Defensoría de la Niñez

Pese a que el terapeuta ocupacional denunciado reconoció parte de lo imputado, los padres acusan que no han recibido una solución por parte de la jefatura ni ha habido avances en el sumario. Otros profesionales habrían sido presionados por la capitán a cargo para no comentar el asunto. La Defensoría de la Niñez ya denunció los hechos a Fiscalía.

La ley obliga a la cartera a informar expulsiones de estudiantes menores de edad a la Defensoría, algo que el Ministerio cumplió el 2019 –indicando sanciones para 722 alumnos– pero que no ha reportado para el 2020. La Defensoría de la Niñez ya ha oficiado en dos oportunidades a Educación, sin recibir respuesta alguna.

En conversación con INTERFERENCIA, Sofía Aliaga, quien también es coordinadora del observatorio de la Fundación para la Confianza, habló del estreno, la coincidencia con los hechos ocurridos en la residencia de Carlos Antúnez y la tramitación del proyecto de garantías de los derechos de la niñez, el cual está marcado por profundas diferencias entre parlamentarios.

INTERFERENCIA accedió a la totalidad del chat donde funcionarios municipales y carabineros solicitaban a miembros del internado información clave para aplicar Aula Segura. Aparte del caso de Ana María Gajardo, los mensajes revelan el sometimiento de algunos directivos que fueron parte del sistema de delación a la policía y al alcalde Alessandri, la publicación de datos sensibles de alumnos de otros liceos y reportes de asambleas de apoderados.

La Defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, conversó con INTERFERENCIA sobre los abusos policiales a niños, niñas y adolescentes en el marco del estallido social iniciado el 18 de octubre. Como institución, han contabilizado más de 300 casos de menores de edad vulnerados en sus derechos por agentes policiales. Muñoz apunta a que el Estado permita el derecho de los menores de edad a manifestarse, no sólo en las urnas, sino que en distintos espacios de la sociedad.

El complejo industrial instalado en la zona hace 61 años cambió la forma de vivir la infancia de miles de niños que constantemente sufren episodios de intoxicación. El futuro es siempre incierto y es que nadie sabe si de las risas y juegos, luego se pasará a los vómitos, dolores de cabeza, la pérdida de sensibilidad en las piernas, o incluso al cáncer.