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Viernes, 19 de Abril de 2024
Aumentan las dudas

Una de las víctimas del incendio de Kayser sufrió lesión pocas horas antes de aparecer calcinado

Nicolás Massai D.
Diego Ortiz

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Fábrica de Kayser por dentro. Foto: Interferencia
Fábrica de Kayser por dentro. Foto: Interferencia

El fiscal Xavier Armendáriz indicó a los familiares de las víctimas que el único cadáver no identificado tiene una lesión ocurrida entre 8 a 12 horas antes del desastre. En la autopsia aparecen fragmentos metálicos en el muslo de la víctima, los que no fueron investigados por el Servicio Médico Legal ni estarían siendo indagados por la Fiscalía.

Admision UDEC

El miércoles 30 de octubre Xavier Armendáriz, persecutor jefe de la Fiscalía Centro-Norte de Santiago, se reunió por más de una hora con una decena de familiares de los fallecidos en el incendio de la fábrica textil Kayser en la comuna de Renca, hecho ocurrido el domingo 20 de octubre alrededor de las tres de la tarde.

Al fiscal lo acompañaba un grupo de unos siete funcionarios del Ministerio Público, entre ellos el fiscal José Morales, asignado para dedicarse a este caso que impactó a la opinión pública al encontrarse cinco cuerpos calcinados al interior de una de las bodegas de esa empresa. Además de Morales, a Armendáriz también lo acompañaron la jefa de la unidad de atención a víctimas, Cecilia Frei –hija del ex-presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle–, y la encargada de comunicaciones de la Fiscalía, Marlis Pfeiffer, hija del fallecido ex presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago, Alfredo Pfeiffer.

La idea de la reunión era informar a los familiares acerca del avance de la investigación, así como también escuchar sus dudas y preocupaciones. Concurrieron distintos familiares de los fallecidos, salvo de uno. El quinto cuerpo encontrado en la bodega sigue sin ser identificado. Ese miércoles, precisamente, y diez días después del incendio, Armendáriz le dedicó algunas palabras al cadáver que todavía nadie reconoce, entregando información trascendental a las cuatro familias presentes.

Armendáriz comentó que ese cuerpo tenía una lesión en el pie, y que Vivian Bustos, médico criminalista que trabaja en el Servicio Médico Legal (SML) le había indicado que esta herida se produjo entre 8 a 12 horas antes de que la persona no identificada falleciera en el incendio de la fábrica.

INTERFERENCIA accedió a la autopsia practicada a este cuerpo, donde no se mencionan lesiones en los pies. Sin embargo, en el reporte se constata que la víctima presentó varios fragmentos metálicos en el muslo izquierdo, los que no se periciaron ni se enviaron a estudiar a laboratorio.

Este último hecho continúa con los cuestionamientos al trabajo del SML en estas autopsias, así como a las diligencias encargadas por la Fiscalía, las que, en otro de los casos, se profundizaron con el artículo que este medio publicó hace cuatro días, titulado “Cuerpo calcinado de Kayser tenía 3 orificios en el tórax, pero autopsia no lo indagó".

Una hora de autopsia

El pasado 21 de octubre, un día después del incendio en Kayser, se le practicó la autopsia al único cadáver que no ha sido identificado de los cinco que se encontraron en la fábrica. A las 12:10, en las dependencias del Servicio Médico Legal, el médico legista Germán Tapia Coppa comenzó el procedimiento. Como descripción general, estableció cosas obvias y otras menos obvias: el cadáver era de un adulto, su sexo era masculino y su cuerpo presentaba “carbonización de la superficie corporal y con flexión de ambas extremidades superiores e inferiores”.

Antes de detallar el examen interno del cadáver, el doctor Tapia especificó que previo a inspeccionarlo, se tomaron una serie de radiografías que evidenciaron fracturas del hueso radio y cúbito de los dos antebrazos, además de confirmar “la ausencia de cuerpos extraños en cavidades corporales”. Sin embargo, a continuación, el médico indicó que, a través de la radiografía, se pudo determinar la presencia de “material radio opaco irregular compatibles con fragmentos metálicos” en un sector del muslo izquierdo.

En ninguna parte del documento el forense especificó el hallazgo de una lesión que tuviera una data de 8 a 12 horas antes de la hora de fallecimiento. Así y todo, el fiscal Armendáriz les comentó a los familiares de las otras cuatro víctimas que el cuerpo sin identificar presentaba una lesión con esas características.

Según testimonios y un extracto de audio de la reunión del 30 de octubre en la Fiscalía –al que tuvo acceso este medio–, Armendáriz dijo que esa información se la había proporcionado Vivian Bustos. Sin embargo, no detalló el documento desde el cual la experta extrajo esos datos. Por lo mismo, y como no aparece nada de eso en la autopsia, INTERFERENCIA le envió las siguientes preguntas a Armendáriz ayer martes, a partir de la lesión de la que habló:

-¿Cómo supo que esta lesión se produjo 8 a 12 horas antes si eso no aparece en la autopsia?

