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Sábado, 20 de Abril de 2024
Falla en la alerta sísmica

Quién es el gral. Toro Tassara: el inamovible director de la Onemi, imputado por el caso FAM y cuestionado por el caso Mansiones

Laura Landaeta
Diego Ortiz

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Foto: Onemi
Foto: Onemi

Protegido por Rodrigo Hinzpeter, llegó al cargo en 2012, conservándolo durante ocho años y tres gobiernos. El actual ministro del Interior, Rodrigo Delgado, no lo tocó luego del masivo fallo de alerta sísmica. Tampoco lo hizo el ministro de Defensa, Baldo Procurika, cuando fue imputado por el millonario fraude al fisco de $ 3.000 millones.

Admision UDEC

Quienes conocen a Ricardo Toro Tassara cuentan que fue Rodrigo Hinzpeter quien le facilitó acceder al cargo de la Onemi. Lo hizo, precisamente, porque -quien fue el primer ministro del Interior de Sebastián Piñera, durante su primer mandato (2010-2014)- calificó como "impecable" la labor de Toro en Medio Oriente, como fuerza de paz del Ejército chileno en apoyo del Ejército israelí, en 1993, cuando era un joven oficial. 

El cumplido -que incluía felicitaciones la capacidad organizativa y logística de Toro, así como su manejo sereno durante las crisis- era más que frases de buena crianza. Esto, pues Hinzpeter es -además de chileno- ciudadano israelí, hizo su servicio militar en Israel, y dice a quien lo quiera oír, que lo hizo en el Mossad, el temido servicio secreto de ese país.  

Toro fue imputado por fraude al Fisco en su calidad de jefe del Departamento de Personal del Ejército en el año 2008. De tal modo, Toro prestó declaración ante Fiscalía de Aysén el pasado mes de septiembre de 2020

Además de esa experiencia, Toro Tassara pasó por la misión de paz del Ejército en Haití donde fue el oficial chileno a cargo de las primeras 72 horas luego del terremoto que asoló ese país, realizó estudios de posgrado en gestión de negocios, recursos humanos y planificación estratégica, fue jefe de personal del comandante en jefe Óscar Izurieta, y llegó a ser el general con segunda mayor antigüedad durante la comandancia en jefe de Juan Miguel Fuente-Alba, hasta su retiro a fines de 2012. 

Luego de su retiro fue cuando a Hinzpeter se le apareció como el candidato ideal para la dirección Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), en un momento en que habían pasado casi dos años del terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010, en los cuales no funcionaron -bajo el gobierno de Michelle Bachelet- las alerta temprana de este organismo ni del SHOA de la Armada, por lo que una de las misiones más importantes del primer gobierno de Piñera era arreglar el sistema.   

Lo errático del accionar de la Onemi la noche del sábado pasado -cuando pasadas las 21 horas se envió un mensaje de texto a nivel nacional  (que además no llegó a todos los celulares, como debía por sistema), alertando de un tsunami en las costas y solicitando a las personas desplazarse de las riberas, en plena pandemia, cuando la alarma solo debió realizarse en la Antártica- recordó la noche del 27/F

Toro no tuvo problemas para sortear el concurso de la Alta Dirección Pública y se convirtió en el director de la Onemi el 20 de diciembre de 2020. y lo fue durante todo ese gobierno, siendo ratificado de manera sistemática por todos los ministros del Interior del país en gobiernos siguientes. Esto es, desde Hinzpeter a Rodrigo Delgado, durante ocho años y tres periodos presidenciales.

¿Onemi con precisión militar?  

Quienes explican la larga permanencia de Ricardo Toro como director de la Onemi dadas sus reconocidas competencias profesionales, luego del bochorno de los días anteriores, no la tendrán tan fácil.   

Lo errático del accionar de la Onemi la noche del sábado -cuando pasadas las 21 horas se envió un mensaje de texto a nivel nacional  (que además no llegó a todos los celulares, como debía por sistema), alertando de un tsunami en las costas y solicitando a las personas desplazarse de las riberas, en plena pandemia, cuando la alarma solo debió realizarse en la Antártica- recordó la noche del 27/F, la que produjo una lista larga de críticas contra las autoridades de la Onemi de entonces, lo que incluyó a Carmen Fernández y la propia presidenta Bachelet. 

