LarraínVial

Andrés y Manuel Bulnes Muzard, miembros de una de las familias aristocráticas chilenas, venían de un 2024 convulso tras el destape del caso Factop y su responsabilidad como directivos de LarrainVial que acabó esta semana con su formalización.

En las conversaciones de Sanhattan el comentario recurrente es “otra más de LarrainVial”. En un año la corredora de bolsa de Leonidas Vial visitó los tribunales penales acusada de lavado de activos cuando un tercero consiguió liquidar un vale vista a través de sus fondos; y La Polar -multitienda de propiedad de Leonidas Vial- reconoció vender ropa falsificada; además del reciente caso Factop.

La gestión de Hassler compró dos inmuebles a una inmobiliaria que antes los había comprado por un precio cuatro veces menor a la sociedad de médicos que se querelló contra LarraínVial por lavado de activos. Son las únicas dos propiedades que aún figuran a nombre de Inmobiliaria San Valentino SpA en el Conservador de Bienes Raíces de Santiago. El escrito para la compraventa se habría firmado ayer.

Al revisar los que firmaron la carta en apoyo a las hermanas Struthers -cuya propiedad fue liquidada en un remate donde un abogado testaferro del magnate fue el único oferente- queda claro que los tiempos de aplaudir o tolerar a los halcones de los negocios están quedando atrás… incluso en la propia clase adinerada y empresarial.

Hicieron llegar el escrito -firmado por 180 vecinos- tanto a su oficina en Santiago como a su casa en Zapallar, en la que exigen al empresario que devuelva la vivienda rematada a Virginia Struthers en Cachagua. Ella asegura que Vial ya tiene la casa en venta, con lo que el empresario podría ganar cerca de $ 377 millones en la pasada.

El embargo y remate en 2019 de la casa de las hermanas Struthers -por adeudar tres cuotas de contribuciones- y el desalojo de éstas hace dos meses generó indignación entre residentes de la comuna de Zapallar. Todos se preguntaban quién había sido el comprador que, para muchos, actuó como depredador. La respuesta: León Vial.

El agresor fue condenado el año pasado a libertad vigilada tras protagonizar un accidente que mató a un joven conductor en La Dehesa. Max Raide, quien podría perder la visión en uno de sus ojos, alentó desde su puesto en ese diario digital la cobertura del fatal choque ocurrido en 2017. El fiscal Manuel Guerra anuncia una investigación de los hechos.