Una decisión que tiene sus pro y sus contras. Para el caso, hay que recordar que los partidos de izquierda tradicionales de antaño, con un discurso político revolucionario que prometían cambiar el modelo neoliberal, al final del día decidieron cambiarlo desde adentro. Historia ya sabida, terminaron por quedar aherrojados en ese sistema que pretendían cambiar, y para más peor, terminaron administrándolo, y para mucho más peor, lo consolidaron y profundizaron más aún. De otra parte, las instituciones que debe administrar la llamada "primera dama", todas ellas son trabajos en duplicado respecto de lo que hacen los ministerios. Así, por ejemplo, la creación de las orquestas juveniles por lógica debería haber sido promovida y creada por el Ministerio de la Cultura, así también, Integra bajo el amparo del Ministerio Social, y así sucesivamente. En un aspecto más secundario, dicha labor, a cargo de la primera dama, ha servido más para pagar favores a "amiguis", familiares y camaradas de partidos, como una apetitosa torta para repartir favores y regalías. Eso no quita ni pone al hecho de mi entusiasta apoyo al nuevo gobierno que encabezará el compañero Boric, pero los que adherimos no debemos de hacer el papel de ser obsecuentes en todo, sino que debemos de hacer observaciones fiundadas en aquello que no nos parece, más sobre todo, cuando el propio Boric había prometido hace pocas semanas que dicho cargo lo iba a suprimir por considerarlo inoficioso y responder a una cultura política ya gastada que no responde a los nuevos requerimientos de cambios y transformaciones que la mayoría de la ciudadanía está pidiendo hace rato.