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Viernes, 19 de Abril de 2024
Covid-19

Hospital Metropolitano: denuncian retrasos de hasta 4 meses en remuneraciones y falta de insumos para pacientes críticos

Francisco Velásquez

Hospital Metropolitano

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Hospital Metropolitano

La mayoría de los funcionarios está contratado a honorarios, lo que a lo largo de la pandemia, según acusan múltiples testimonios, ha significado una precariedad constante en el ambiente hospitalario y en la atención a los pacientes. Desde la dirección del establecimiento reconocen atrasos menores pero desmienten la falta de insumos. 

Admision UDEC

Una funcionaria del Hospital Metropolitano se paró frente a la directora del recinto, Margarita Samane, y le dijo que ya no aguantaba más. “Hasta la Coca-Cola que me tomo en el turno me la tiene que pagar mi mamá, no es justo que sigamos trabajando sin sueldo. No sé cómo lo harán los que tienen hijos, si yo que tengo solo la responsabilidad del arriendo. He tenido que conseguirme plata todos los meses para seguir viviendo sola”, afirmó, frente al silencio de sus compañeros que se encontraban en la sala manifestando su molestia por lo mismo. Denuncian retrasos en los pagos de hasta cuatro meses. 

La reunión tuvo lugar el 24 de febrero, al mediodía. En aquella instancia, los funcionarios pusieron sobre la mesa la realidad que han vivido buena parte del personal durante estos meses en el ex Hospital Militar; ubicado frente al Costanera Center, en plena comuna de Providencia. Desde la dirección del establecimiento explican que el motivo de los atrasos serían “casos y/o observaciones individuales que deben ser subsanadas antes de realizar los pagos” de los más de 900 documentos de pagos a honorarios que procesa el hospital al mes - la mayoría de estos a honorarios. 

El 15 de mayo de 2020 comenzó a operar el Hospital Metropolitano, pues los años anteriores las inmediaciones habían sido usadas por el Félix Bulnes y por otro recinto momentáneo para descongestionar el Sótero del Río. Desde esa fecha que los funcionarios de la salud denuncian trabajar bajo constante falta de insumos, pagos impuntuales de sus remuneraciones y recarga laboral.

Así lo relataron distintos trabajadores del Metropolitano en conversación con INTERFERENCIA. Algunos de ellos hablaron fuera de micrófono por temor a represalias. 

Ya sea con la grabadora encendida o apagada, todos los testimonios concordaron en las precariedades que se viven día a día al interior del centro asistencial, las cuales se han agudizado desde el comienzo de la pandemia. Uno de ellos, parado en la acera de la calle Holanda, dijo que no le pagaban hace dos meses. Y él ahí, saliendo de las dependencias del hospital el viernes pasado luego de un turno de 12 horas, luego de trabajar en un recinto atestado de pacientes riesgosos por el Covid-19.

Sueldos Impagos 

El Hospital Metropolitano abrió sus puertas el 15 de mayo de 2020 para recibir sólo pacientes con Covid-19. La historia de este nuevo centro hospitalario surge dentro del histórico edificio del Hospital Militar, levantado entre 1928 y 1932, y que atendió en ese lugar hasta 2009, fecha en que las dependencias castrenses sanitarias se trasladaron hacia La Reina. De hecho, en ese lugar murió el dictador Augusto Pinochet, el 10 de diciembre de 2006.

En total, son cerca de 800 los trabajadores que permiten el funcionamiento de este establecimiento. Una buena parte de estos funcionarios fueron contratados bajo la modalidad de honorarios, experimentando varios de ellos retrasos en el pago de sus salarios.

“Un alto porcentaje de los funcionarios de nuestro hospital está contratado bajo la modalidad a honorarios. Estos contratos se deben renovar mensualmente, razón por la cual se han registrado algunos atrasos en el pago”, afirmó a INTERFERENCIA la directora del establecimiento, Margarita Samane. Cerca de un 90% de la dotación del hospital está contratada bajo esta modalidad.

“Actualmente, se procesan alrededor de 900 documentos de pago al mes, y se ha revisado caso a caso el cumplimiento de los requisitos con el fin de gestionar los respectivos convenios. Sin embargo, persisten algunos casos y/o observaciones individuales que deben ser subsanadas antes de realizar los pagos”, explicó.

Este medio conoció varios de estos testimonios durante la tarde del viernes pasado, hace una semana. Distintos funcionarios que conversaron con nuestro medio –a condición de anonimato– indicaron que los pagos se han atrasado hasta cuatro meses en algunos casos. Las explicaciones que reciben son variadas: a veces les dicen que se perdieron los papeles, que faltan documentos o que la boleta de honorarios está mal ejecutada.

En el caso del personal a honorarios del Hospital Metropolitano, estos no tienen la posibilidad de asociarse a entidades como la Confederación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud, FENPRUSS. Así lo expuso su presidente, Aldo Santibañez, quien explicó que no existe ninguna relación de base en dicho hospital.

