El Desconcierto

La crisis por la que atraviesa el periodismo mundial –esa que ha obligado a reducir el tamaño de las redacciones, disminuir la cantidad de páginas impresas o derechamente cerrar medios– ha sido usada muchas veces como excusa para explicar la carencia de golpes noticiosos o reportajes de largo aliento. “El buen periodismo es caro”, se escucha con insistencia.

Cada día es más común ver colaboraciones entre profesionales de los nuevos medios de comunicación en Chile. Estas colaboraciones responden a un genuino deseo de aunar fuerzas para impulsar un modelo de periodismo tan inestable como necesario.

Más que representar la realidad, los medios de comunicación reflejan las correlaciones de fuerza existentes en un territorio en un determinado momento. ¿Qué pasaría entonces si los medios chilenos comenzaran a parecerse cada día más a la multicolor Convención Constituyente y menos a nuestro viejo y monótono Congreso?

Al Presidente y su gobierno no les agrada la prensa crítica, sea chilena o extranjera. Pero otra cosa es ignorar por completo cientos de denuncias de agresiones, detenciones, amenazas y espionajes a periodistas.