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Miércoles, 11 de Junio de 2025
[La columna de Yasna Lewin]

La aristocracia constitucional

Yasna Lewin

Pretender que los sabios sustituyan a los representantes elegidos muestra una peligrosa regresión autoritaria y aristocrática. Un estudio del PNUD sobre los 239 procesos constituyentes del mundo desde la segunda mitad del siglo XX concluye que “a medida que la democracia se restringe, aumenta la probabilidad que el proceso sea a través de una comisión de expertos”.

En una de sus columnas para la revista británica Tribune, el escritor George Orwell acuñó la célebre frase que dice que la historia la escriben los vencedores. La derecha chilena se siente victoriosa por el triunfo del rechazo en el plebiscito del 4 de septiembre y, además de redactar la historia del primer tiempo del proceso constituyente, espera escribir su segundo capítulo. 

En la historia que escribe Chile Vamos, la derecha es dueña del 62% que votó rechazo. El relato dice además que esa contundente mayoría no solo derrotó una propuesta constitucional, sino además habría rechazado los mecanismos de participación democrática que inspiraron el “primer tiempo” de este relato. 

Con el pretexto de aprender de los errores, comienza a instalarse la tentación autoritaria de nombrar una comisión de expertos cada vez con mayores atribuciones. Al principio de las conversaciones este grupo de ilustrados “acompañaría” la deliberación de un órgano elegido. Con el correr de los días la función se amplió a “delinear los bordes”, y así siguió escalando hasta el punto de proponer que redacte “un bosquejo”, incluso un “anteproyecto”. 

Chile Vamos dice honrar la palabra empeñada durante la campaña, pero la idea de encomendar un bosquejo a los expertos es una mala copia de la comisión Ortúzar.

Chile Vamos dice honrar la palabra empeñada durante la campaña, pero la idea de encomendar un bosquejo a los expertos es una mala copia de la comisión Ortúzar que, por encargo de la Junta Militar de la dictadura de Pinochet, redactó el anteproyecto de la Constitución del 80. El nombre de esta comisión de ocho varones ilustrados se debe a su presidente, Enrique Ortúzar, a pesar de que el mentor de facto fue otro de sus integrantes, el abogado Jaime Guzmán. Su misión era la misma que pretende la derecha de hoy con la comisión de expertos, redactar un anteproyecto o bosquejo que luego fue revisado por el Consejo de Estado. Cuarenta y dos años después no será un Consejo de Estado sino un órgano elegido al que está prohibido llamar “Convención” y mucho menos “Asamblea”.  

El primer párrafo de la historia escrita por la derecha indica que la amplia mayoría que se expresó el 4 de septiembre representa el sentido común de los chilenos, un concepto repetido majaderamente durante la campaña, para referirse a esa virtud de un pueblo inteligente que sabría elegir correctamente. La narrativa sobre esta sabiduría popular también  recomienda atender a las encuestas, donde el manido sentido común de los chilenos se inclina por los expertos.  

Pero la experticia y el sentido común no siempre van de la mano; de hecho, el más importante científico del siglo XX, Albert Einstein, aseguraba que “el sentido común no es más que un conjunto de prejuicios depositados en nuestra mente antes de llegar a los 18 años”. Es decir, la majadera frase de los partidarios del rechazo significaría que la victoria no la obtuvo la sabiduría popular, sino al contrario, se habrían impuesto los prejuicios de los electores, groseramente manipulados por millonarias campañas de desinformación. 

Las encuestas indican ahora que el juicio popular se inclina por un grupo de expertos para redactar la “buena nueva Constitución”. Y una forma paternalista de volver a infantilizar a la opinión pública, como lo hicieron durante la campaña, es utilizar su adhesión al conocimiento para suplantar la soberanía popular. Pretender que esta segunda etapa del proceso constituyente sea dominada por la tecnocracia no es atender al sentido común sino a una lógica autoritaria. 

La derecha olvida que la preferencia por los sabios para integrar órganos de representación popular es una tendencia que viene aumentando en la opinión pública de manera directamente proporcional al desprecio por los políticos tradicionales.

La derecha olvida que la preferencia por los sabios para integrar órganos de representación popular es una tendencia que viene aumentando en la opinión pública de manera directamente proporcional al desprecio por los políticos tradicionales. Un rasgo muy parecido al creciente aprecio por los independientes, que llevó a la clase política a permitir listas autónomas de los partidos en la elección de convencionales, con grandes aplausos pero muy malas consecuencias para el funcionamiento de la Convención.  

Los expertos de ahora son los independientes de antes, depositarios de la verdadero sentir popular, aunque en el caso de la Convención tanto los independientes como los expertos sí fueron elegidos por voto popular. 

