° El 5 de agosto de 2010 sucedió algo extraordinario y futurista en Internet. Aquella noche en el Madison Square Garden tocó la banda canadiense Arcade Fire, el Cirque du Soleil de la música pop. Lo soprendente fueron dos cosas: a) que la grabación en video de la rutina musical la facturó Terry Gilliam, el héroe de los Monthy Python y el perpetrador del hit cinematográfico ochentero del Cine Normandie, Brazil, y b) que el recital se transmitió vía streaming a todo el planeta por YouTube. Fue el inicio de todo. Sin ello no habrían habido ni Luisitos Comunica, ni Altozanos, ni Twitches, ni TeLoResumos.
* Este fenómeno de una plataforma que lanza una manera de consumo mediático y de presencia en el inconsciente colectivo de una expresión del hacer cultural humano ya había sido adelantado por la escritura, la imprenta, los periódicos y más recientemente la TV Cable, esta última con la transmisión desde CNN de la ahora llamada Primera Guerra del Golfo en 1991, y sobre todo para lo que acá nos convoca, ESPN con la NBA del básquetbol de Michael Jordan en la primera mitad de los mismos años noventa: la NBA y su éxito planetario no habría existido sin el cable, como explica el documental "The Last Dance".
* Las plataformas vía la red se dieron cuenta hace ya mucho tiempo que podían explotar sus recursos haciendo un crossover con estrellas o tendencias del momento. ¿Cómo olvidar cuando las bananas pistoleras de Fortnite se juntaron ya sin disparos en un escenario central del juego para presenciar un recital en vivo de Travis Scott en 2020 en plena pandemia? ¿O como olvidar tampoco como los cantos de marineros del siglo XIX, los llamados sea shanties, volvieron a la vida hace un par de años por milagro de Tik-Tok?
* Una vez conversando con mi amgo gringo Scott sobre "Viva el Lunes", él me dijo: "¿Cuál es el día más fome de la semana? El lunes. Por eso se inventó en los Estados Unidos el Monday Night Football y en Chile el programa de la Bolocco, el Kike y Alvarito".
* Esa idea de la NFL, la liga de fútbol americano estadounidense de dominar la TV lamentablemente nunca logró exportarse, como la NBA merced a Jordan 23 y ESPN. Por más que hayan tratado de hacer una liga europea en los noventas donde jugaba una versión del Barça catalán llamada los Barcelona Dragons. Por más que en los ultimos veinte años hayan sacado partidos de las arenas yanquis para llevarlos a jugarse en México, Canada o Wembley. Por más que hayan inventado el show estratosférico del medio tiempo del Super Bowl de la mano de los productores Don Mischer o Ricky Kirshner.
* Por todo esto, la transmisión internacional global de dos partidosl de la NFL-de los Chiefs vs. los Steelers, de los Texans vs. los Ravens- este pasado miércoles 25 de diciembre por Netflix son quizá no solo el último intento de la liga de la pelota ovoide por alcanzar una gravitancia planetaria, sino que, más que ello, el inicio de una nueva tendencia en las audiencias globales: un pedacito del futuro.



 
 
 
 
 
  


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