El día 4 de mayo recién pasado, en una reunión entre autoridades de gobierno y parlamentarios, el diputado Miguel Mellado (RN) solicitó la realización de un allanamiento a la comunidad de Temucuicui, culpando a sus miembros de los hechos de violencia que se han registrado en la zona.
Lo anterior, días después del ingreso a la Universidad Católica de Temuco de personal de la policía vestidos de civil, quienes a la fuerza esposaron y se llevaron detenida a la hija del werken de la Comunidad Autónoma de Temucuicui, delante de toda la comunidad universitaria, delante de sus compañeros y personas que se encontraban en el lugar. El Delegado Presidencial en la Araucanía, José Montalva, se apresuró en declarar que la detención “se ajustaba a derecho”.
Momentos después el Juzgado de Garantía de Victoria señaló que “todo fue un error”, que se emitió la orden de detención por equivocación, no se escuchó disculpa alguna.
Lo anterior, en el contexto de la incautación por parte de la policía de la cosecha de trigo sembrado por la comunidad en territorios de ancestral ocupación, trabajos que se venían haciendo hace 4 años y que permiten la alimentación de las familias mapuche.
Lo anterior, apenas después de un mes de que parlamentarios de Renovación Nacional presentaran una querella ante el Juzgado de Garantía de Collipulli, en contra del Lonko Víctor Queipul, con el objeto de declarar a la Comunidad Autónoma de Temucuicui como una Asociación Ilícita Terrorista.
"Días después del ingreso a la Universidad Católica de Temuco de personal de la policía vestidos de civil, quienes a la fuerza esposaron y se llevaron detenida a la hija del werken de la Comunidad Autónoma de Temucuicui, delante de toda la comunidad universitaria".
Una vez más, el Lof Temucuicui es objeto de estigmatización, “los sospechosos de siempre”, la creación del enemigo interno, recurriendo a una estrategia repetida a lo largo de la historia: infundir temor, difundir el terror, para legitimar la necesaria, urgente y pronta intervención militar en el territorio mapuche.
La estrategia no es nueva. En los años previos a la Ocupación Militar del Wallmapu, el 4 de Octubre de 1854, el Diario El Correo del Sur denunciaba: “La dignidad del país ofendida por los salvajes”, exigiendo a las autoridades del gobierno central “la necesidad de ensanchar los territorios, la inmigración, las industrias que deben explotarse allí, todo eso pide la reducción de Arauco”, y encontraba su correlato en el Diario El Mercurio, en su editorial del 1 de noviembre de 1860: “LOS BARBAROS DE ARAUCO: Han vuelto otra vez los indios a comenzar sus depredaciones en los pueblos de la frontera. La provincia de Arauco es nuevamente amenazada por estos bárbaros y la inquietud y la alarma se han extendido en las poblaciones del sur. Ya es llegado el momento de emprender seriamente la campaña contra esa raza soberbia y sanguinaria, cuya sola presencia en esas campiñas es una amenaza palpitante, una angustia para las ricas provincias del sur”.
160 años después la situación no tiene grandes diferencias: si entonces en el nombre del desarrollo se inundó el territorio mapuche con plantaciones de trigo, hoy lo es con pinos y eucaliptus, o con proyectos hidroeléctricos; si a partir de 1870 el territorio ancestral mapuche es adjudicado a colonos y a la oligarquía local, hoy parte importante del territorio es propiedad de los consorcios forestales; si en las Memorias del Ministerio de Guerra se hace referencia a las tierras emplazadas al sur del río Malleco, los Llanos de Quilapán, como “el asiento de la rebelión y la guarida de los facinerosos”, en palabras del Coronel Gregorio Urrutia, mandamás del Ejército de Ocupación, hoy la referencia es a la “Zona Roja del conflicto mapuche”; si en 1867 se levantaba al sur del río Malleco el fuerte Chiguaihue, desde donde salían las avanzadas militares a atacar los Lof mapuche, hoy está enquistado el Retén de Fuerzas Especiales de Carabineros de Pidima y la presencia permanente de funcionarios del GOPE en el ex Liceo de Pailahueque, para hacer lo mismo.
"160 años después la situación no tiene grandes diferencias: si entonces en el nombre del desarrollo se inundó el territorio mapuche con plantaciones de trigo, hoy lo es con pinos y eucaliptus, o con proyectos hidroeléctricos".
Tampoco es nueva la estigmatización que hace del mapuche el Diario Austral, a nivel local, y los diarios El Mercurio y La Tercera, a nivel nacional, ya lo hicieron creando las condiciones para el Golpe de Estado y la represión en el territorio mapuche. A modo de ejemplo, el Diario Austral titulaba, en agosto de 1973, “Una nueva escalada de tomas tiene planeada el Movimiento Campesino Revolucionario, filial agraria del MIR, que ya ha cumplido en 1971 y 1972 una impune y desquiciada acción en la actividad agrícola en Malleco y Cautín”.
Nada de original tiene tampoco la idea de declarar Estado de Sitio en el territorio mapuche, y específicamente en el espacio territorial que se extiende al sur del río Malleco, como lo solicitan las voces que defienden el latifundio y la expansión forestal, ya lo hicieron en los años de la Reforma Agraria, con éxito, logrando que ante la recuperación por parte de las familias mapuche de los fundos Alaska, Chiguaihue y Pidenco el gobierno decrete el departamento de Collipulli como ‘Zona de Emergencia’, en el mes de julio de 1970, quedando el territorio a cargo del Regimiento Húsares de Angol.
"Nada de original tiene tampoco la idea de declarar Estado de Sitio en el territorio mapuche, y específicamente en el espacio territorial que se extiende al sur del río Malleco, como lo solicitan las voces que defienden el latifundio y la expansión forestal".
Nada de nuevo tiene tampoco la persecución judicial a los miembros del Lof Temucuicui, recordemos el secuestro y las torturas de que fue objeto el Lonko Victor Queipul, en el contexto de un violento operativo policial, el 14 de junio de 2016, y que el Juzgado de Collipulli, a petición de la Fiscalía, sobreseyó definitivamente, sin encontrar culpable alguno.
Causas judiciales en las que se ha involucrado a miembros de la Comunidad Autónoma de Temucuicui hay por montones, entre ellas la Operación Huracán, causa que ha sido suspendida en innumerables ocasiones, no obstante se haya comprobado la implantación de mensajes falsos por parte de la policía, para inculpar a los werkenes Rodrigo, Jaime y Jorge Huenchullan, entre otros mapuche.
La persecución que hoy se hace al Lof Temucuicui no es nueva, se remonta al momento en que el Estado chileno decide ocupar el territorio mapuche que se extiende al sur del Bio Bio, y para ello el camino recorrido es el mismo: se construye el ‘enemigo interno’, se difunde el terror mediático para legitimar el ingreso del Ejército o de la policía militar para, finalmente, hacerse de sus dominios en beneficio de los valores “universales y compartidos” representados por el Estado y la oligarquía, nacional y local, ayer y hoy.
*Martín Correa, Historiador y Doctor en Antropología, autor del libro “La Historia del Despojo”.
Comentarios
Me parece inaudito y hasta
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