Inicialmente el ministro del interior Rodrigo Delgado señaló que se llegaría a "las últimas consecuencias" en la investigación de este error. Sin embargo, la autoridad no demoró en exculpar a la Onemi, dirigiendo los dardos contra la empresa contratada para prestar el servicio

Fue así como en La Serena y en varias localidades costeras del país se levantó un protocolo de evacuación que sumió a la población en un estado de alerta y nerviosismo; con tacos en las calles, aglomeraciones y susto.

Una hora y media después del sismo grado 7 de la Antártica, se reconoció el error. Pero ya las cartas estaban echadas: los memes, las burlas, las quejas - tanto en noticieros como en radio y redes sociales - no se detenían.

Alcaldes, gobernadores, y otras autoridades locales, acapararon la atención del sistema de alertas. Lo más curioso de la situación es que en la Antártica no funcionan los celulares, lo que hace aún más insólito que se haya activado esa alerta por SMS.

Inicialmente el ministro del interior Rodrigo Delgado señaló que se llegaría a "las últimas consecuencias" en la investigación de este error. Sin embargo, la autoridad no demoró en exculpar a la Onemi, dirigiendo los dardos contra la empresa contratada para prestar el servicio; Global System, una firma con sede en Israel compuesta por una de las sociedades dueñas de Enjoy, Rebrisa S.A. 

Uno de los directores de la empresa es un ex militar israelí que lleva más de 15 años asentado en Chile, quien, según dicen fuentes castrenses, conoció a Toro Tassara en su misión de paz en Medio Oriente, lo que -dicen estas fuentes- pudo influir en que se haya adjudicado la licitación directa para prestar este cuestionado servicio.

Los escándalos que preceden a Toro Tassara

El currículum de Toro Tassara no es impecable

El general retirado fue imputado por fraude al Fisco en su calidad de jefe del Departamento de Personal del Ejército en el año 2008. De tal modo, Toro prestó declaración ante Fiscalía de Aysén el pasado mes de septiembre de 2020, información que reveló INTERFERENCIA el durante diciembre. (Revise acá el artículo).

La investigación - a la cual se le ha llamado Cutufa 2, debido a su parecidos con otra estafa histórica asociada al Ejército en dictadura, en la cual se coaccionaba a los funcionarios militares a aportar de sus ingresos en un esquema parecido a las estafas piramidales - busca conocer el destino de esos dineros públicos

La imputación de Toro dice relación con conocer su participación en el caso del FAM (Fondo de Ayuda Mutua) de Aysén, en el que primero se estafó a funcionarios militares asignados a esa región y en el que luego se produjo fraude al Fisco para desviar al menos 3.500 millones de pesos del erario nacional bajo la responsabilidad del Ejército para compensar ilegalmente a los uniformados afectados por la estafa. 

En la declaración, que tiene que ver con el fraude y no la estafa, Toro señaló que “el comandante en jefe del Ejército - Óscar Izurieta - fue quien me encomendó como jefe de personal poner en práctica las medidas que se consideraron por la mesa de trabajo para afectados del FAM”, medidas que hoy son parte de la carpeta investigativa de la Fiscalía de Aysén por ser consideradas como fraude al Fisco.

La investigación - a la cual se le ha llamado Cutufa 2, debido a su parecidos con otra estafa histórica asociada al Ejército en dictadura, en la cual se coaccionaba a los funcionarios militares a aportar de sus ingresos en un esquema parecido a las estafas piramidales - busca conocer el destino de esos dineros públicos, los cuales se fueron sumando en tres administraciones consecutivas, correspondientes a las comandancias en jefe de Óscar Izurieta, Juan Miguel Fuente-Alba y Humberto Oviedo, quienes también fueron formalizados por este caso.

En su declaración ante la PDI, el ex general Toro señaló que en su calidad de jefe de personal del ejército destinó al Departamento II de su administración que se hiciera cargo de ejecutar y supervisar que este plan de compensaciones, el que incluía viajes en misión de paz, asignaciones, estudios y especializaciones, viáticos por comisiones de servicio, prolongación de servicio en el Ejército y contrataciones a honorarios para funcionarios en retiro. Según asegura Toro, jamás se volvió a preocupar del curso que tomaron estas acciones compensatorias.

De la misma forma, señala en su declaración que nunca conoció el Plan de Cultura y Clima Organizacional, con el que se materializó el fraude y al cual se desviaron los fondos determinados para cubrir esa deuda privada.

Finalmente, al ser consultado sobre otros mecanismos compensatorios y si se llevaron a cabo o no, Toro señala que no recuerda más formas de compensación, evitando así referirse las cuestionadas comisiones de servicio no realizadas y pagadas, o a las contrataciones a honorarios por servicios no prestados. 