Consultada por las observaciones que atrasan los pagos, la directora del Metropolitano planteó que se debe a “dos causas principales: errores en el proceso de gestión de pagos y errores en la documentación que depende del funcionario, como por ejemplo, el cálculo del monto de las boletas. Al respecto, desde este mes se implementaron estrategias de capacitación al personal a través de videos y desde abril se aplicarán nuevas medidas que simplificarán el cálculo de los montos a pagar. Confiamos en que  estas medidas irán disminuyendo las dificultades de los meses previos”.

Falta de insumos y ausencia de personal por no pago 

Ivana Espinosa Céspedes es enfermera, tiene cuarenta años y hace 15 que trabaja en el sistema de salud. Primero lo hizo como técnico en enfermería en el Hospital San Borja Arriarán, mientras cursaba sus estudios profesionales. Llegó a trabajar al Hospital Metropolitano el 26 de mayo, a 10 días después de que se inaugurara. 

Su labor fue habilitar el séptimo piso para que comenzara a funcionar un nuevo servicio, del que fue jefa de turno UCI por varios meses, casi todo el tiempo que duró el peak de contagios durante 2020. 

Renunció hace dos semanas y, según comentó en entrevista con INTERFERENCIA, la labor que se hace en este centro asistencial recae en la vocación de quienes trabajan ahí, porque constantemente existen faltas de insumos y recursos para abordar los procedimientos. 

“La realidad de los siete pisos del hospital son diferentes. El segundo piso, donde comenzó a operar la primera UCI, siempre está abastecido. Por el contrario, el séptimo piso nunca tiene lo necesario para atender a los pacientes. Muchas veces teníamos que esperar para hacer la primera ronda, porque no teníamos guantes estériles para hacer curaciones y teníamos que atender al paciente con guantes de procedimientos. Esto nos ponía en riesgo a nosotros y a quienes atendíamos”, relata.   

“A veces no había jeringas, así como otros tantos materiales para trabajar con los pacientes. Te vas cansando. Es tanta la vocación que trabajas con lo mínimo, incluso arriesgando nuestra integridad”, agregó la enfermera. 

Felipe Lara es enfermero y trabajó cerca de nueve meses en el Hospital Metropolitano. Lleva nueve años ejerciendo en el sistema de salud y tiene 38 años. Comenta que los sueldos tienen retrasos excesivos y coincide con Espinosa respecto a la falta de insumos.. También renunció hace dos semanas. 

“La falta de insumos era fluctuante: dos semanas teníamos implementos para trabajar, pero otras dos no había ni siquiera lo básico para entregar una atención óptima”, indicó.

También se sintió menoscabado, “porque sólo los médicos tenían un espacio habilitado para descansar. Ellos tenían cama y computador en su pieza, mientras todo el resto del personal debía arreglárselas con colchonetas que debían poner donde pudieran para descansar”. 

La directora del Hospital Metropolitano, Margarita Samane, frente a las denuncias sobre falta de insumos, aseguró que “no se ha registrado falta de insumos en el hospital. Contamos con un sistema de control de insumos y fármacos que permite programar los requerimientos mensuales. Los requerimientos de insumos se gestionan a través de la subdirección administrativa del establecimiento y de la red de Salud Occidente en forma oportuna y programada, lo cual nos permite contar con el stock necesario para atender a nuestros usuarios”. 

Falta de personal

Varios de los testimonios recogidos por INTERFERENCIA apunta a que a partir de los problemas en la remuneración se produjo un éxodo de personal, terminando en situaciones donde los actuales trabajadores deben suplir la atención de pacientes extra ante la disminución de funcionarios; incluso saltándose los protocolos exigidos por el Ministerio de Salud que determina la cantidad de trabajadores por paciente intubado.

Ivana Espinosa, ex jefa de turno en UCI, contó que “en muchos momentos en mi turno, cuando se acercaban los pagos, el personal no asistía, porque no le pagaban. En esos turnos, tomábamos la decisión de atender a 16 pacientes entre cuatro enfermeras, cuando cada una debía hacerse cargo de solo dos pacientes intubados, según las recomendaciones del Minsal. Eso es una sobrecarga muy grande, pero en general, la atención al paciente se le brinda igual”, detalló Espinosa.

Darwin Acuña, Presidente de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva, aseguró que “la falta de personal es crítica, ya que es el principal elemento y el principal protagonista del cuidado del paciente crítico. Ahora en situaciones de pandemia obviamente se complica, porque hay una demanda creciente de pacientes que muchas veces amenazan con saturar el sistema”. 

“Lo ideal es que si se extiende la cantidad de camas críticas, esto sea con las condicionantes básicas para hacer el trabajo de buena forma”, afirmó Acuña. 

