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Martes, 16 de Abril de 2024
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'¡Floreció la quila!': La memoria oral mapuche que anuncia 'ratadas' y catástrofes

Paula Huenchumil J.

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Crédito: Quilantún Ciencia Ciudadana
Crédito: Quilantún Ciencia Ciudadana

No hay una periodicidad clara respecto del florecimiento de esta especie de bambú endémico, fenómeno que puede tardar incluso décadas. Un estudio de la Revista Austral de Ciencias Sociales indica que desde el siglo XIX ecólogos, botánicos y geógrafos han intentado explicarlo sin mayor suerte.

Admision UDEC

“Cuando visité este verano mi comunidad, la gente me decía triste florecieron los colihues y las quilas, yo fui a mirar a la montaña y efectivamente, llama la atención, porque cuando florecen generalmente se secan y me acordé lo que decían mis abuelos: el florecimiento de la quila no trae buenos augurios, eso nos enseñaron a través de la tradición oral”, relata a INTERFERENCIA José Painequeo Paillan mapuche de la localidad Lago Budi, Región de La Araucanía.

Este también profesor de mapudungun señala que previo al terremoto y maremoto en Valdivia en 1960 floreció la quila en su territorio. “Generalmente florece cada 60 años, mi abuelos me decían que esto era un fenómeno que traía cosas bastantes negativas y a mí me llamaba la atención porque decía si florece algo, ¿por qué debe ser así? Porque el florecimiento de otras plantas se asocia con algo hermoso y alegre”.

“La especie chusquea quila se caracteriza por su rápido crecimiento, vigorosidad y adaptación a un clima más húmedo. Un aspecto que permite su diferenciación de los otros bambúes".

La quila (chusquea quila), pariente del bambú, es una planta provista de cañas ramificadas que nacen del suelo en forma oblicua, que puede alcanzar hasta 10 metros de altura con culmos (tramos) de hasta 2 metros de diámetro. “Las flores se agrupan en panículas, inflorescencias [un tipo de racimo] de 15 centímetros de longitud. Florecen después de un cierto número de años, después de la floración y fructificación las matas se secan”, indica el sitio Chile Bosque.

“La especie chusquea quila se caracteriza por su rápido crecimiento, vigorosidad y adaptación a un clima más húmedo. Un aspecto que permite su diferenciación de los otros bambúes, es su tendencia a ramificarse en forma múltiple y poseer un rizoma [tallo subterráneo] denso, de modo que los tallos crecen muy aglomerados [...] Una de las características singulares de muchas especies este género es el fenómeno de floración y muerte sincrónica, que ocurre a una población luego de largos períodos vegetativos”, indica el Estudio del efecto de tratamientos pregerminativos en condiciones de laboratorio e invernadero en la bambúcea chusquea quila de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Austral.

El misterio del periodo de la floración

Según indica el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia, la quila florece cada quince años aproximadamente y muere junto con la flor. 

“Florece y muere al mismo tiempo que las otras quilas de su misma línea hereditaria, lo cual produce una gran disponibilidad de semillas que atrae a miles de roedores granívoros que se acercan a comerlas; cuando se acaba, los ratones se van masivamente a poblados cercanos, lo que se conoce como ratadas. La última ratada que ocurrió en la región de Aysén fue el año 2011, ocasión en la cual se activaron alarmas sanitarias en tres comunas debido al riesgo para la salud humana que significó este fenómeno”, se lee del estudio.

Desde el siglo XIX, ecólogos, botánicos, geógrafos, han intentado dar respuesta a la periodicidad de ocurrencia de cada ciclo, pero aún no existen consensos sobre ello.

Sin embargo, las investigación Memoria y saber cotidiano. El florecimiento de la “quila” en el sur de Chile: De pericotes, ruinas y remedios de la Revista Austral de Ciencias Sociales (2006), el cual da cuenta de las diversas relaciones que ha tenido la especie con la población rural e indígena del sur en Chile, incluyendo fenómenos asociados como los períodos de floración, las ratadas, conocimiento, usos y representaciones simbólicas, sostiene que el conocimiento acumulado “no ha sido capaz de resolver una de las mayores interrogantes que el comportamiento de la especie conlleva: los períodos de floración”.

“Desde el siglo XIX, ecólogos, botánicos, geógrafos, entre otros, han intentado dar respuesta a este fenómeno, arribando -la mayoría- a teorías y propuestas contradictorias. No existen consensos en la literatura sobre la periodicidad de ocurrencia de cada ciclo y se ha estimado arbitrariamente que el fenómeno de floración y muerte sincrónica de [chusquea] quila ocurre después de 10 a 30 años de crecimiento vegetativo”, añade la publicación.

Los autores Yanko González Cangas y Mauro González, quienes utilizaron registros históricos desde el siglo XVI y fuentes orales de once localidades de la región de Los Lagos para su indagación, explican que desde el punto de vista sociocultural, algunos investigadores han advertido la importancia de la chusquea quila en la economía campesina, “ya sea por su valor complementario en el forraje invernal para el ganado bovino o porque para algunas economías se convertían en un ‘estorbo’ para las labores silvícolas. Junto a ello, la especie ha sido tradicionalmente destacada, tanto por su utilización en la construcción de viviendas de la población mestiza e indígena mapuche-huilliche, como para la manufactura de muebles ligeros”.