-¿Por qué le dijo esto Vivian Bustos y no Germán Tapia, el legista que hizo la autopsia a este cuerpo?

-¿Por qué no se enviaron al laboratorio muestras de los fragmentos metálicos en el muslo izquierdo del cuerpo no identificado?

INTERFERENCIA también le consultó si la lesión de la que habló él guardaba relación con los fragmentos metálicos hallados en el muslo izquierdo. Sin embargo, ni el fiscal ni la encargada de comunicaciones respondieron a nuestras preguntas.

Críticas a la autopsia

Los fragmentos de metal hallados en el muslo del cadáver calcinado no fueron enviados a laboratorio por el doctor Germán Tapia. Tampoco fueron analizados en la misma autopsia. De hecho, en el documento se habla dos veces de las extremidades inferiores del cadáver: cuando se establece la posición flectada –como “esgrimista”– y cuando se describe el hallazgo de material metálico en la pierna. Esto último no se examinó y solo se observó en la imagen radiográfica, tal como quedó establecido en el informe.

Para el médico forense Luis Ravanal, quien revisó la autopsia a petición de INTERFERENCIA, el hecho de que no se haya tomado muestras para enviar a análisis de laboratorio “es inaceptable en cualquier parte del mundo, es una omisión fundamental, imperdonable”.

“No sabe qué forma, qué material y qué dimensiones tienen esos fragmentos metálicos no identificados. Debió haber determinado si es plomo, si es cobre, si es hierro, o una combinación de varios metales. Por eso era importante recoger estos fragmentos, analizarlos, mandarlos a laboratorio. Eso da cuenta de una incompleta valoración durante la autopsia. Es una omisión capital”, dijo.

Además, el también gobernador de la Asociación Mundial de Medicina Forense agregó que esto “deja en evidencia lo que el mismo SML ha dicho: que no hacen peritajes balísticos; pero si no lo hacen, debieran haber reservado esa extremidad para que algún experto, dado que no lo hacen ellos, hubiera analizado esa evidencia, porque invariablemente afecta la investigación. No es normal encontrar fragmentos de metal en un muslo, y tampoco es correcto que el experto omita ese análisis”.

Carmen Cerda, médico forense y directora del Departamento de Medicina Legal de la Universidad de Chile, indicó que la autopsia no tiene “absolutamente nada extraño” al pedirle la revisión de la misma. “A lo mejor lo que les llama la atención son los fragmentos metálicos. Puede ser de una explosión en el incendio. Hay que investigar si esta persona andaba con alguna cuestión explosiva. Esos cuerpos extraños no son balas. Son como esquirlas, pueden ser de una cuestión explosiva cualquiera. No se ven orificios y cuesta mucho ver la herida porque está todo coagulado”, afirmó a nuestro medio.

De todas formas, la doctora Cerda precisó que “en rigor, debió enviarse al laboratorio los fragmentos metálicos, aunque me parece que en el SML no analizan metales. Es posible que por su forma y tamaño, ya en una primera revisión de las radiografías, se haya desestimado que correspondieran a proyectiles. Por otra parte, por su ubicación en el cuerpo, no parecen haber desempeñado ningún rol en la causa de muerte”.

Ambos expertos difirieron, a su vez, en el análisis de un hematoma subdural encontrado en el cráneo del cadáver. Para el doctor Luis Ravanal, este hecho “resulta más sospechoso de trauma que de un efecto que sea producto del fuego, porque el hematoma por calor es extradural, por fuera de la meninge, y no por debajo. Eso tampoco se estudió”, mientras que para la doctora Carmen Cerda queda claro que la lesión “es post mortem, producto del calor”.

INTERFERENCIA se contactó con los médicos Vivian Bustos y Germán Tapia, ambos del SML. La primera fue contactada vía mensaje de WhatsApp, y no se refirió al tema de este artículo; el segundo fue contactado vía correo electrónico, pero no se obtuvo respuesta.

El caso N.N. se suma al de Yoshua Osorio, en cuyo cuerpo se encontraron tres orificios que no fueron estudiados por el SML. Y aunque el fiscal José Morales pidió una aclaración al organismo respecto de este tema, el actuar de la Fiscalía y el SML tiene nerviosas a las familias. Pero Xavier Armendáriz les aseguró en la reunión del 30 de octubre que “somos personas decentes, que a lo mejor nos equivocamos, pero no hacemos mal nuestro trabajo, y no vamos a estar para ocultar nada a nadie”. Eso mismo es lo que esperan las familias de Renca.



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