No es un secreto que muchos en el Frente Amplio anhelaban que el candidato presidencial fuera el alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic. Pero este se negó y como habría sido un fracaso que el partido del presidente Gabriel Boric no tuviera una carta para competir, se apuraron en buscar una alternativa.
Sin muchas opciones de peso para elegir, terminó siendo el diputado Gonzalo Winter, uno de los mejores amigos del mandatario, el que aceptó representar a la colectividad, siendo proclamado oficialmente el pasado 4 de abril.
La antesala de esto dejó en evidencia algunos problemas internos del Frente Amplio. Principalmente críticas de militantes contra la directiva encabezada por Constanza Martínez, por haber demostrado improvisación en el proceso.
Winter apareció en la carrera presidencial casi como si fuera por cumplir. Sin embargo, distintos militantes del Frente Amplio han señalado a Interferencia que esta candidatura es en serio y que en la interna hay motivación y confianza de que el actual diputado puede tener un gran desempeño.
Después de todo, cuando se levantó la opción de Gabriel Boric como presidenciable, no fue menos improvisado. Y ya sabemos hasta dónde llegó.
Pero algo que también señalaron a nuestro medio los militantes frenteamplistas es que a Winter se le imprimirá “relato” y “épica”, con lo cual supuestamente debería dar la sorpresa.
Pero algo que también señalaron a nuestro medio los militantes frenteamplistas es que a Winter se le imprimirá “relato” y “épica”, con lo cual supuestamente debería dar la sorpresa.
En contraparte, desde que el nombre de Winter comenzó a ser sondeado como presidenciable, se ha ido instalando mediáticamente el concepto de ‘cuico’ para menoscabar a su perfil, lo cual dificulta el desafío de encontrar esa épica que se busca.
Por ejemplo, el pasado 23 de marzo, el periodista Kike Mujica publicó una columna en The Clinic que comenzaba así:
“El estigma de cuico carga sobre Gonzalo Rodolfo Winter Etcheberry (38 años). Tanto en derechas como en izquierdas. También el de zurdo caviar. En una sociedad propensa al estereotipo -y al clasismo en todas sus versiones- no calza que el exalumno de uno de los colegios más tradicionales de la elite -Verbo Divino- haya cruzado el charco hacia ese mundo que critica a empresarios, a la derecha, a la iglesia y al conservadurismo”, escribió el comentarista.
“Gonzalo Winter es ‘cuico’, estudió en colegio ‘cuico’. Eso no lo invalida (...) es distinto hablar de desigualdad cuando te tocó vivirla, es distinto hablar de pobreza cuando te tocó vivirla, es distinto hablar de trabajo cuando te tocó trabajar para estudiar y no te pagaban todo"
El 4 de abril en el programa Stock Disponible de Via X, mientras comentaban la candidatura presidencial de Gonzalo Winter por el Frente Amplio, el diputado del PPD, Raúl Soto, mencionó algo que muchos en la política piensan pero que no tantos lo dicen.
“Gonzalo Winter es ‘cuico’, estudió en colegio ‘cuico’. Eso no lo invalida (...) es distinto hablar de desigualdad cuando te tocó vivirla, es distinto hablar de pobreza cuando te tocó vivirla, es distinto hablar de trabajo cuando te tocó trabajar para estudiar y no te pagaban todo, es distinto hablar de educación pública cuando estuviste en un colegio particular pagado toda tu vida”, señaló el parlamentario oficialista.
En tanto, el pasado 11 de abril, el candidato presidencial del Partido de la Gente, Franco Parisi, fue aún más duro y dijo en entrevista con CNN Chile que el abanderado del Frente Amplio es un “cuiquito mal enseñado”.
El artículo ‘Representaciones de la clase alta en Chile: La construcción de la categoría “cuicos/as”’ de la socióloga Claudia Jordana Contreras, señala que ‘Cuando los individuos describen a los cuicos, efectivamente, uno de los aspectos que resalta de inmediato es su pertenencia a la “clase alta”. El cuico -señalan los entrevistados transversalmente- “tiene plata”, vive en los sectores acomodados de la ciudad, “en el barrio alto”’.
