Atascos en las principales arterias de Madrid, vuelos retrasado, estaciones de metro, atracciones turisticas cerradas y piquetes de manifestantes.
Ese es el panorama que enfrenta la capital española, convertida esta semana en el foco de atención de Occidente, ya que ahí se celebrará la XXII° Cumbre del Tratado Atlántico Norte (OTAN), la más importante desde la Guerra Fría, a propósito de la crisis desatada por la invasión rusa a Ucrania, la que fue emprendida -entre otras cosas- para evitar el ingreso del país a este acuerdo de seguridad occidental, que nació en 1949 para hacer frente a la Unión Soviética y sus aliados del Pacto de Varsovia.
Desde el sábado pasado más de 10.000 efectivos policiales custodian los principales puntos de la capital española en donde se moverán los más de 5.000 mil asistentes al encuentro, entre los que se encuentran los principales líderes occidentales, como lo son los presidentes Joe Biden (Estados Unidos), Emmanuel Macron (Francia), y Recep Erdoğan (Turquía); los primeros ministros Mario Draghi (Italia), Boris Johnson (Reino Unido) y Pedro Sánchez (España), y el canciller alemán, Olaf Scholz.
Participarán cerca de 50 delegaciones internacionales a nivel de jefes de Estado y de Gobierno, 30 pertenecientes a los estados miembros, ocho países invitados (Australia, Nueva Zelanda, Japón, Corea del Sur, Finlandia, Suecia, Georgia y Bosnia Herzegovina) y distintos organismos de la Unión Europea (UE).
Desde el sábado más de 10.000 efectivos policiales custodian los principales puntos de la capital española en donde se moverán los más de 5.000 mil asistentes al encuentro, entre los que se encuentran los principales líderes occidentales, como lo son los presidentes Joe Biden (Estados Unidos), Emmanuel Macron (Francia), y Recep Erdoğan (Turquía).
Una convención de los países occidentales y pro-occidentales, los que deberán dar señales respecto de cómo van a dibujar el escenario de seguridad europeo, en la que se esperan anuncios con novedades significativas para hacer frente, por una parte, la ayuda militar y humanitaria a Ucrania, y, por otra, respecto de las medidas contra Rusia.
Esto, en un escenario militar en el que las fuerzas rusas ganan posiciones sistemáticamente, y se evidencian señales de fuerte desgaste por parte de las de Ucrania. Recientemente, las fuerzas rusas capturaron la ciudad de Severodonetsk, lo que supone un importante avance en la conquista del Donbás, las región en disputa, en la parte más oriental de Ucrania. Esto, en un escenario en que la artillería rusa está demoliendo las defensas ucranianas a una velocidad probablemente mayor que la capacidad de reemplazo de armas occidentales y tropas frescas.
otan_vs._pacto_de_varsovia.jpeg

Además, a pesar de las sanciones económicas y financieras impuestas por Occidente, como el congelamiento de las cuentas bancarias de los principales empresarios rusos y el abandono de más de 300 compañías extranjeras, la economía rusa ha mostrado ser resiliente y el rublo registra niveles similares a los de 2014 en su relación con el dólar.
De todos modos, Rusia enfrenta por primera vez en cien años, el riesgo de incurrir en un impago de su deuda externa, lo que implica el aislamiento del país del sistema financiero global. La cuenta asciende a $40.000 millones de dólares en bonos extranjeros, pero la realidad es que no pasa que a Rusia le falte liquidez para cumplir sus compromisos, pues sigue fluyendo el gas y el petróleo rusos, sino que están bloqueados los mecanismos financieros de pago, por lo que Moscú habla de un default artificial. Además, para varios analistas, el principal efecto político del default ya se produjo mucho antes; que la estampida de inversionistas.
De tal manera, se ha transmitido que los propósitos de la Cumbre son convenir un cambio en la forma de defensa, acordar un paquete de ayuda a Ucrania y redefinir el sentido de la alianza. "Será una Cumbre transformadora”, manifestó el noruego Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, en su primera intervención.
