegada pandemia del coronavirus a Chile, pero debido a los pocos casos que había en aquel entonces, logró convocar a más de un millón de mujeres sólo en el centro de Santiago, además de otras cientos de miles en otras regiones.
Ayer lunes, si bien no fue idéntica a su versión de 2020, la conmemoración alcanzó nuevamente una asistencia histórica, de seguro el nivel de participación más importante en el transcurso del último año en cuanto a manifestaciones, superando incluso a las ocurridas en la antesala de la votación del primer retiro de las AFP. Una muestra de esto fue que en la Plaza Dignidad, epicentro de las protestas en la Región Metropolitana desde el estallido social, asistieron alrededor de 50 mil mujeres, según la estimación de la Coordinadora Feminista 8M.
El uso de mascarillas y alcohol gel fue habitual para evitar contagios de Covid-19, pero también de manera preventiva, el llamado de este año a cargo de distintas organizaciones feministas consistió en descentralizar las actividades y distribuirlas en diversos puntos a lo largo de todas las comunas del país. De esta forma, fueron más de 100 convocatorias en todo el país según información entregada por la Coordinadora Feminista 8M, las cuales se realizaron desde temprano en la mañana hasta cerca de las 23 horas. Esto incluye actividades en múltiples ciudades pequeñas y pueblos, como Santa Cruz en la Región de O´Higgins o en Santa Juana, en la Región del Bío Bío, donde columnas de mujeres se manifestaron en las calles.
“Nunca más sin nosotras” fue la principal consigna del año pasado, siguiendo la línea de que el movimiento fue protagonista del estallido social. Este año bajo el lema “La Huelga General Feminista ¡Va!”, la Coordinadora Feminista 8M dejó en claro el nuevo paso del contenido político de la manifestación, especificando que “La Huelga General Feminista es: antirracista, anticapitalista, transfeminista, lesbofeminista, disidente, plurinacional, anticarcelaria, migrante, transfronteriza, antinegacionista, antiextractivista, antifascista, transgeneracional, inclusiva”.
Detención de Emilia Schneider
Uno de los hechos que marcó la jornada fue la detención de la ex presidenta de la FECh y actual candidata a la Convención Constituyente, Emilia Schneider, por parte de Carabineros. Esto mientras junto con otras mujeres se aprestaban a realizar una actividad pacífica en las proximidades del edificio de Telefónica.
La ex dirigenta estudiantil, quien fue liberada cerca de cuatro horas después de la detención, manifestó públicamente que “alrededor de cinco o siete carabineros se bajan de una micro y proceden a detenernos sin previo aviso, con uso de la fuerza totalmente desmedida y desproporcionada (...) esto habla de la realidad de carabineros en Chile, hoy este caso es mediático porque se da en un contexto electoral, pero cuántas mujeres, cuántas diversidades sexuales los carabineros las tratan con la misma violencia desmedida, de la misma manera represora y violadora de los Derechos Humanos”, dijo.
Si bien de igual forma hubo episodios de represión en Plaza Dignidad y alrededor de 11 detenciones, a grandes rasgos la policía uniformada no actuó en el lugar. Esto debido principalmente a la alta cantidad de manifestantes, situación que en los últimos viernes de protestas no venía ocurriendo, dado que la menor asistencia de personas permitía a los uniformados el dispersar con facilidad. Mientras que en regiones como el Bío Bío y Valparaíso, también se registraron detenciones durante las protestas.
Por otro lado, nuevamente quedó claro que Carabineros es una de las instituciones más criticadas por las manifestaciones feministas. En Rancagua, un grupo de mujeres realizó una concentración en las afueras de la Primera Comisaría, en la que incluso botaron la reja del recinto.
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