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Miércoles, 6 de Agosto de 2025
Supremacistas avergonzados

Quiebre entre neonazis de EE.UU.: uno de sus ‘rostros’ los engañó asegurando que peleó en el Batallón Azov cuando ni siquiera habla ucraniano

Diego Ortiz

Kent 'Boneface' McLellan, el neonazi que engañó a todos con pelear en Ucrania

Kent 'Boneface' McLellan, el neonazi que engañó a todos con pelear en Ucrania
Kent 'Boneface' McLellan, el neonazi que engañó a todos con pelear en Ucrania

Boneface, idolatrado por sus historias de combate en Ucrania en una reconocida agrupación neonazi, fue el rostro de una mediática manifestación de estos grupos en Florida hace una semana. Ultraderechistas ucranianos desmintieron su participación en la guerra luego de ver imágenes del evento: sus fotos en la línea de fuego eran montajes.

Ha sido una semana vergonzosa para los neonazis de Estados Unidos. El grupo de racistas, homófobos, antisemitas y anticomunistas fue engañado por uno de sus miembros más reconocidos con toda la prensa de testigo.

Septiembre comenzó como un mes de gloria para los neonazis, irrumpiendo con fuerza en la prensa nacional e internacional después de que 50 de sus miembros se congregaran a plena luz del día en el estado de Florida, con banderas y esvásticas en mano. Dieron amenazantes entrevistas asegurando la superioridad blanca y honrando a Adolf Hitler. El espíritu de los manifestantes era triunfante, pero con el correr de los días esto se disiparía.

Al frente de la concentración de aquel 2 de septiembre y como uno de los rostros del nazismo estadounidense del siglo 21, figuró Kent Boneface McLellan, un supremacista blanco reconocido en la escena de ultra-derecha de aquel país. Aún sin considerar los cantos a Hitler, las esvásticas y el saludo fascista que realizó múltiples veces, McLellan es un hombre que no pasa desapercibido: toda su cara está cubierta de tatuajes. Boneface se transformó, en los días posteriores a la demostración de fuerza nazi, en el motivo del bochorno de los neonazis de Estados Unidos.

McLellan llegó a la primera línea del grupo supremacista blanco jactándose de participar de la guerra ruso-ucraniana en el Batallón Azov, un mediático elemento del Ejército de Ucrania con fuertes lazos nazis y neonazis. Era todo mentira.

Según reveló Vice, Kent McLellan llegó a la primera línea del grupo supremacista blanco jactándose de participar de la guerra ruso-ucraniana en el Batallón Azov, un mediático elemento del Ejército de Ucrania con fuertes lazos con grupos nazis y neonazis. Las imágenes de Boneface y los neonazis de Florida recorrieron el mundo, llegando a los ojos de los ultra-derechistas ucranianos, quienes encendieron las alarmas. Era todo mentira.

McLellan nunca estuvo en la guerra. Ultra derechistas ucranianos y norteamericanos crearon un grupo en la plataforma de mensajería Telegram para exponer la mentira, asegurando que Boneface jamás peleó con ellos. La polémica llegó a oídos del grupo Blood Tribe, organizador de la congregación neonazi. Boneface estaba en problemas, pero se defendería.

De acuerdo con lo informado por Vice, Christopher Pohlhaus, el líder de Blood Tribe, organizó junto a otros miembros un juicio público que consistió en analizar la evidencia proporcionada por los neonazis para refutar o probar si uno de sus rostros estuvo en el conflicto bélico, peleando junto al grupo supremacista blanco. Vice presenció el juicio, transmitido vía Telegram, el que expuso el indecoroso resultado para todo el mundo. (Lea acá el artículo de Vice, en inglés).

Todo se jodió cuando a McLellan le tomaron la palabra y le pidieron que hablara ucraniano.

El “análisis” del caso duró dos días. Durante la primera jornada, Boneface parecía haber sorteado a la masa neonazi inquisidora. Explicó que la razón por la cual sus documentos de viaje parecían falsos era porque se le habían mojado accidentalmente ese día, y que las fotografías donde su cara salía montada encima de verdaderos soldados del Batallón Azov eran producto de sus fanáticos, que lo photoshopearon sin su consentimiento.

Todo se jodió cuando a McLellan le tomaron la palabra y le pidieron que hablara ucraniano.

En su camino a la fama ultra, el flamante rostro de la Blood Tribe había asegurado que hablaba aquel idioma. Sin embargo, a la hora de la verdad, Boneface intentó pronunciar algunas oraciones, siendo desmentido in-situ por un auditor que habla ucraniano, quien explicó que sólo estaba diciendo palabras aleatorias y haciendo sonidos eslávicos vagos. Al día siguiente, McLellan no se presentó al juicio.

Pohlhaus con McLellan durante la concentración en Florida

Pohlhaus con McLellan durante la concentración en Florida
Pohlhaus con McLellan durante la concentración en Florida

En la jornada final, los neonazis revisaron una a una las pruebas en su contra, cayendo en cuenta de que las excusas del hombre de cara tatuada no tenían sentido. Las sospechosas fotografías que parecían montajes ahora eran definitivamente montajes.

"Pedimos disculpas por haberlo apoyado alguna vez porque, para ser honesto, todos lo hicieron", escribieron miembros de Blood Tribe a través de sus redes sociales. "También caímos en las exageraciones de Boneface".

Las conclusiones del líder de la banda neonazi, Christopher Pohlhaus, después de decidir excluir a McLellan de la organización, son tragicómicas: “Imagino que ahora lo pasará realmente mal. Realmente mal porque sabemos que un tipo como el no va a poder encajar en la sociedad normal”, recogió Vice.

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