Fue la noticia de la tarde del 2 de octubre: Cristián Labbé, ex alcalde de Providencia, coronel en retiro, sentenciado a tres años de cárcel por el delito de “apremios ilegítimos”, como delito de lesa humanidad. El ministro Álvaro Mesa afirma en su fallo que Labbé fue el autor de las torturas cometidas contra Harry Cohen Vera, en noviembre de 1973, en Panguipulli.

El ex secretario general de gobierno de Augusto Pinochet y ex alcalde de Providencia tendrá que cumplir pena efectiva, probablemente en la cárcel de Punta Peuco, sin ningún beneficio alternativo, además de la suspensión de cualquier cargo u oficio público mientras cumpla la pena. El ministro Mesa además ordenó al Estado de Chile pagar una indemnización a la víctima de 30 millones de pesos.

Harry Cohen fue detenido ilegalmente en casa de unos familiares, mientras él los visitaba para ayudarlos con sus conocimientos de electrónica, en Futrono. Con 26 años, no era militante ni participaba en política, pero su pelo largo generó “sospechas” entre los militares. Fue llevado en helicóptero a Panguipulli, donde fue víctima de golpizas, aplicación de electricidad y diversas técnicas de tortura. Allí fue golpeado y amenazado por Labbé con un corvo. 

"Tengo claro quién me torturo y me amenazó matar con un corvo, era Cristián Labbé, cómo no voy a estar seguro si lo miré a la cara y lo vi abalanzarse encima mío mientras me insultaba. Además, lo escuché e identifiqué su voz en mis interrogatorios y además me lo ratificó un sargento de apellido Barra. Cuando me interrogaba, era claro distinguir su voz, pues lo vi”, afirmó Cohen el año pasado, en una entrevista a Cambio21.

Casos pendientes

Este caso no es el único que mantiene Labbé con la justicia. Actualmente está procesado por otra causa por el mismo delito, en la Corte de Apelaciones de Valparaíso, por torturas perpetradas en Tejas Verdes. Y por asociación ilícita en la Corte de Apelaciones de San Miguel, también relacionado con secuestros y torturas cometidas en su paso en el mismo centro de tortura y exterminio de la DINA.

En la Corte de Apelaciones de San Miguel, el caso lo ve la ministra en visita Marianela Cifuentes, quien ha sometido a proceso a Labbé como autor por el delito de tormentos contra Anatolio Zárate Oyarzún, en 1973, durante su paso en Tejas Verdes. Zárate era oficial de la Marina y fue detenido entre septiembre y octubre de ese año, donde fue constantemente torturado y atormentado. A raíz de los constantes golpe, asfixia y aplicación de electricidad en su cuerpo, fue trasladado al hospital, y en diciembre de 1973, a la Cárcel Pública de Santiago.

En la investigación, otros sobrevivientes afirmaron haber identificado a Cristián Labbé en las salas de tortura. Héctor Patricio Salvo dijo haber visto al ex alcalde en una sesión de tortura y golpeando a otro detenido, mientras que Luis Quilodrán Alcayaga también afirmó haberlo visto. Samuel Fuenzalida, un ex conscripto, afirmó haber recibido preparación de inteligencia en Tejas Verdes por parte del coronel en retiro.

Por esta causa, Labbé se encuentra en libertad bajo fianza y con firma mensual.

En el libro El Despertar de los Cuervos, de Javier Rebolledo, Salvo asegura haber visto a Labbé en Tejas Verdes, en una sala de torturas y acompañando a Manuel Contreras, el mandamás de la DINA.

"No tiene dudas. Como a esas alturas tenía el ojo aguzado y estaba entre sus funciones controlar el tránsito de todos los vehículos en el regimiento, incluso se dio cuenta que el Volkswagen rojo de Klaus Kosiel, el segundo de la secretaria de estudios, por esos días era manejado por Cristián Labbé”, cuenta el libro de Rebolledo.

Labbé también está siendo procesado en la Corte de Apelaciones de Valparaíso, por los delitos de apremios ilegítimos y secuestro contra Cosme Caracciolo, dirigente de pescadores de San Antonio, hechos presuntamente ocurridos en 1975. Por esta causa, Labbé tuvo que pagar una fianza de 50 mil pesos, en 2016, tras haber estado detenido por dos días.

En esa ocasión afirmó que iba a tomar acciones contra Caracciolo por falso testimonio y calumnias. “Porque está bueno ya, está bien que a uno le tenga bronca por diferencias políticas, pero de ahí a inventar falso testimonio, me parece insostenible”, afirmó Labbé en esa ocasión.