Este jueves 19 de junio, tras publicarse el artículo de INTERFERENCIA titulado Arzobispado de La Serena exige a todos los profesores de religión pagar un curso de $ 300 mil para poder seguir ejerciendo, la Arquidiócesis de La Serena echó pie atrás en tal exigencia y publicó un comunicado dejando explícito que se van a entregar alternativas a los profesores para su capacitación.
El comunicado asegura que cuando se comunicó a los profesores que debían formarse para trabajar el nuevo currículum del ramo de religión, el curso pagado “era la única alternativa existente”.
Sin embargo, según informa la Vicaría para la Educación del Arzobispado, “actualmente existen otros cursos y vías que permitirán obtener la requerida actualización curricular”, dando oportunidad a los profesores de no verse presionados a pagar un curso que se les había informado que bordeaba los 300 mil pesos por educador.
En una carta fechada el 20 de marzo de este año, dirigida al vicario Alejandro Silva, un grupo de 38 docentes solicitaron a la Vicaría que se presentaran otras alternativas, ante el elevado costo que tendría el curso para cada docente. También se solicitaba que el curso no estuviese ligado al certificado de idoneidad, que es un documento que entrega cada diócesis a cada docente, indispensable para impartir clases de religión católica en escuelas públicas y colegios particulares y particular subvencionados.
“La exigencia para continuar dictando la asignatura de religión es capacitarse en el nuevo Programa de Educación Religiosa Escolar Católica, aclarando que no existe la obligación de que esta formación sea mediante el mencionado curso que se ha ofrecido a través de la Universidad Católica del Norte, sede Coquimbo”, dice el comunicado.
El curso de la Universidad Católica del Norte es el que tiene un costo de alrededor de 300 mil pesos, según se le informó a los profesores inicialmente.
El comunicado no informa sobre el costo actual del curso que imparte la Universidad Católica del Norte, sin embargo, abre opciones sobre otras capacitaciones para que los docentes accedan a la capacitación.
Según lo investigado por INTERFERENCIA, estas capacitaciones dependen de la gestión de cada diócesis. En el caso de Santiago, los profesores han podido acceder a través de becas o de manera gratuita a cursos sobre el nuevo currículum de la asignatura de religión.
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