Ciertamente, el desvío de fondos a través de un plan inexistente y que jamás se realizó se crea y se autoriza con la firma de varios de los implicados en el fraude, incluyendo la de Oscar Izurieta y Ricardo Toro Tassara. 

Frente a su falta de memoria, el oficial de la PDI que le toma declaración le muestra un documento firmado por él donde se describen estas medidas de compensación y otras como las becas de estudios superiores.

Ante la evidencia, el abogado del general en retiro solicitó detener la declaración y exigió conocer la carpeta investigativa antes de emitir comentario, por lo cual terminó la sesión al acogerse a su derecho a guardar silencio.

Ciertamente, el desvío de fondos a través de un plan inexistente y que jamás se realizó se crea y se autoriza con la firma de varios de los implicados en el fraude, incluyendo la de Oscar Izurieta y Ricardo Toro Tassara. 

Por su parte, Baldo Procurika, el ministro de Defensa, ha prestado apoyo tácito a Ricardo Toro Tassara. En la comparecencia ante la Cámara por el caso FAM, a la que fue citado el comandante en jefe actual, Ricardo Martínez, el 5 de enero pasado; Procurika respaldó durante todo el tiempo las versiones militares, llegando a ignorar que hay formalizaciones en el caso, incluyendo la de un funcionario del gobierno al que representa y con el cual tiene trato dadas sus funciones: el director de la Onemi.

Caso Mansiones 

FAM no es la única objeción que pesa sobre Ricardo Toro Tassara. En 2011 estalló un escándalo en el Ejército, uno de los primeros en la larga lista de abusos de la institución por el uso de los fondos públicos.

Se trataba del Caso Mansiones, descubierto por Ciper Chile, en el cual se acusa a oficiales del Ejército de compras y arriendos de propiedades de lujo para le uso del alto mando, por fuera de la normativa vigente.

Es así como se conoce de una orden de compra por $ 534 millones, es decir, más de US$ 1 millón de esa época, al interior del Ejército para el general Cristián Le Dantec. El Ejército consideró que quien era el jefe del Estado Mayor Conjunto requería de una vivienda acorde con “la dignidad del cargo”, lo que incluía una larga lista de comodidades. 

Se trataba de una mansión con sala de lavado y planchado, living separado del comedor, además de un comedor de diario y una salita de estar, calefacción central, piscina y jardín con riego automático, por nombrar algunas de sus comodidades.

En ese entonces el general Toro Tassara estaba destinado al Comando Conjunto Norte y solicitó una vivienda que bordeaba los $300 millones de pesos con una cantidad similar de comodidades y que estuviera a la altura de su designación. Contraloría también lo objetó.

El cargo había sido creado tras la reforma hecha a la institucionalidad del Ministerio de Defensa, que estableció que el Estado Mayor Conjunto sería un organismo de trabajo y asesoría permanente de esa cartera. 

Pero la Contraloría dijo que no correspondía y canceló la compra, la cual ya había sido aprobada por la institución.

Junto a ella se aprobaron además viviendas de muy alto estándar en distintas zonas del país. En ese entonces el general Toro Tassara estaba destinado al Comando Conjunto Norte y solicitó una vivienda que bordeaba los $300 millones de pesos con una cantidad similar de comodidades y que estuviera a la altura de su designación. Contraloría también lo objetó.

Ricardo Toro Dávila, el padre involucrado en casos de violaciones a los DD.HH.

El actual director de la Onemi y general en retiro no es el único con carrera militar en la familia Toro. Su padre, Juan Guillermo Toro Dávila, general en retiro del Ejército, fue detenido el 31 de agosto de 2017 por la Policía de Investigaciones junto a otros dos militares; a quienes se los vincula con la detención y desaparición del militante del Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU), Reinaldo Jeldres Riveros el año '73. Luego de declarar en calidad de inculpado, el padre del director de la Onemi quedó en libertad.

General Juan Guillermo Toro Dávila junto al dictador, Augusto Pinochet

General Juan Guillermo Toro Dávila junto al dictador, Augusto Pinochet
General Juan Guillermo Toro Dávila junto al dictador, Augusto Pinochet

En dictadura, Toro Dávila llegó a desempeñarse como comandante de la Región Militar Austral, siendo también apuntado intendente de la Región de Magallanes y Antártica Chilena entre los años 1981 y 1984.

El 9 de septiembre de 2020, Juan Guillermo Toro, a los 92 años, falleció luego de un infarto al corazón. 

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