Las recomendaciones ministeriales a las que hace referencia Ivanna Espinosa, la ex funcionaria del Hospital Metropolitano y el presidente de la Sochimi, Darwin Acuña, es la “Guía de Funcionamiento y organización de Unidad de Pacientes Críticos Adultos”, documento que ha sido actualizado en 2020 y al que se le han agregado especificaciones sobre la base de la atención en contexto de la pandemia. Dicho documento especifica recomendaciones que, según las denuncias de los funcionarios del ex hospital militar, han sido vulneradas por el contexto que se describe en este artículo.  

La directora del hospital desmintió este tema y dijo que “la ausencia de personal es una situación que afecta a muchos establecimientos de salud en la actualidad, y las causas son múltiples, como el síndrome de burnout, motivos de índole personales, entre otros. Sabiendo que esta situación existe, se implementó un sistema llamado ‘personal volante’, y su finalidad es disponer de personal para apoyar y cubrir turnos vacantes y así mantener la relación paciente-funcionario de acuerdo a los estándares de personal por complejidad de atención. [...] No hemos evidenciado hasta el momento ninguna ausencia de personal debido al no pago de sus remuneraciones”.

El síndrome burnout, al que hace referencia la Directora del Hospital, es una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud. Surge a consecuencia de un estrés laboral crónico, y se caracteriza por un estado de agotamiento emocional, una actitud cínica o distante frente al trabajo (despersonalización), y una sensación de ineficacia y de no hacer adecuadamente las tareas. A ello se suma la pérdida de habilidades para la comunicación. 

Al aumento lógico del sindrome burnout producto de la pandemia y la saturación de los sistemas de salud, se suman también las denuncias de atrasos en pagos y falta de insumos para funcionarios del Hospital Metropolitano recopilados por INTERFERENCIA. Si bien estas son negadas por la dirección del establecimiento, la multiplicidad y la coincidencia entre los testimonios llevan a pensar que no es sólo el burnout lo que aqueja a los trabajadores del ex Hospital Militar.



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Comentarios

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buenas tardes, les escribo ya que al leer este artículo me vuelve una rabia tremenda, yo trabaje como enfermera en ese hospital y todo lo que dicen los funcionarios es verdad! esa directora esta mintiendo, yo entre en septiembre del año pasado y siempre faltaron insumos, aveces no había clorhexidina para el aseo de cavidades de los pacientes, no habían apositos para curaciones bien hechas, se agotaban las jeringa de gases arteriales, no hay almohadas para posicionar a los pacientes y un sin fin de cosas más, todo debido a la incompetencia de la gente que está a cargo de la coordinación que muchas veces llegaron por pituto a esos puestos, la mayoría de los jefes enfermeros son conocidos y amigos de la coordinadora, no llegaron ahí por mérito propio y nisiquiera tienen diplomados o especialidad en el area ni de criticos ni de gestion, el atraso y no pago de sueldos también es verdad, decían que pagarían tal día y nunca era así, médicos meses sin recibir sueldos, tens y enfermeros igual por cualquier excusa absurda no pagaban, zonas de descanso son una vergüenza, teníamos que buscar colchones y tirarlos donde pudiéramos para poder descansar un par de horas siendo que estábamos obligados a hacer turnos de 24hrs, nisiquiera un lugar de descanso decente nos daban, sólo los médicos tenían residencia con camas, todo el personal de turno esta a honorarios solo jefaturas no lo son, y pese a ser honorarios te obligan a cumplir con una rotativa específica y un horario fijo, sin poder faltar a menos que tengas licencia médica o sino te hechan, lo que está en contra a las reglas de los trabajadores a honorarios, ojala esto se siga haciendo visible y puedan mejorar las condiciones para mis colegas que sigue allá, yo renuncie en enero de este año porque no aguante más! y no por nada se ha ganado el sobrenombre dentro del gremio de metropoliMALO

El glorioso reconvertido Hospital COVID del que tanto hablan en los reportes del MINSAL. El mismo que no dió el famoso bono COVID a sus trabajadores, los que están, la gran mayoria bajo modalidad Honorarios desde un inicio de la pandemia, haciendo turnos de 24 horas, trabajando con falta de insumos, aguantando mes a mes retrasos en los pagos e Incompetencias profesionales y de gestión en todos los niveles. Una lastima la atención precaria que se les tiene que dar a los pacientes “con lo que hay”, y por otro lado la falta de valoración a los técnicos y profesionales que han estado ahí comprometidos desde un inicio con la puesta en marcha del hospital y el reforzamiento de la Salud Pública en plena pandemia.

4 meses lleva mi esposa sin cobrar del Hospital Metropolitano, es médico. Y me imagino como estarán en peor situación auxiliares, enfermeras, administrativos y otros. No cobran. Cobrarán los jefes y Directores? Están atendiendo pacientes COVID, hay casi 300 en el hospital. Sabrá el Ministro lo que sucede, el Director del servicio, el Subdirector médico del servicio que es colega de los afectados. Sabrá el presidente del gobierno que sin cobrar 4 meses es difícil tratar bien. Alós pacientes y subsistir los profesionales. ?Les aplaudimos o les pagamos? Vergüenza

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