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Sábado, 20 de Abril de 2024
[Jueves de medios]

De qué hablamos cuando hablamos de Rechazo

Marcos Ortiz F., director de Ojo del Medio (@ojodelmedio)

En los últimos 116 días de trabajo constituyente El Mercurio publicó 109 editoriales para comentar el trabajo de la Convención. Entre ellas, 98 fueron dedicadas a criticar el trabajo del órgano constituyente y tan solo dos para destacar algún aspecto positivo. Analizar los folios mercuriales es adentrarse en el alma del Rechazo y entender cómo piensa parte importante de las élites políticas y económicas del país. 

Admision UDEC

El pasado 23 de mayo, la revista Foreign Policy dedicó un extenso reportaje a la redacción de la nueva Constitución chilena. A juicio de los académicos estadounidenses que firman la nota, el borrador “de lo que puede ser la Constitución más progresista del mundo” ha “alimentado la ansiedad de la derecha”. Citando una treintena de documentos, artículos, entrevistas y declaraciones publicadas a lo largo de los últimos años en medios de Chile y el mundo, los autores concluyen que “los convencionales han logrado redactar un borrador que no solo proyecta un Chile más justo, inclusivo y sostenible, sino que también hace realidad los peores temores de las élites políticas y económicas de derecha”.

Posiblemente porque el acceso digital a El Mercurio está restringido únicamente a sus suscriptores, el reportaje apenas consigna un vínculo a una nota de Emol, excluyendo de esta manera a una de las fuentes más ricas del rechazo a la nueva Carta Magna. Aunque suene de Perogrullo, El Mercurio se ha opuesto desde un inicio a todo el proceso constituyente, criminalizando el estallido social, mirando con recelo el Acuerdo Por la Paz Social y la Nueva Constitución, favoreciendo la opción del Rechazo y la idea de que la Convención tuviera participación de parlamentarios y criticando cada decisión tomada por el organismo paritario que comenzó a trabajar el 4 de julio de 2021.

En 116 días de arduo trabajo constituyente, El Mercurio dedicó 109 editoriales a comentar el trabajo de la Convención; es decir, fueron escasas las ediciones en las que no se dedicó espacio a este análisis. Del total, 2 editoriales fueron positivos (destacando algún punto del trabajo constituyente), 9 fueron neutros (incluyendo balanceadamente argumentos favorables y desfavorables) y 98 fueron negativos (criticando diversos aspectos de la Convención, la redacción de normas, argumentos y votaciones).

A la luz de lo anterior, resulta pertinente preguntarse: ¿Representa El Mercurio a esa derecha temerosa y escandalizada de la que habla Foreign Policy? ¿Cómo ha manifestado el diario de los Edwards su rechazo al trabajo efectuado por la Convención Constitucional? ¿Es esta percepción un mito o se trata más bien de una verdad apoyada con datos concretos? Finalmente, ¿qué argumentos ha ocupado El Mercurio para criticar el trabajo constituyente?

Con esto en mente, nos lanzamos a analizar todos los editoriales publicados por el diario entre el jueves 20 de enero –día en que la Convención votó su primera norma en la comisión de Medio Ambiente– y el domingo 15 de mayo, un día después de que se terminó de votar la última norma y se entregó el borrador final. En definitiva, revisamos cerca de 350 editoriales publicados a lo largo de esos 116 días (El Mercurio publica entre dos y tres textos editoriales cada día, excluyendo a sus columnistas habituales e invitados).

Los resultados no dejan de asombrar. En esos 116 días de arduo trabajo constituyente, El Mercurio dedicó 109 editoriales a comentar el trabajo de la Convención; es decir, fueron escasas las ediciones en las que no se dedicó espacio a este análisis. Del total, 2 editoriales fueron positivos (destacando algún punto del trabajo constituyente), 9 fueron neutros (incluyendo balanceadamente argumentos favorables y desfavorables) y 98 fueron negativos (criticando diversos aspectos de la Convención, la redacción de normas, argumentos y votaciones).

En otras palabras, El Mercurio dedicó el 89,9% de sus editoriales relativos a la Convención a criticar su trabajo, versus el 1,8% en que se destacaron aspectos positivos. Huelga decir, por lo tanto, que si El Mercurio representara a uno de los 154 convencionales probablemente se ubicaría en el más extremo de los rincones, junto a Ruth Hurtado, Katerine Montealegre, Harry Jürgensen y Carol Bown, los más derechistas y conservadores de acuerdo con el mapa ideológico de la Convención confeccionado por Unholster.

