Este jueves 14 de noviembre se cumple un año desde que el Comando Jungla de Carabineros asesinó a balazos al joven mapuche Camilo Catrillanca en la comunidad de Temucuicui. El hecho marcó un antes y un después en Chile. Por un lado, significó el fin del Plan Araucanía impulsado por el gobierno de Sebastián Piñera, pero también significó un hito en para el pueblo mapuche y la relación de este con el pueblo chileno.

Durante las primeras horas posteriores al asesinato, el entonces intendente de la Región de la Araucanía, Luis Mayol, utilizó una maniobra propia de la dictadura: Catrillanca se había enfrentado a Carabineros y en ese contexto habría muerto. Además, agregó que Camilo había participado del robo de un auto. 

Por otro lado, Hermes Soto quien era el Director General de Carabineros, declaró que no tenían los antecedentes suficientes como para asegurar si el disparo provino de su institución o no.

Después de 16 horas de silencio gubernamental, Andrés Chadwick en su posición de ministro del Interior también declaró en un punto de prensa desde La Moneda que Catrillanca había muerto en medio de un enfrentamiento. “No queremos y esperamos que nunca muera un joven producto de la violencia, de un delito común”, dijo entonces Chadwick.

El 17 de noviembre, en el funeral de Camilo Catrillanca se congregaron todos los sectores del pueblo mapuche, como el vocero de la CAM Héctor Llaitul y el werkén del Consejo de Todas las Tierras, Aucán Huilcamán.

Durante los primeros días que siguieron a la fatídica jornada, esa fue la tónica que instaló el gobierno a través de los medios de comunicación. Sin embargo, con el paso de los días se comenzó a hacer más evidente que la versión defendida por Carabineros no era consistente. Hermes Soto le informó luego a Chadwick que los registros grabados por la GoPro de uno de los funcionarios que iban en la patrulla de donde salieron los disparos, había sido destruida. Poco más de un mes después del asesinato, CIPER dio a conocer los videos del operativo que terminó con la vida de Catrillanca.

En enero INTERFERENCIA dio a conocer que una hora después del asesinato, Chadwick recibió una llamada del general Mauro Victtoriano. En esta, el general le informaba al ministro de Interior de la situación y además agregó que Catrillanca iba desarmado. Es decir, desde un comienzo Chadwick y el gobierno estuvieron al tanto de que la muerte del joven no había ocurrido en el marco de un enfrentamiento. “Lamentablemente había una muy mala comunicación e interferencia, por lo tanto, el general Victtoriano me pudo haber dicho lo que señala, pero no fue recibido adecuadamente”, fueron las palabras con las que Chadwick se excusó al ser consultado por este antecedente. El ex ministro del Interior, recién salió el pasado 28 de octubre del cargo.

Se cumple un año desde el asesinato político de Camilo Catrillanca, pero su memoria siguen más vigentes que nunca tras casi un mes de protestas ininterrumpidas, que han estado marcadas por la salida de militares a la calle y la gran represión a manos de Carabineros.

La cara de Catrillanca ha marcado las jornadas y la bandera mapuche se ha convertido en un símbolo de lucha y resistencia. “Los mapuche decían la verdad”, es una de las consignas utilizadas por muchos de los manifestantes haciendo referencia que con el estallido social, el resto del país se ha dado cuenta de la violencia utilizada por Carabineros.