Esto, en un escenario militar en el que las fuerzas rusas ganan posiciones sistemáticamente, y se evidencian señales de fuerte desgaste por parte de las de Ucrania. Recientemente, las fuerzas rusas capturaron la ciudad de Severodonetsk, lo que supone un importante avance en la conquista del Donbás, las región en disputa, en la parte más oriental de Ucrania.
Cabe mencionar que entre los acuerdos históricos de la OTAN está el de mutua defensa, el cual obliga a los países miembros a acudir en la defensa de cualquier país socio en caso de alguna agresión militar. Ucrania no pertenece a este acuerdo, pese a que busca postular a pertenecer a él desde 2018, razón por la cual no ha habido un enfrentamiento directo entre la alianza y Rusia. En caso de haber entrentamientos bélicos directos entre cualquie país de la alianza occidental y la Federación Rusa, crecen las posibilidades de que eso escale a un conflicto nuclear.
“Están buscando una nueva razón de ser”, indica el analista internacional y editor de Descifrando la Guerra, Alejandro López. La invasión de Rusia a Ucrania despertó a la OTAN de la “muerte cerebral” declarada por Emmanuel Macron y la ha vuelto a situar en la escena internacional, afirma.
En Madrid la OTAN pretende volver a sus orígenes y considera a Rusia como su “principal amenaza”, tal como lo fue la Unión Soviética, cuyo país eje fue -justamente- Rusia. La alianza busca aprobar en esta reunión un aumento sin precedentes de sus capacidades militares.
“Transformaremos la Fuerza de Respuesta de la OTAN aumentando el número de nuestras fuerzas de alta disponibilidad hasta más de 300.000 soldados”, indicó Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN. La capacidad de respuesta inmediata hoy es de 40.000 mil.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en su encuentro con el rey español, Felipe VI, dijo que la alianza está preparada para cualquier agresión ejecutada desde el Kremlin. “Ahora se está decidiendo qué orden mundial tendremos dentro de 10 años, uno entre autocracias y democracias", exclamó el mandatario estadounidense.
“Aumentaremos el apoyo para nuestro estrecho aliado Ucrania", indicó Stoltenberg, a través de Twitter. Mensaje que fue reforzado en una llamada telefónica con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, quien ha reclamado que ha recibido solo el 10% de lo prometido, y quien ha buscado sensibilizar a la opinión pública occidental, a propósito de un ataque ruso que afectó un mall donde murieron al menos 18 personas, según fuentes ucranianas.
¿Unidad?
Después del 24 de febrero de 2022, día en que Rusia inició la invasión de Ucrania, la OTAN se ha jactado de haber mostrado una cohesión pétrea, para salir en ayuda del país invadido y en convenir sanciones políticas y económicas inéditas contra de Rusia, a pesar de que estas también inflingen daño económico, especialmente en Europa, dada su dependencia de los hidrocarburos rusos.
Sin embargo, a más de cuatro meses de iniciado el conflicto, la Cumbre de Madrid sucede en un escenario en el que se avizoran posibles fracturas.
La principal corrió -antes de la Cumbre‐ por parte de Turquía, país que está aplicando su capacidad de veto para el ingreso de Suecia y Finlandia -algo visto como una de las principales respuestas a la invasión rusa, ya que pone presión a los rusos en el Mar Báltico-, dadas las acusaciones turcas a estos países de apoyar facciones terroristas kurdas en el conflicto en el Kurdistán.
La Cumbre fue una buena instancia para que turcos, suecos y fineses avanzaran hacia un acuerdo. La firma de un memorándum en que las delegaciones finesa y sueca se comprometen a tener mano dura con los kurdos calmó los ánimos y allanó la posición turca, aunque el camino de Suecia y Finlandia todavía podría tener sobresaltos.
“No supone una amenaza inmediata”, respondió Vladimir Putin al ser consultado cuando Suecia y Finlandia postularon formalmente a la OTAN, sin embargo, advirtió que tendrá “consecuencias políticas y militares a largo plazo''. El despliegue de misiles tácticos cerca de la frontera con Finlandia puede ser una de ellas.