Los temas predominantes a la hora de opinar sobre la Constitución han sido el sistema político y las nuevas instituciones que con él se crean (17 editoriales, 14 de ellos negativos); la plurinacionalidad y lo referente a los pueblos originarios (11 editoriales, todos negativos); aspectos económicos (8 editoriales, 7 de ellos negativos), judiciales (8 editoriales negativos) y relativos a derechos (6 editoriales, 5 de ellos negativos).

Vale aclarar que este marcado sesgo de las páginas editoriales de El Mercurio no significa necesariamente que haya sido traspasado a sus páginas informativas. Los editoriales de un medio son el espacio en el que, con absoluta libertad, estos moldean su identidad. Autores como Fowler (1991) los entienden como “el corazón, alma y conciencia de un diario”, espacios claves a la hora de incidir en la opinión pública.

Pero, ¿qué argumentos ha utilizado El Mercurio para criticar el proceso de redacción de la nueva Constitución? ¿Cuáles han sido los temas preferidos y cuáles han recibido menos atención? Dicho de otro modo, ¿de qué hablamos cuando hablamos de Rechazo?

Veamos.

Los temas predominantes a la hora de opinar sobre la Constitución han sido el sistema político y las nuevas instituciones que con él se crean (17 editoriales, 14 de ellos negativos); la plurinacionalidad y lo referente a los pueblos originarios (11 editoriales, todos negativos); aspectos económicos (8 editoriales, 7 de ellos negativos), judiciales (8 editoriales negativos) y relativos a derechos (6 editoriales, 5 de ellos negativos). En menor medida, El Mercurio también ha dedicado editoriales para posicionarse sobre la puesta en marcha de la Constitución, minería, educación, salud, paridad y género, medioambiente y agua, aborto, trabajo, pensiones, sistema de medios, participación popular, propiedad, agricultura, animales y una serie de temas generales de más difícil categorización.

Respecto del sistema político y nuevas instituciones, los editoriales han criticado –entre muchos otros aspectos– la “proliferación de órganos autónomos” (21ene), el “regionalismo fragmentario” (1feb) de carácter “refundacional” (20feb), la posibilidad de un unicameralismo como el promovido por “caudillos como Alberto Fujimori o Hugo Chávez” (22feb), el “riesgo de ingobernabilidad” (6mar) y el “enorme impacto en la posibilidad de sobrevivencia de nuestra democracia” (25feb) que podría generar el fin del Senado.

Quizás el editorial que engloba todos los puntos es el publicado el domingo 15 de mayo, un día después de aprobada la última norma. A lo largo de sus 1.730 palabras –el texto más extenso de todos– y bajo el título “No es la Constitución de todos”, el comité editorial de El Mercurio ocupa una serie de argumentos propios del Apruebo, pero ahora para defender el Rechazo.

En relación a los pueblos originarios, las críticas han apuntado a la restitución de tierras y territorio (28ene), por cuanto “inevitablemente chocará con el derecho de propiedad de muchas otras personas” (4mar). La instauración de un Estado plurinacional por parte de esta “Constitución indigenista” (6mar) dominada por el “radicalismo indigenista” (1may) ha sido considerado “una construcción social e ideológica sin arraigo verdadero en Chile” (19feb) hecha “a espaldas del pueblo que dice representar” (27mar) y que está alimentando “incluso el separatismo” (8may). En este mismo tema, El Mercurio ha criticado también la “discriminación identitaria” (12mar) sobre la que se basan los escaños reservados.

La garantía de nuevos derechos que brillaban por su ausencia en la Constitución de 1980 ha llevado al diario a preguntarse si más que un Estado social no estaríamos a partir de ahora en presencia de un prestador “único y monopólico” (2may). Junto con “elevar la presión al financiamiento público” (24abr), de no ser satisfechos estos derechos podrían transformarse en “letra muerta y fuente de frustración” (25abr).

A esta altura queda en evidencia que El Mercurio no se ha guardado calificativos a la hora de criticar la nueva Constitución propuesta al país. Quizás el editorial que engloba todos los puntos es el publicado el domingo 15 de mayo, un día después de aprobada la última norma. A lo largo de sus 1.730 palabras –el texto más extenso de todos– y bajo el título “No es la Constitución de todos”, el comité editorial de El Mercurio ocupa una serie de argumentos propios del Apruebo, pero ahora para defender el Rechazo.

