Pese a que con el 99,44% de las mesas escrutadas el Partido Comunista sólo logró dos consejeros de los 17 que la lista Unidad para Chile tendrá en el próximo Consejo Constitucional, la colectividad que lidera Guillermo Teillier, se consolidó como el partido más votado del oficialismo con 742.940 electores.
Lo anterior, en desmedro del Partido Socialista (PS), colectividad que con sus 557.021 obtuvo seis consejeros. Respecto a los partidos del Frente Amplio, Revolución Democrática (RD) y Convergencia Social (CS), cada uno alcanzó cuatro escaños en el próximo órgano constituyente, mientras que Comunes llegó solo a un consejero, según datos al cierre de esta edición.
Más allá del número de consejeros que cada partido oficialista obtuvo, lo concreto es que el PC se consolida como la tienda más votada de la alianza de gobierno. Voces al interior de la lista, señalan a Interferencia que dicho resultado se explica por la “disciplina” de su electorado.
“No pueden decir que el PS está muerto, pero si pueden decir que el PPD lo está”, dice una fuente socialista a esta redacción.
Por otra parte, las mismas fuentes sostienen que en el escenario de ‘polarización’ que se abre con los 22 consejeros de Republicanos dentro del Consejo, seguido de los 17 consejeros de Unidad para Chile, se posibilita un reequilibrio de poderes al interior de la izquierda y la centro izquierda, en el cual la disputa por la hegemonía se dará fundamentalmente entre el PC y el PS. La muestra más clara del debilitamiento del oficialismo en este nuevo escenario es que el poder de veto se lograba con 21 consejeros y Republicanos por propio mérito consiguieron 22 cupos, en desmedro de los 17 que consiguió Unidad para Chile.
Eso, más aún con el pobre desempeño que obtuvo la lista Todo por Chile (PPD, PR, DC), que buscó interpretar un centro o ‘moderación’ sin éxito, pues no logró ni siquiera un consejero dentro del órgano redactor, ni tampoco pudo revertir la tendencia a perder votación elección tras elección. De hecho, el PC quedó a solo 90 mil votos de todos los que obtuvo la lista de Todo por Chile (835.879).
“No pueden decir que el PS está muerto, pero si pueden decir que el PPD lo está”, dice una fuente socialista a esta redacción luego de los resultados de la votación, la que describió como un “desastre”, pues indica “el poder de veto quedó en Republicanos, un partido que no estuvo en el proceso ni quería una nueva Constitución”.
Una situación que contrasta con la celebración que se vivió fuera de la sede del Partido Socialista en el eje París-Londres, lugar al que llegaron todos los timoneles, figuras políticas clave de la lista Unidad para Chile y militantes de las distintas tiendas políticas.
“Yo no entiendo por qué aplauden”, dice una fuente a esta redacción a propósito de los resultados. “Yo no estoy para nada feliz”, acota otra de las voces. “Es parte de lo que hay que transmitir”, señala otra voz presente en el acto.
Partido de la Gente: baja votación y ningún consejero electo
Sin embargo, la derrota más dura la sufrió Franco Parisi, líder del Partido de la Gente. En concreto, la lista del PDG tuvo el peor desempeño de las elecciones, pues solo alcanzó el 5,5% de los votos.
Un golpe duro a la colectividad, que en sus planes, pensaba obtener el triple de la votación que finalmente obtuvo, señala una fuente a Interferencia. Pese a que los últimos estudios de opinión ya mostraban una caída del PDG en el electorado, distintas voces atribuyen que el episodio de la consejera Karla Añez, condenada por narcotráfico, fue definitivo para la colectividad.
“Lo de Arica fue un golpe muy bien calculado. El que lo hizo, lo hizo muy bien”, dijo Parisi desde el aeropuerto de Santiago.
“Lo de Arica fue un golpe muy bien calculado. El que lo hizo, lo hizo muy bien”, dijo Parisi desde el aeropuerto de Santiago, momentos antes de tomar su avión rumbo a Estados Unidos, una vez la tendencia ya era conocida. “Creemos que viene del sector del Gobierno, pero benefició a Republicanos”, agregó Parisi, quien además no esperó los resultados en el comando PDG dado el viaje programado.
Más de dos millones de votos nulos y blancos sumado a considerable abstención
Tratándose de una elección con voto obligatorio, resultó llamativa la importante cifra que alcanzaron los votos nulos (más de dos millones) y los votos blancos (más de 500 mil), quienes se suman a quienes se restaron de participar del proceso (2,3 millones de electores que se abstuvieron), lo que marca 4,8 millones de ciudadanos que no se inclinaron por ningún candidato, en un padrón de 12,8 millones de electores.
Una cifra que puede interpretarse como un una señal de rechazo al actual proceso constituyente y de desafección de la política, algo que se sigue expresando con fuerza en el escenario de voto obligatorio.
Un botón de muestra fue lo ocurrido en la mesa 188 de Punta Arenas, donde se registró que los votos nulos obtuvieron mayor cantidad de electores que cualquier otro candidato en la zona. De acuerdo con el recuento de votos en dicha mesa de la capital magallánica, se marcaron al menos 27 votos nulos y 2 blancos.
De esa forma, entre los votos nulos y blancos, es decir, los electores que no marcaron una preferencia, superaron el 20%, un quinto de los votantes en todo el país, más que la lista del Partido de la Gente y del pacto del PPD y la Democracia Cristiana.
A nivel nacional, con el 99,44% de las mesas escrutadas, el 17% de los electores, correspondiente a 1.753.656 marcó nulo en su voto, es decir, no indicó una única preferencia.
Los votos blancos en tanto, es decir, quienes no marcaron nada en su papeleta alcanzó el 4,6% de los votos.
En comparación con otros comicios, se pueden considerar las últimas elecciones, para el plebiscito constitucional del 2022 cuando el voto también fue obligatorio y hubo 200.881 votos nulos, lo que representó el 1,54% del total.
Para comparar con otra elección con voto obligatorio habría que ir hasta las elecciones presidenciales del 2009. Allí, en primera vuelta, un 2,8% de los votos fueron nulos, mientras que en la segunda vuelta esa cifra fue de 2,6%. La más alta combinación de votos nulos y blancos en una elección de voto obligatorio data de las elecciones parlamentarias de 1997.
En cuanto a la participación, destacó una alta cantidad de votantes, que fue superada levemente por la elección anterior del plebiscito constitucional del 2022 (84,4% del padrón en comparación al 86% de 2022), aunque la abstención fue mayor: no votó el 15,6% de los votantes inscritos, mientras que en 2022 fue el 14%.
Una consecuencia de la emisión de tantos votos nulos y blancos fue una baja en la cantidad de votos válidamente emitidos, con lo que disminuyó la vara en número de votos para el ingreso del escaño indígena, que quedó -con datos al cierre de esta edición- en manos del candidato independiente Alihuen Antileo.
Comentarios
Bien preocupado tendría que
Impresionante cantidad de
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