La escalada comunicacional del gobierno de Donald Trump contra Irán continúa cuando se cumplen siete días de guerra entre Teherán e Tel Aviv.
Mientras se espera que Estados Unidos haga un movimiento militar contra el ayatolá Alí Jamenei, Trump ya habría declarado a sus altos asesores que aprobaba los planes de ataque contra Irán, pero que postergaba dar la orden final para ver si Teherán abandonaba su programa nuclear, según informaron fuentes familiarizadas con las deliberaciones al periódico estadounidense Wall Street Journal.
Según el WSJ, Trump habría dado instrucciones privadas a los militares en la Sala de Crisis de la Casa Blanca el martes por la noche.
Públicamente, el mandatario ha afirmado que un ataque es una opción. "Tengo ideas sobre qué hacer, pero no he tomado una decisión definitiva; prefiero tomar la decisión final un segundo antes de la fecha límite", declaró este miércoles.
Trump espera que la amenaza de unirse a los ataques de Israel contra Irán, que continuaron por sexto día, obligue a Teherán a cumplir con sus exigencias, según las fuentes del WSJ.
Por su parte, Israel continuó con la llamada “Operación León Ascendente”, atacando la infraestructura nuclear, el liderazgo militar y otros objetivos iraníes, con bombardeos iniciados la semana pasada.
El foco de estadounidenses e israelíes estaría en la planta iraní de enriquecimiento de uranio llamada Fordow. No obstante, Israel aún no ha atacado la instalación, que se encuentra bajo una montaña y, según expertos militares, está fuera del alcance de casi cualquier bomba, salvo las más potentes.
Mientras Trump sigue sopesando su decisión, el ejército estadounidense continúa desplazando fuerzas a Europa y Oriente Medio, incluyendo aviones cisterna para reabastecer aeronaves en vuelo, buques de guerra capaces de derribar misiles balísticos, un grupo de combate de portaaviones y cazas aire-aire F-22 avanzados, que volaron el miércoles a una base en Gran Bretaña.
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