Es bueno recordar que en vísperas de la elección de convencionales, en noviembre de 2020, una encuesta de Espacio Público e Ipsos mostró que un 77 por ciento de las personas consideraba que lo más importante para elegir a los convencionales sería el nivel educacional de los candidatos. Y justamente es lo que llevó a la ciudadanía a escoger 59 abogados -más de un tercio de la Convención-, entre ellos seis doctores en Derecho Constitucional: Jaime Bassa, Amaya Alvez, Christián Viera, Agustín Squella, Rodrigo Álvarez y Fernando Atria. 

Fue la ciudadanía la que impuso la participación de expertos en la pasada Convención, pero democráticamente elegidos, con credenciales académicas legitimadas por los votos y no por el dedo de los parlamentarios.  

Pretender ahora que los expertos reemplacen o dirijan a los representantes en materias constitucionales muestra una peligrosa regresión autoritaria. Y así lo advierte el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en su informe “mecanismos de cambio constitucional en el mundo”, donde analizó los 239 procesos constituyentes que han tenidos lugar desde la segunda mitad del siglo XX. Entre sus conclusiones, indica que “a medida que se consolidan los regímenes efectivamente democráticos, aumenta la probabilidad que el cambio constitucional se produzca a través de una asamblea constituyente. En cambio, a medida que la democracia se restringe, aumenta la probabilidad que el proceso constituyente sea a través de una comisión de expertos”.

La historia que escriben los victoriosos del 4 de septiembre dice que la ciudadanía habría rechazado el texto de la Convención Constitucional porque desafiaba el sentido común, con las pretensiones supuestamente  refundacionales y maximalistas, impuestas por grupos identitarios y particularistas. No vaya a suceder algo parecido, con otro grupo identitario, el de los genios, cuyo brillante texto resulte tan ilegítimo como el de los ilustrados miembros de la Comisión Ortúzar.    

No hay que olvidar que en su formulación original la Aristocracia es el concepto de Aristóteles para referirse al “gobierno de una elite” destacada por su “intelecto y sabiduría”. No es raro entonces que con total desprecio del pueblo, las elites criollas aboguen por una nueva Comisión que represente debidamente sus intereses y asegure que Chile tenga una Constitución más ilustrada que legítima, una carta magna para la aristocracia.



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La derecha nos ha dejado una "gran enseñanza" desde su sabiduría ética; "para ganar se puede mentir descaradamente" y así dejar atrás el desafío del sentido común. Si seguimos aplicando esa premisa básica del conservadurismo, y normalizando la mentira, sólo seguiremos por la sostenida senda del subdesarrollo. Primero hay que esperar que la derecha salga de su transe o reflexión interna y entregue una propuesta decente al país. Esperemos que la chicha y el terremoto no les afecte más a sus desviados principios después de las fiestas.

Me da pena siquiera opinar cómo la gente se deja engañar sin siquiera informarse . No quería a los políticos y ahora ellos le harán la constitución de acuerdo a lo que la élite les dicte. La verdad, no logro entenderlo.

Esperemos po, quizá qué comité de expertos quiera presentarnos la derecha Quién sabe si proponen a José Piñera por ejemplo, total, como el dice el tango de Santos-Discepolo " es lo mismo un burro que un gran profesor"...

El mismo partido del orden que se jacta de un triunfo de la ciudadanía, nos dice que la ciudadanía es tonta e ignorante. Por lo demás el concepto de "experto" ni siquiera se precisa y eso me asusta aún más. No sólo vuelve el proceso aristocrático, sino que muy, muy oscuro.

Sin deshonrar el coeficiente intelectual de la persona que deshonró por décadas la dignidad de nuestros abuelos...

La clase política corrupta nos quiere de vuelta al siglo 19 cuando el desprecio al pueblo era mayor que hoy. Que la derecha diga que el 62% de rechazo es suyo, es exclusivamente un escandaloso aprovechamiento para seguir imponiendo sus intereses por encima de los intereses populares. La derecha sabe de sobra que no es mayoría en Chile, que no es más del 30% y que el resto del rechazo es gente que. se dejó embaucar por su multimillonaria y antidemocrática campaña del terror, imponiendo mentiras con su espurio dinero robado al pueblo trabajador a través de los conocidos mecanismos de acumulación de riqueza. Además, la derecha lee en las encuestas solo lo que le conviene olvidando o haciéndose como que se olvida, que en todas ellas tiene menos de un 10% de aprobación y no ahora, desde hace varios años. Entonces, ¿cómo se atreve a adjudicarse ese el 62%? Ese rechazo debe leerlo tal como es , una sumatoria de razones entre las cuales está la desinformación multimillonaria de su propia campaña electoral anti democrática y profundamente anti ética. Otra parte fue de quienes estaban indignadxs por haberseles obligado a ir a votar. Otra parte corresponde a una porción de la izquierda extra sistema que no quiso legitimar el sistema económico vigente de saqueo propuesto por la convención en su texto, y que además legitimaba el sistema de partidos políticos vigente, completamente corrupto y dlincuencial .