La entrada de estos países podría impulsar el poder militar en el Mar Báltico, lo que dificultará la vigilancia de la flota submarina rusa de este territorio.
Suecia se ubica dentro de las 25 potencias militares del mundo, cuenta con un presupuesto de más de $8.600 millones de dólares anuales (unos de 7.914 billones de pesos). En 2020, el parlamento aprobó un nuevo plan de defensa que plantea en 10 años pasar de 60.000 mil efectivos a 90.000 mil.
otan_en_europa.jpeg

Si Suecia ingresa, la organización ganaría la importante isla de Gotland, ubicada en medio del Mar Báltico, a mitad de camino entre Estocolmo y el enclave ruso de Kaliningrado. La definen como un “portaaviones imposible de derrumbar”; tiene una superficie de 3.184 km² y según expertos en estrategía militar es clave para controlar el sur del Báltico.
Finlandia tiene solo 34 mil efectivos militares, pero más de un millón de reservistas. Un 1,3% del PIB del país es utilizado en defensa y cuenta con un arsenal de 700 obuses, 700 morteros pesados y 100 lanzacohetes múltiples; uno de los mayores armamento de artillería de Europa.
Comparte más de 1.300 kilómetros de frontera con Rusia, los que podrían pasar a ser custodiados por la organización y sumarse a los más de 1.244 kilómetros que la alianza comparte con el ex territorio sovietico. Esto dejaría al enclave ruso de Kaliningrado rodeado por la OTAN en caso de guerra.
“Lo hacen para negociar el levantamiento del embargo de armas (...) saben que el éxito de la cumbre depende del ingreso de estos países”, indica Alejandro López. El país enfrenta desde 2019 un embargo de armas por sus acciones en Siria y busca que Europa levante las restricciones.
Otro país que tiene un potencial centrífugo es Hungría, ya que su líder derechista, Víktor Órban, ha bloqueado la posibilidad de un embargo europeo total al petróleo ruso, aduciendo que eso sería una especie de 'bomba atómica' para la economía húngara.
Asimismo, cayó el gobierno de Kiril Petkov en Bulgaria, dadas las graves dificultades económicas que atraviesa el país más pobre de la UE. Una situación que en parte se debe a la decisión de Rusia de obligar a Bulgaria a pagar el gas ruso en rublos, ante lo que Petkov se negó, produciéndose el consecutivo cierre del flujo del hidrocarburo a este país europeo, cuya matriz energética es la de mayor dependencia del gas ruso.
Finalmente, Alemania, Francia e Italia, han dado distintas señales de distensión hacia Rusia, y parecen no compartir la idea de los líderes de Ucrania, Reino Unido, Polonia, Estonia, Letonia y Lituania, quienes deleznan de una salida negociada que implique pérdidas territoriales para Ucrania.
Lo que viene
La jornada de este miércoles 29 de junio, partirá con una breve intervención de Jens Stoltenberg frente a los más de 200 medios acreditados en el evento. El secretario ofrecerá dos puntos de prensa más a lo largo del día.
Se espera que los mandatarios y delegaciones de los 38 países invitados comiencen a llegar desde las 8 de la mañana para participar del primer foro dedicado a Ucrania, en donde intervendrá de forma telemática Volodímir Zelenski. Según fuentes del gobierno español, estará presente de forma presencial el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytró Kuleba.
Durante está jornada, los jefes de Estado y Gobierno discutirán un documento de 15 páginas denominado Concepto Estratégico de Madrid, el cual será la hoja de ruta de las prioridades y desafíos a ejecutar durante está década. En la tarde se sumarán al foro los ocho países invitados al encuentro y los distintos organismos internacionales de la Unión Europea.
La jornada finalizará con una cena para los 44 líderes asistentes a la cumbre en el claustro de los Jerónimos del Museo del Prado, presidida por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
Comentarios
Añadir nuevo comentario