Creo que tocamos fondo ¿o aún no? Llevo tres semanas empezando esta columna sobre los programas políticos de la TV chilena, sin tener ninguna idea de lo que va a salir finalmente. Creo que los medios cayeron en una especie de conspiración para dejarme sin temas, y así verme obligado a reflexionar respecto de mi desempeño como columnista (ja, ja, ja, ja).
Pero, más allá del sarcasmo, creo necesario dejar mi testimonio de una crisis que veo venir hace rato.
Desde el comienzo de la Convención Constitucional me interesó estar presente como espectador en cada sesión. No quería dejar pasar este momento único e histórico de Chile. Me emocionaba pensar que tendría acceso a un montón de información y que todos los medios tendrían una cobertura excepcional de un evento único, que nos debía llenar de orgullo (y a mí de contenidos que comentar).
Pero no. No fue así, y en casi tres meses de funcionamiento de la Convención, está no cuenta aún con un canal público que transmita las sesiones, ni menos con una página amigable que permita navegar con facilidad y así seguir el día a día. Esto habría permitido proveer de información a los canales y -en mi caso- dado el material para columnas más robustas y llenas de sentido.
En cambio, el canal de Youtube de la Convención es mi único aliado, el que me conecta con algunas sesiones que me interesan, las cuales debo adivinar en qué canal están de lo ocho que existen. Tampoco la Convención cuenta con puntos de prensa ni informes semanales con sus avances. Y, aunque confío en que la Comisión de Comunicaciones pueda mejorar estas falencias, debo decir que -de momento- hay un desorden comunicacional que es un desastre.
La Convención no ha dispuesto de las mejores herramientas para informar, pero eso no exculpa a los canales por no hacer bien su trabajo.
Pese a todo, logré tener una rutina diaria para seguir algunas sesiones y tratar de entender cómo trabajan nuestros convencionales. Esto me permitió ser una voz en la difusión de un muy buen material que se origina al interior de la Convención, dándome herramientas para desmentir vía Twitter a medios, periodistas, activistas, políticos y hasta convencionales, que difundieron material adulterado, con el fin de difamar el trabajo de la Convención.
Episodios tengo por montones y podría hacer una columna completa con cada uno de ellos. pero no es la idea de este mensaje, porque mi punto va hacia los medios ¿Dónde están? ¿Por qué no cubren como se debe este momento histórico? y ¿Por qué sus resúmenes carecen de información y solo se quedan en la pequeñez de un titular o de un rumor?
Finalmente, ¿Se debe esto a que la Convención no ha dispuesto de los mejores mecanismos de información que mencionaba anteriormente?
En mi opinión, la TV está haciendo un triste papel, pese a las dificultades ciertas que hay para crear información.
Tal vez Fernando Paulsen, panelista de Tolerancia Cero de CNN, dio con algunas claves al citar anoche una investigación de Ciper sobre los ataques a la Convención Constitucional, exponiendo datos que espantan a cualquiera. Como por ejemplo; hay alrededor de 8.000 cuentas únicas que se coordinan para lanzar ataques directos en contra de la convención, sin contar con el eco de los mismos convencionales o partidos que están detrás de quienes vociferan esas fakes news.
Entonces me pregunté: ¿Por qué el canal de Paulsen -y el resto- no hace lo contrario, y combaten esa campaña de intoxicación informativa, con información? Y ahí fue cuando decidí escribir esto.
No tengo la respuesta, pero no puedo dejar de asombrarme respecto a cómo nosotros dejamos que Iván Valenzuela, conductor de Mesa Central de Canal 13 pregunte muy campante al convencional Fernando Atria (FA): “¿Cómo se hace una constitución que no le pase la máquina a las fuerzas minoritarias, como la derecha, porque así como critican a la actual constitución por determinar una manera de entender el Estado. el modelo de desarrollo, en fin, todo lo que usted viene criticando hace diez años, pero para el otro lado?"
La pregunta es insólita, pues intenta empatar dos constituciones totalmente diferentes, y menos mal que la respuesta de Atria fue -a mi juicio- magistral: “Yo creo que no se puede llamar una constitución unilateralmente impuesta a una constitución acordada por 2/3 de un órgano representativo. Hagamos que las palabras sigan significando algo, unilateralmente no significa 2/3. Unilateralmente significa que después de un golpe de Estado y por una comisión compuesta por juristas convocados por el dictador. Eso es unilateralmente impuesta”.
Tampoco tengo explicación para lo que pasa en Estado Nacional de TVN, donde la discusión de la actualidad de la Convención estaba a cargo de Natalia González, directora de Asuntos Jurídicos y Legislativos de Libertad y Desarrollo; Francisco Vidal, ex ministro de la Concertación ; Javiera Cabello, abogada de Convergencia Social; y Cristián Valenzuela, abogado y magíster en ciencias políticas del Partido Republicano, quienes analizaron la semana más compleja para la Lista del Pueblo tras el polémico rechazo de la candidatura de Diego Ancalao, pero ¡sin ningún representante de la Lista del Pueblo!
Así se debate en este formato de TV política y así se desgasta el interés público en la política, pues se trata al final de televisión elaborada solo para unos pocos, y que llega a ser intrascendente.
Pero, todo esto nos enciende una alarma para ser más activos, estar más atentos y quizás despertar ese Wolf que todos llevamos dentro para confrontar una inédita campaña de intoxicación informativa y de vaciamiento de los contenidos relevantes de este organismo que será histórico y fundacional, pese a la TV del domingo.
Comentarios
Creo que toda la cobertura de
Estoy muy contenta y
Grande Mr Wolff!
Mr Wolf, precisa descripción
Critica constructiva, esta
Mr Wolf, excelente crónica
Mr. Wolf, los actores que
La televisión abierta como
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