Los hechos habían estallado en todo el barrio cívico. Millares de mineros de El Teniente concentrados en la Alameda, desde calle Castro hacia el poniente. Otros grupos de trabajadores afectos al gobierno se apoderaron de los alrededores de La Moneda. Fuerzas de Carabineros -tras las cuales marchaba el MIR- atacaban y disolvían a grupos de estudiantes de la Feses y de la Universidad de Chile.
El clima de tensión se había iniciado en la medianoche del jueves: casi tres mil obreros del mineral El Teniente, lograron pasar las barreras policiales -ordenadas por el Ministerio del Interior- y reagrupaban fuerzas en San Bernardo (a 20 kilómetros de Santiago). Desde allí advertían que avanzarían sobre La Moneda al día siguiente. Esto movilizó a los partidos de la UP. Las radios de la línea oficialista comenzaron a llamar a los cordones industriales y obreros de las empresas estatizadas para defender al régimen. En las primeras horas del viernes, las fuerzas ya estaban en posición. Brigadas de la UP y el MIR armadas con armas cortas, linchakos, cadenas, y premunidos de cascos. Los mineros apertrechados con cartuchos de dinamita.
El gobierno entregó las calles centrales a sus "tropas de choque". El presidente Allende las saludó con pañuelo blanco desde los balcones. A las 11, comenzó a llover, pero los antagonistas no se movieron de sus lugares.
El gobierno entregó las calles centrales a sus "tropas de choque". El presidente Allende las saludó con pañuelo blanco desde los balcones. A las 11, comenzó a llover, pero los antagonistas no se movieron de sus lugares. En la Universidad de Chile, miles de alumnos secundarios recogían alimentos para los huelguistas. Y comenzó el ataque. Carabineros y militantes UP desalojaron el centro -"ganamos la batalla", escribió el diario Puro Chile- mientras que en los alrededores los mineros y jóvenes DC resistían frente a la sede demócrata cristiana.
La noche del viernes fue de tensa tregua. Los mineros reagrupados en la Universidad Católica. Las "tropas" de la UP fueron retiradas a los campamentos y fábricas. Una víctima fatal: el estudiante brasileño y militante del MIR, Milton Da Silva. Simultáneamente, la población de las comunas cercanas (principalmente Quinta Normal, La Cisterna y Barrancas) iniciaba una recolección masiva de ayuda a los mineros. Al día siguiente, la batalla adquiría un nuevo recrudecimiento: el gobierno ordenó esta vez a los Carabineros atacar en el frontis del PDC. Allí se encontraban los mineros. El ataque unilateral de la fuerza pública significó casi 200 heridos por efectos de golpes y bombas lacrimógenas.
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