Malos augurios

Respecto a la creencia de la floración, el estudio sostiene que “tanto la propia floración como la mayoría de los fenómenos asociados a ella, habían sido plasmados -en la literatura producida sobre el tema- como una relación “conflictual” entre la especie y los seres humanos, que convierte la floración de la quila en un evento “negativo”, cristalizándose al interior del mundo rural la percepción de un “mal año” o un “año de ruina”.

“Me decían que cuando floreciera la quila teníamos que tener cuidado, que debíamos seguir observando la naturaleza, porque algo se venía, enfermedades, catástrofes naturales, hambre, dice el lonko Sebastian Collonao.

Idea con la que coincide Sebastian Collonao Marilao (40 años) de Temulemu, Traiguén y lonko del lof de Lo Prado, quien al comienzo de la conversación se mostró reticente de compartir su conocimiento ancestral, ya que es una memoria indígena heredada por la "gente antigua", dice. El lonko recuerda lo que le enseñaba su abuelo y una machi (sanadora y autoridad ancestral mapuche).

“Siempre me decían que cuando floreciera la quila teníamos que tener cuidado, que debíamos seguir observando la naturaleza, porque algo se venía, enfermedades, catástrofes naturales, hambre, es un aviso tremendo el que trae”, dice el lonko Collonao.

Además, relata que en Temulemu el año pasado “muchos peñis (hermanos) me decían que estaban floreciendo”.

Respecto a cómo afrontan culturalmente este conocimiento, indica que “como pueblo-nación mapuche tenemos que seguir levantándonos temprano, en el amanecer para hacer rogativas, porque es el conocimiento que nos heredó nuestra gente antigua. En nuestro territorio observaron un florecimiento hace cuarenta años atrás, juntaron a la comunidad e hicieron nguillatun -ceremonia tradicional mapuche para agradecer y pedir- para enfrentar esto, para que ojalá no lleguen tantas dificultades.

Mientras que José Painequeo Paillan de la localidad Lago Budi, concluye que en la Isla Huapi con el florecimiento de la quila son “coincidentes las opiniones que hay que cuidarse para eventuales enfermedades, catástrofes, fenómenos naturales, escasez de alimentos, contraproducentes al küme mogen (buen vivir), hay que estar siempre haciendo nguillatun porque esto se puede entender como una advertencia o castigo de lo que estamos haciendo mal frente a la naturaleza, eso es lo uno escuchó de los más antiguos, relatos orales de los ancestros”.



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Comentarios

Comentarios

No hace mucho me integré a Instagram, me llamó la atención Interferencia.cl por contener muy buenas lectura. Hoy apareció la lectura de "Floreció la Quila", jn muy buen articulo.

Tengo una y floreció ahora creció mucho y la encuentro bella

Sumarle un eclipse total, que completo vaticinio... Hay un poema de M.Isabel Lara que complementa esto.

Küme kuzawün, lamgen. Chaltumay

Hola muy buenos artículos.

Muy buen artículo, muchas gracias!

Hola, el articulo resume muy bien una realidad que vivimos el 2010 acá en la region de Aysén, floreció la quila y se genero una plaga de ratones, era impresiónate, literalmente eran alfombras de roedores en la carreta, por toda la region fue plaga. Saludos y suerte con eso.

Kume dungu compuche. Chaltu may.

Muy interesante

Me interesó bastante el informativo sería bueno seguir lellendo

Se me enseñó que cuando florece la quila, justamente había más semillas y más ratones. Pero además era año de chiquillos. El florecimiento estaba asociado a la sequía, eso era antes hoy con los cambios hay ciclos más cortos.

En cuanto al ciclo de floracion de la QUILA, por lo que veo... debe pasar lo mismo que con la caña colihue (Chusquea culeou): Los universitarios se rasgan las vestiduras defendiendo una y otra teoria eternamente, y al final NADIE TIENE RAZÓN. Pretenden encapsular la dinámica reproductiva de la caña colihue en fórmulas y cifras, nada mas alejado de la realidad. La realidad es que la caña florece todo el tiempo en distintas zonas. Claro que hay pulsos de floración exponencial, y eso es lo que los "especialistas" pretenden explicar a fuerza. Nada mas inutil. Entre 2000 y 2004 estudié Técnico Forestal, y en esa época la floración de colihue en el sur neuquino fue extrema, con la consecuente extrema reproducción de roedores, y mientras los ratones bailaban los jefes de cátedras se peleaban por si el ciclo de floración era de 20 o 40 o 60 u 80 años. Al final, la caña florece donde y cuando puede, y en base a diversisimos factores.

Tenemos mucha quila pero acá no floreció ,es muy invasiva no me gusta ,donde podemos la sacamos ,pero vuelve a salir y con mucha fuerza .

Artículo hediondo a Buen Salvaje.

Excelentes artículos.

¡ Qué buen recuerdo ! ....en mis años de trabajo educacional, en la costa Cureptana, Región del Maule, escuché a mas de un vecino hablar del "paso de las quilas", de ahí que deduzco que era una invitación, a conocer su presencia magnífica, en nuestra cordillera de la costa; lo de la tradición "promaucaes" también se hacía presente, en incontables relatos, al calor de la rústica cocina de totora.. Slds. Attos. Docente Pensionado Talca.

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