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Viernes, 5 de Septiembre de 2025
Festival Internacional Teatro a Mil

'Kiinalik': llega a Chile obra de música y danza que rescata la historia del genocidio de indígenas canadienses

Lissette Fossa

Evalyn Parry, músico queer, y Laakkuluk Williamson Bathory, bailarina indígena canadiense, cuentan a INTERFERENCIA cómo crearon esta pieza que mezcla sus dos disciplinas y que se presentará en enero en Santiago. El tema de la obra ha reflotado tras el hallazgo de miles de cuerpos de niños y niñas en antiguas iglesias y escuelas católicas de Canadá.

Desde el 6 hasta el 8 de enero, en el Centro Cultural Matucana 100, se presentará la obra de música y danza canadiense Kiinalik: these sharp tools (Kiinalik: estas herramientas afiladas), en el marco del Festival Internacional Teatro a Mil, que se desarrollará en enero de 2023.

La obra fue creada por las artistas Evalyn Parry y Laakkuluk Williamson Bathory, además de Erin Brubacher, Elysha Poirier y Cris Derksen. y surge después de que Williamson y Parry se conocieran en un viaje al Ártico, donde comenzaron una amistad que dio frutos en esta pieza que mezcla la música, la danza y el teatro.

Kiinalik pone énfasis en las diferencias entre ambas artistas; una de ellas de origen indígena y otra descendiente de europeos, quien también es lesbiana y queer, para abordar la historia de la colonización de Canadá y el genocidio de indigenas. De tal modo, el show transita en las emociones y la historia que emergen tanto de la historia del país, como de las historias personales de las artistas.

“Creo que sí podemos generar conexiones entre lo que pasa con los pueblos originarios en Chile con lo que pasa en Canadá, porque lo que hicimos en este show es contar la historia de nuestras dos familias, de nosotras dos, y cómo la historia de cada familia es parte de un arco mayor de un relato de colonización”, comenta la bailarina Laakkuluk Williamson.

Presentada por Fundación Teatro a Mil y Escondida | BHP, es la primera vez que esta obra llega a Chile, lo que, según cuentan a INTERFERENCIA, tiene a las creadoras “muy emocionadas”. Afirman que tanto en Chile como en Canadá, las personas van a poder conectarse con la historia de la colonización y de pueblos indígenas oprimidos.

“Creo que sí podemos generar conexiones entre lo que pasa con los pueblos originarios en Chile con lo que pasa en Canadá, porque lo que hicimos en este show es contar la historia de nuestras dos familias, de nosotras dos, y cómo la historia de cada familia es parte de un arco mayor de un relato de colonización”, comenta la bailarina Laakkuluk Williamson.

En esta entrevista, ambas artistas cuentan qué hechos históricos y personales las inspiraron, incluyendo los hallazgos de cuerpos de miles de niños y niñas indígenas en antiguas iglesias católicas y escuelas de Canadá, noticia que ha causado conmoción en ese país y en el mundo.

“Nosotras intentamos hablar del efecto práctico y emocional que ha causado este genocidio. Incluso en la obra hay una parte donde hay una especie de explosión emocional, donde la gente vive como una catarsis”, explica Williamson.

- ¿Cómo nació el proyecto de hacer Kiinalik: These Sharp Tools?

Evalyn Parry (E): La historia de cómo nos conocimos es parte de la misma obra. Fue en un barco, en un viaje al Ártico, y el viaje nos volvió amigas y eventualmente nos llevó a trabajar juntas.

"Invitamos a las personas a ver la obra, porque habla de una historia más grande, que es la colonización. Nuestro trabajo incluyó viajar y conocer varios pueblos indígenas y vimos que había historias similares", dice la músico Evalyn Parry.

Laakkuluk Williamson (L): De hecho, nos conocimos en un cerro que está atrás de mi casa. Comenzamos conversando mucho y nos tomó un tiempo empezar a trabajar juntas mientras nos hicimos amigas, pero conversando sobre nuestros problemas en común, empezamos a juntar nuestras disciplinas, como cantante y como bailarina, y ahí comenzamos a trabajar juntas cada una en su disciplina artística.

- En Chile hay una historia de mestizaje entre descendientes europeos y pueblos originarios, pero también de discriminación hacia el pueblo mapuche, un pueblo que hasta hoy exige sus derechos y autonomía. ¿Creen que chilenos y mapuche van a poder conectar con su obra, que también toma temas respecto a los pueblos originarios de Canadá?

L: Yo creo que sí podemos generar conexiones entre lo que pasa con los pueblos originarios en Chile con lo que pasa en Canadá. Porque lo que hicimos en este show es contar la historia de nuestras dos familias, de nosotras dos, y cómo la historia de cada familia es parte de un arco mayor de una historia de colonización.

Por ello, invitamos a las personas a ver la obra, porque habla de una historia más grande, que es la colonización. Nuestro trabajo incluyó viajar y conocer varios pueblos indígenas y vimos que había historias similares, por esto mismo.

"Si bien hablamos de una historia personal, para mí, que soy una mujer lesbiana y queer, es importante el relato de cómo yo puedo empatizar con la historia de los pueblos indígenas siendo también parte de otra comunidad oprimida", dice Williamson.

- En Chile, el año pasado, se conoció la noticia sobre cientos de cuerpos de niños y niñas que fueron encontrados en antiguas iglesias e internados, en Canadá, apartados de sus familias y despojados de su cultura. Fue una noticia impactante. ¿Hay algo de esta terrible historia que el espectador va a poder ver en la obra?

L: Sí, nosotras lo hablamos en la obra y lamentablemente no fueron cientos, sino que hablamos de miles de miles de casos, principalmente niños y niñas, que fue prácticamente un genocidio en contra de los pueblos originarios en Canadá. 

Nosotras intentamos hablar del efecto práctico y emocional que ha causado este genocidio. Incluso en la obra hay una parte donde hay una especie de explosión emocional, donde la gente siente mucha emoción, como una catarsis. Nosotras creemos que este genocidio afecta y ha afectado todos los aspectos de la cultura canadiense.

- ¿Creen que a través del arte se puede ayudar a que las personas, el público, conecte con este dolor del genocidio indígena o con otros grupos oprimidos, como la comunidad LGTBIQ+, que está también representada en la obra?

E: Esa es la idea. Creo que el show es realmente grande en la historia que cuenta, es una historia que tiene capas, y que puede generar que mucha gente encuentre conexión con estas historias.

El show habla de la historia de la relación entre colonizadores canadienses del sur de Canadá y los pueblos indígenas que viven al norte del país. Si bien hablamos de una historia personal, para mí, que soy una mujer lesbiana y queer, es importante el relato de cómo yo puedo empatizar con la historia de los pueblos indígenas siendo también parte de otra comunidad oprimida, y entender las vivencias de otras comunidades oprimidas, como las indígenas. 

Por eso tenemos interés en que la obra sea vista por jóvenes, se discuta en espacios educativos, para poder generar el impacto y el cambio que buscamos.

- La música y la danza, como lenguajes universales, pueden llegar a todas las personas. ¿Con qué emociones se va a enfrentar el público chileno al ver esta obra?

L: nosotras dos mostramos mucho de nuestra vulnerabilidad a través de la música, y de la historia de la obra. Mostramos un montón de emociones, desde el dolor profundo a la generosidad. Al traer esto a un lugar del mundo al que nunca habíamos llegado, como Chile, estamos muy emocionadas.

E: Sí, creemos que con este show queda muy patente que la música es un lenguaje universal. Porque puede parecer un material muy duro, pero las personas pueden sentirlo tanto en sus cabezas como corporalmente.



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