No deja de ser paradójico que el concepto se le cargue a Winter cuando en la misma carrera presidencial hay personas como Evelyn Matthei, José Antonio Kast, Johannes Kaiser o Carolina Tohá, quienes no son precisamente de clase obrera.
Pero cuando se va instalando este mote en contra del frenteamplista, él no tiene mucho con qué defenderse.
Su padre Jaime Winter Garcés es un economista vinculado al mundo inmobiliario. Su abuelo paterno, Augusto Winter Elizalde, fue el primer jefe del Departamento de Pediatría de la Escuela de Medicina de la Pontificia Universidad Católica. La madre del candidato, María Elena Etcheberry Court, fue superintendenta de Isapres en el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle y es propietaria de la agencia de lobby EK. Su abuelo materno, Alfredo Etcheberry Orthusteguy, fue un destacado abogado penalista y académico de la Universidad de Chile y de la Pontificia Universidad Católica.
Tal linaje, lógicamente hizo que Winter naciera un ambiente privilegiado. Y lo que más retrata esto es que su educación escolar la cursó en el colegio Verbo Divino, uno de los más importantes de la élite de la derecha chilena.
Tal linaje, lógicamente hizo que Winter naciera un ambiente privilegiado. Y lo que más retrata esto es que su educación escolar la cursó en el colegio Verbo Divino, uno de los más importantes de la élite de la derecha chilena, el mismo donde estudió el fallecido ex presidente, Sebastián Piñera.
Una fuente que trabajó con Winter en su primera candidatura a diputado relató a Interferencia que al personaje le incomodaba esa situación y le gustaba desligarse del perfil.
“Yo soy cuico, pero de verdad muy cuico, mi familia tiene mucha plata”, le habría dicho Winter a esta fuente en una ocasión.
Con todo esto, es bastante complicado darle épica a la candidatura de Gonzalo Winter, puesto que no tiene algún elemento que sí tenían otros ganadores de la izquierda chilena.
Por ejemplo, Gabriel Boric contaba con el antecedente de haber sido un importante dirigente estudiantil; Michelle Bachelet, siendo hija del general asesinado por la dictadura, Alberto Bachelet, fue la primera mujer ministra de Defensa; Ricardo Lagos apuntó su dedo a través de la televisión contra Augusto Pinochet mientras todavía era el dictador.
Fuentes del Frente Amplio señalaron a nuestro medio que en la discusión interna no se han dado por notificados de que el ‘concepto’ cuico es una avanzada contra Winter.
Fuentes del Frente Amplio señalaron a nuestro medio que en la discusión interna no se han dado por notificados de que el ‘concepto’ cuico es una avanzada contra Winter.
Sí reconocen que el perfil más intelectual que ha ido mostrando el candidato en los medios de comunicación estas semanas es algo que los motiva, pero que aún debe traspasarse a los territorios, específicamente a los sectores populares.
Esta última falencia la atribuyen principalmente a que por la naturaleza de su cargo de diputado, el roce social no es tan directo como ocurre con un alcalde, tomando como referencia la realidad de Tomás Vodanovic en Maipú.
Hay un dato que agregan estas fuentes y que da cuenta de que aún no hay mucha claridad en la construcción de este relato épico: todavía no existe una bajada comunicacional para la militancia sobre cómo se debe hablar del candidato Winter.
El abanderado del Frente Amplio tiene el desafío de sortear con el estigma de ser un joven de la élite que habla de justicia social, algo cercano a lo que alguna vez Jorge González describió en su canción ‘Por qué los ricos’: “A veces unos tienen ganas de igualar/ Forman entidades, juegan a luchar/ Discursos y recursos, vida intelectual/ Y todo sigue tan igual”.
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