Tras anunciar el retiro de tropas en Siria, Donald Trump recibió un duro revés. El atentado adjudicado por ISIS en esta ciudad, bajo control de fuerzas estadounidenses, deja en evidencia que el grupo fundamentalista islámico continua activo, tal como lo han señalado los consejeros del Departamento de Defensa estadounidense, la inteligencia francesa y británica, a quienes Trump decidió no escuchar.

El 19 de diciembre de 2018, Donald Trump prometió retirar en 30 días a los 2000 soldados en desplegados en Siria, bajo la promesa hecha vía Twitter: “traer a los jóvenes devuelta a casa”. La medida generó críticas al interior del Partido Republicano y terminó con la renuncia del entonces secretario de defensa, James Mattis. Posterior a esto Trump se retractó y dijo a la prensa que el Ejército se retiraría en otro ritmo mientras mantenía su pelea en contra del Estado Islámico.

Además del retiro de tropas de Siria, se anunció una reducción de 7.000 soldados de los 14.000 presentes en Afganistán. En ambas ocasiones se le señalo al presidente Trump, que el Estado Islámico podría resurgir y que en Afganistán los talibanes volverían a tomar control en diversas zonas del país tras 17 años de guerra, desde su invasión en 2001.

El arrebato de Trump

A diferencia de su antecesor, el actual inquilino de la Casa Blanca toma sus decisiones basado en su impulsivo carácter. En materia de política exterior en Medio Oriente Barack Obama consideraba un plan y estrategia respecto del retiro de tropas. Por el contrario, el actuar de Trump pareciera ser un arrebato, que en este caso se originó tras una conversación telefónica con el jefe de Estado turco, Recep Tayyip Erdogan.

Erdogan le preguntó por qué seguían 2.000 tropas estadounidenses en Siria, si el Estado Islámico había sido vencido. A lo que Trump respondió: “¿Sabes qué? Es tuyo, me voy”.

Durante esta conversación, el 14 de diciembre pasado, Erdogan le preguntó por qué seguían 2.000 tropas estadounidenses en Siria, si el Estado Islámico había sido vencido. A lo que Trump respondió: “¿Sabes qué? Es tuyo, me voy”, según consignó Bussines Insider.

Desde ese momento, los consejeros del presidente Trump, entre esos el renunciado Secretario de Defensa, James Mattis, intentaron convencer a primer mandatario de dar una pequeña victoria a su aliado Turquía y no perseverar con la decisión de retiro. Sin embargo, 19 de diciembre Trump publicó un video en el que reafirmó este camino. El que terminó por cubrir bajo dudas y confusión una de las piedras fundamentales de la política exterior estadounidense, como lo es la lucha contra el terrorismo.

Aliados contra ISIS

Estados Unidos entró al conflicto en Siria desde el surgimiento público de ISIS en la zona durante 2014. En ese entonces, prestaba apoyo a grupos rebeldes kurdos, tanto con entrenamiento y logística como con ataques aéreos a posiciones del Estado Islámico. La presencia estadounidense nunca fue aceptada por el régimen de Bashar Al Assad, quien fue condenado por el entonces presidente Barack Obama de utilizar armas químicas.

Es por eso que, tras años de triunfos militares de la coalición liderada por Estados Unidos contra ISIS, el anuncio del retiro causó confusión y caos en los aliados kurdos.

Por otro lado, los países integrantes de la OTAN y que participan del conflicto, como Francia e Inglaterra han señalado que se mantendrán luchando contra el Estado Islámico porque desde sus organismos de inteligencia no advierten una real derrota del grupo islamista. Dentro del retiro también se esperaba una reducción en el apoyo aéreo de Estados Unidos.