Si, comparto lo primero; el que la derecha añora los siglos pasados. Sin embargo, el que ahora la derecha diga que ese 62% es de ellos, los responsables son los "mismos tontos y tontas útiles" que se prestaron para esto y estos tontos útiles tienen nombres y apellidos que espero no los olvidemos. Hay una Diputada de la República, lamentablemente. Ella planteó descaradamente que existían varias formas de votar, no solo Aprobar o Rechazar, Creo que es lo más acertado que ha planteado esta Sra. Porqué la Sra Rincón no anuló, o votó en blanco? y los otros lo mismo. Cuando marcaron el rechazo se identificaron hasta lA MÉDULA con él.

. No es nada nuevo ni extraño, que la aristocracia se otorgue todo el poder, para que una "comisión de" expertos ", incluyendo al" amor " del gran empresariado, Ricardo Lagos Escobar. Es realmente demasiado doloroso cómo no se comunicó, a la gran masa de chilenos, lo que significaba la Constitución del 80....el por qué votar RECHAZO, era votar para darles más poder a los ricos y súper ricos, oara que amasen más y más fortunas, a costa de la explotación de las y los trabajadores.... Que. votarían en contra de un verdadero poder sindical para luchar contra el abuso de sus " patrones".... En contra de sus Derechos Humanos. más básicos . En contra de una educación igualitaria buena para todas y todos... De una salud Universal, que no mate,... E n contra de tener una vivienda habitable, con el confort necesario, para los s niños... En contra de lo Derechos básicos de los mapuche y todos los pueblos originarios, por siglos pisoteados y marginados, por la dinastía oligarquica... En contra de una pensión de miseria.... oo sea, en contra de las pornograficas ganancias de las AFP (e ISAPRES,) especulando con el dinero de las y los trabajadores y un largo etcétera. Los que estaban a cargo de la campaña del "apruebo, cómo no CONTRARESTARON en la franja televisiva, las mentiras y falacias del terror, tan maquavelicamente bien comunicadas, sin fundamentos.....manipulando y jugando con las emociones de un Pueblo sumido en la confusión y el miedo. Era muy simple y muy lógico... Con la Verdad botar las mentiras, una por una, explicada en peras y manzanas, para que el gran Pueblo comorendiese que. votar a favor de la constitución del 80, o sea RECHAZO, era votar contra ellos mismos... Me impresiona que no se ha escuchado ningún "mea culpa", de los y las, que con una Esperanza y CREENCIA sin fundamento alguno, tan lejanos a la realidad de la mayoría, desinformada, que me decían en la calle... En los campamentos, poblaciones "vamos a votar RECHAZO porque tenemos mucho miedoque esa nueva Construcción nos quite el derecho a una vivienda propia, a que nuestros hijos o nietos no puedan heredar nuestros fondos previsionales..." ' y un largo etcétera

Toda esta dolorosa realidad se resume en un dicho popular. nuy sabio "NO ES LA CULPA DEL CHANCHO, SINO DEL. QUE LE DA EL AFRECHO".

La instalción de una comisión de expertos (o gobierno técnico como se le conoce en otros países) es la negación de la política, es la negación de la democracia en cuanto proceso que busca mediar la conflictividad que toda sociedad tiene en sí misma. Y peor aún es la negación de la participación ciudadana o popular en el gobierno del país. Se busca crear la opinión que los expertos están por sobre el bien y el mal, por sobre los partidos, considerados corruptos -lo que muchas veces no deja de ser cierto-. Así se le entrega el poder de decidir a un grupo de personas que bajo la apariencia de estar por sobre las luchas políticas, en efecto están decidiendo con objetivos e intereses muy precisos y en contra el interés del pueblo. Excelente columna de Yasna Lewin. Felicitaciones por el análisis !!!

Seria interesante pensar que una nueva constitucion hecha entre cuatro paredes por una comisiòn de Expertos corruptos, designados por politicos corruptos, fuera rechazada en un plebiscito de salida. Al menos, aqui hay un voto. Ya Ricardo Lagos lo dijo, Crecimiento o nada, queire decir nogocio, lucro, enriquecimiento de la clase rica, emprebecimiento de lo que no son ricos, lo demàs es MUSICA y yo agregaria CUECA.

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