Viktor Orbán

Podría pensarse que los partidos de extrema derecha se ocupan principalmente de defender sus propios intereses nacionales. Sin embargo, en realidad, un gran número de think tanks, fundaciones y redes de extrema derecha promueven activamente el diálogo entre fuerzas reaccionarias de todo el mundo. A la cabeza: derechistas de América Latina y el argentino Javier Milei, que sueña con una “internacional derechista”.

Varios aspectos avizoran un camino autocrático para Donald Trump: la admiración por líderes como Viktor Orbán, Vladimir Putin y Kim Jong Un, el control Republicano del Senado y la Cámara de Representantes, una Corte Suprema con mayoría conservadora y una retórica construida en campaña con frases como "seré un dictador solo el primer día" o "si ganamos estas elecciones, no creo que vayamos a tener otras elecciones en este país".

Tras su paso por la Conferencia Política de Acción Conservadora (2025) celebrada en Hungría y la visita al muro que el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, levantó en la frontera con Serbia, Kast propuso la misma idea para el norte de Chile, que sintoniza con su viaje la mega cárcel de El Salvador como parte de su agenda internacional.

Una de las primeras dificultades que enfrentará el nuevo inquilino de la Casa Rosada es la gobernabilidad en el Congreso: la derecha no tiene mayoría y está fragmentada. Además, el líder de La Libertad Avanza tendrá que lidiar con la paciencia de la ciudadanía, pues el shock económico que planea no tendrá resultados en el corto plazo e impactará rápidamente en el bolsillo de los argentinos.

La CPAC convoca anualmente a las extremas derechas occidentales y latinoamericanas, y se ha dividido entre prorrusos y antirrusos. Esto, en un escenario en el que que el líder húngaro y anfitrión Víktor Orbán insiste en que no hay que enviar más dinero y armas a Ucrania, apostando al fin de la guerra, lo que va en una completa dirección contraria al planteamiento de Polonia, que es el otro país liderado por figuras de extrema derecha. Mientras, Donald Trump parece estar más cerca de Orbán.

En una entrevista, la coordinadora de Sexuality Policy Watch habla de los puntos de acercamiento entre los líderes ultraconservadores en la ofensiva contra los derechos.

El académico, experto en sociología económica, analiza en esta entrevista el ascenso de Jair Bolsonaro, su relación con el centro político y su forma de manipular a los parlamentarios a través del presupuesto que se les entrega, llamado “enmiendas”. Para Arbix, Brasil es un “laboratorio” político para la extrema derecha mundial, donde se están probando políticas públicas que van “desarticulando la democracia”.

El primer ministro de Hungría Viktor Orbán ha liderado la política húngara desde hace diez años con sus ideas de ultraderecha. En medio de la pandemia por coronavirus, ha logrado que se apruebe una ley que le permite gobernar por decreto, sin pasar por el Parlamento durante la pandemia, lo que le ha dejado emitir 124 decretos que limitan la oposición, los derechos de inmigrantes y la libertad de prensa.

Un video del líder de ultra derecha, Heinz-Christian Strache, junto con una oligarca rusa cercana a Putin, en el que se avizoran actos de corrupción, produjo una crisis en el gobierno derechista de Austria. Los ultra terminaron renunciando al poder, lo que obligó a la derecha más moderada a adelantar unas elecciones en las que muy probablemente perderán.