El error de EEUU fue permitir que el gobierno de México extraditara a líderes del crimen organizado a Estados Unidos. Muchos de ellos enviados como verdaderos caballos de troya. Casi un virus de inteligencia que infectará el sistema de varios países incluyendo el americano. Los acusados, para reducir condenas, mencionarán nombres de políticos, militares y policías que fueron y son sus socios actuales.
México tiene una ventaja y blindaje. Estos narcos, que se convertirán en testigos protegidos, tienen sus dineros, propiedades y familiares en México. Por lo que no harían mayor daño a la política ni al gobierno mexicano por temor a represalias.
Entre los extraditados se encuentran fundadores de grupos delictivos y jefes de cárteles como Los Zetas, Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Por lo cual sus testimonios serán de nivel internacional. Estos no operaban desde la sierra mexicana como el Chapo Guzmán.
Otras administraciones americanas poco usaban la información declarada sobre políticos. Se sellaba siempre bajo “seguridad nacional”. Trump usará esta inteligencia para negociar internacionalmente, aunque ignora que los extraditados llevan información que le puede afectar a su propio gobierno.
La jugada de México fue clave. Aquí no habrá fuga de información. Todo calculado y con evidencia. Los narcos entregarán sus relaciones con los verdaderos jefes de los carteles en EEUU que es lo que muchos se preguntan: ¿Dónde están y quiénes son los narcos gringos? ¿Quiénes pagan y envían armas? ¿Quién y qué bancos lavan el dinero? Sin jefes narcos norteamericanos, no habría carteles mexicanos.
Por años la DEA y otras agencias de EEUU saben de la existencia de un grupo de americanos que les denominan el “cartel de Miami” o los “Baker” (Panaderos). Este grupo de ex funcionarios de diversas agencias estadounidenses hoy en día operan asesorando a líderes y jefes policiales en Latinoamérica bajo la pantalla de la seguridad, la lucha contra las drogas y las pandillas, cuando su real negocio que ofrecen es mover la cocaína incautada y luego llevarla a EEUU para la venta. La droga no es quemada como divulgan las noticias, sino que usan harina. Un gran contrabando en que las autoridades latinas reciben un porcentaje. Esto lo pueden confirmar algunos de los líderes narcos recientemente extraditados.
Los servicios de inteligencia de varios países están sobre estos americanos ante la posibilidad de que la actual administración Trump, sin tener conocimiento, los ponga en puestos de gobierno o como diplomáticos que facilitarían sus ilegalidades, más aún si son destinados a México y Centroamérica. Ahora solo queda esperar cuando los extraditados hablen y arda troya.
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Probablemente estos narcos
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