De acuerdo a este análisis, los “grupos privilegiados” no son las élites ni el gran empresariado sino más bien los pueblos originarios y las mujeres. Esto, tras “la adopción expresa de las agendas feministas más radicales”. El texto va más allá y luego de anunciar el fin del mundo en caso de que esta Constitución triunfe en el plebiscito de salida señala que es el sector del Apruebo el que usa el miedo como estrategia.

De acuerdo a este análisis, los “grupos privilegiados” –la existencia de privilegios y abusos fueron precisamente uno de los orígenes del estallido social de 2019– no son las élites ni el gran empresariado sino más bien los pueblos originarios y las mujeres. Esto, tras “la adopción expresa de las agendas feministas más radicales”. El texto va más allá y luego de anunciar el fin del mundo en caso de que esta Constitución triunfe en el plebiscito de salida señala que es el sector del Apruebo el que usa el miedo como estrategia: “Se ha venido instalando por los partidarios de la opción Apruebo y en el oficialismo un discurso que, presentado como frío análisis, envuelve todos los elementos de una campaña del terror”.

Leer los editoriales mercuriales –y hacerlo con este nivel de atención– es una empresa repetitiva y agotadora, pero es, al mismo tiempo, una oportunidad única para adentrarse en el seno más íntimo del alma del Rechazo. Los textos que cada mañana publica el diario en su página A3 son una ventana de infinita riqueza para entender no solo cómo piensa su comité editorial, sino también un importante sector de las élites, particularmente económicas y políticas. Su lectura y análisis deberían servir a los sectores más entusiastas del Apruebo para romper sus burbujas voluntaristas y comprender los argumentos que se enarbolan del otro lado y que, hoy por hoy, tienen al plebiscito de salida con un pronóstico totalmente incierto.
 

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Leer el Mercurio es como asistir a una reunión de la Asociación Nacional del Rifle estadounidense

Un muy buen análisis del contenido editorial y un muy mal ojo en su conclusión final para este director al señalar un pronóstico de incertidumbre respecto del plebiscito de salida por las razones que esgrime. Sólo recordarle que estos editoriales sólo los leen y analizan un grupo muy minoritario y que corresponde precisamente a las élites privilegiadas en términos no solo académicas sino que económicas y que precisamente desean mantener su poder y hegemonía en el devenir de nuestra sociedad. A mi juicio la incertidumbre la provoca no una visión sesgada y voluntarista de esa élite a través de editoriales que la gran masa de la población ni siquiera considera, sino más bien el uso y abuso del control de medios de comunicación que llegan a los sectores mayoritarios de la población de los cuales son dueños y también a través del poder económico que les permite mantener una propaganda persistente y continua de engaños y falsedades en redes sociales y encuestas pagadas de muy dudosa credibilidad respecto de los contenidos y conclusiones en el trabajo de la Convención Constitucional. Ese es a mi juicio uno de los elementos más trascendentes que podría provocar elementos de incertidumbre y que, esperemos pueda ser de alguna forma mas estructurada y consistente ser contrarrestada por aquellos sectores que efectivamente desean un proceso de cambios real para terminar o aminorar en gran medida la desgarradora desigualdad e injusticia que históricamente nuestra sociedad ha mantenido.

Absolutamente cierto. Ya no leo las editoriales del Mercurio. Es lamentable que el principal diario de Chile, continúe una línea tan sesgada políticamente.

Como contribución, me llegó una advertencia en Facebook por compartir un post con 21 informaciones falsas sobre el borrador de la nueva constitución. Era un post que compartí justamente para denunciar las mentiras del rechazo y para decir que era falso. El post reproduce parte de una carta al director de Alex Kaiser y que difundió El Mercurio el 17 de mayo. Aquí el link del Fact Check de AFP. https://factual.afp.com/doc.afp.com.32B78YQ?fbclid=IwAR28QiukmgXr7CZ9B86tNaQErqnfv21Ir41qkothaM-mSz0d6Yxjgm7BaT8 #ElRechazoMiente

Lamentablemente "El Mercurio" es como escuchar la propaganda de Fox News. Este periódico es uno de los responsables de manipular, adulterar e influir negativamente en la sociedad chilena. Nunca hasta este momento intentaron ser más objetivos y neutrales.

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