A pocos minutos de que Donald Trump iniciara un evento de campaña presidencial en el estado de Pensilvania ayer en la tarde, se escuchan varios ‘pum’, el candidato republicano se toca de inmediato la oreja derecha, se agacha y desaparece detrás del podio. Se escuchan a varios asistentes gritar y las imágenes muestran a algunos que se agachan. Pocos segundos después, los agentes del servicio secreto rodean a Trump sobre el escenario. Otros segundos después, éste se levanta, sangrando desde su oreja derecha y con huellas de sangre sobre su mejilla y boca. Levanta su brazo y empuña su mano, entre vítores de los presentes. (El video del momento del ataque aquí)

El ex presidente, que salió caminando del lugar apoyado por los agentes, fue rápidamente evacuado hacia un recinto hospitalario en las cercanías, y poco después el Servicio Secreto de EE.UU., agencia encargada de la seguridad de los presidentes y ex mandatarios, dio a conocer que Trump estaba bien.

De hecho, hacia las nueve de la noche hora de Chile, el propio Trump recurrió a las redes sociales para enviar un mensaje: “Recibí un disparo que atravesó la parte superior de mi oreja derecha… supe de inmediato que algo no estaba bien cuando escuché un silbido y de inmediato sentí la bala rompiendo a través de mi piel. Hubo harta sangre… Que Dios bendiga a Estados Unidos”.

El presidente Joe Biden se dirigió a la opinión pública diciendo que “en Estados Unidos no hay espacio para este tipo de violencia”.

Trump también agradeció al Servicio Secreto y oficiales de la policía por su rápida respuesta. “Más importante aún, quiero enviar mis condolencias a la familia de la persona que murió durante este evento (…) es increíble que un acto como este pueda suceder en nuestro país”.

Joe Biden: “Esto es de enfermos”

Poco después de que Trump fuera evacuado hacia un recinto hospitalario, el presidente Joe Biden se dirigió a la opinión pública diciendo que “en Estados Unidos no hay espacio para este tipo de violencia”.

Biden lleva dos semanas enfrentando una amplia rebelión interna entre los demócratas para desistir de su candidatura a la reelección. No sólo está detrás de Trump en todos los sondeos, sino que su abismal desempeño en el primer debate presidencial ha aumentado las dudas sobre su edad y capacidad cognitiva, a pesar de que su presidencia arroja cifras azules en casi todos los ámbitos.

“Esto es enfermizo, asqueroso”, dijo respecto de los hechos que las autoridades ahora investigarán como un posible intento de asesinato político. “Es una de las razones por las cuales tenemos que reunificar este país”, dijo. “No podemos permitir que estas cosas ocurran, no podemos ser así, no podemos tolerar esto”.

Decenas de figuras políticas de ambos partidos estadounidenses salieron anoche a condenar lo ocurrido. Lo mismo sucedió a nivel internacional, con figuras como el líder húngaro Viktor Orban, condenando este atentado.

Si bien es muy temprano para evaluar qué impacto tendrá este hecho sobre las elecciones presidenciales de noviembre, lo cierto es que probablemente genere una ola de simpatía hacia Trump.

Hasta el cierre de esta edición a las 03:00 hrs del domingo 14 de julio, no estaba establecido con certeza la identidad del presunto pistolero, ni menos sus motivaciones. Sin embargo, distintas fuentes apuntan a que el FBI afirmó que se trataría de Thomas Matthew Crooks, un residente de Pensilvania de 20 años, quien habría sido abatido por los servicios de seguridad.

El sospechoso es un residente de Bethel Park, en la zona metropolitana de Pittsburgh y a unos 70 km de Butler. "Esta sigue siendo una investigación activa y en curso, y se anima a cualquier persona con información que pueda ayudar con la investigación a que envíe fotos o vídeos por internet", se informó en un comunicado. 

Las autoridades aseguran que aún investigan cuál pudo ser la motivación del atacante, que disparó a Trump desde el tejado de una edificación cercana al mitin del expresidente. 

Con todo, Estados Unidos tiene un amplio prontuario de asesinatos presidenciales o intentos de ellos. Desde el asesinato de Abraham Lincoln en 1865, al de J.F. Kennedy en 1963, sumado al de Robert F. Kennedy en 1968, y el intento fallido a Ronald Reagan en 1981.

Algunos de estos nunca fueron plenamente resueltos, dando pie a toda una industria de las teorías de la conspiración, mientras que otros obedecían simplemente al trastorno de un individuo concreto, como fue el caso del atentado en contra de Reagan.

Impacto en la campaña presidencial

Si bien es muy temprano para evaluar qué impacto tendrá este hecho sobre las elecciones presidenciales que se realizarán en noviembre de este año, lo cierto es que probablemente genere una ola de simpatía hacia Trump.

Algo parecido sucedió en Brasil, cuando en septiembre de 2018 el entonces candidato de ultraderecha Jair Bolsonaro fue gravemente herido en un ataque de cuchillo. El hecho gatilló una ola de simpatía para el candidato y posterior presidente de Brasil.

A falta aún de saber las motivaciones del atentado en su contra, la campaña de Trump podrá, en el mejor de los casos, retratar este intento de asesinato como una clara señal de que la supuesta ‘izquierda radical’ quiere impedir su presunta victoria a cualquier costo. Y aun si se determina que se trató de un ‘lunático’ quien disparó, servirá a su campaña para presentar a Donald Trump como un mártir.