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Sábado, 20 de Abril de 2024
Fundador de LarraínVial

Leonidas Vial Echeverría, “Don León”, un "trader” con múltiples intereses

Manuel Salazar Salvo

Este artículo es parte del libro “Todo sobre Julio Ponce Lerou”, el dueño de Soquimich, publicado por el autor en 2015 con Uqbar Editores. Relata parte de los negocios de Leonidas Vial y sus privilegiados vínculos familiares y de amistad. Vial esta semana hizo noticia por dejar en la calle a Virginia Struthers, al comprar su casa de Cachagua en remate, y negarse a negociar con ella.

Admision UDEC

La seguidilla de acciones judiciales contra Julio Ponce Lerou, dueño de Soquimich, tuvo un nuevo clímax a fines de enero de 2014, cuando la Superintendencia der Valores y Seguros, SVS, formuló más cargos en el caso Cascadas, el enjambre de sociedades con que el ex yerno del general Augusto Pinochet controla la empresa.  La resolución afectó a LarraínVial, BanChile Corredores de Bolsa, Citigroup Global Markets, CHL Asset Management Chile y a los ejecutivos Manuel Bulnes Muzard, Felipe Errázuriz Amenábar, Cristián Araya Fernández, Fabio Gheilerman y Canio Corbo Atria. Además, a Leonidas Vial Echeverría y Alberto Le Blanc Matthaei. Los cargos fueron presuntas infracciones a la ley del mercado de valores en operaciones bursátiles de 2009, 2010 y 2011.

Ese mismo día, LarraínVial envió una carta a sus clientes donde aseguró su inocencia en el espinudo asunto. No obstante, a fines de marzo, Leonidas Vial, que también era vicepresidente de la Bolsa de Comercio,  renunció a la presidencia del holding LarraínVial y asumió en su reemplazo Fernando Larraín Cruzat. Dos meses después, a fines de mayo, la AFP Capital presentó una demanda indemnizatoria ante los juzgados civiles de Santiago contra Julio Ponce, Aldo Motta, Roberto Guzmán, Leonidas Vial y las sociedades controladas por dichas personas.

El fiscal José Morales ingresó a comienzos de julio un escrito ante el Séptimo Juzgado de Garantía donde pidió que se fijara una audiencia en la que el ministerio público solicitaría que tanto Fernando Coloma, ex superintendente a esa altura, como Hugo Caneo, ex jefe de Área de Cumplimiento de Mercado de la SVS, y Hernán López, intendente de Valores, fueran sobreseídos definitivamente de las imputaciones que le hizo Julio Ponce Lerou en su querella. 

A comienzos de agosto, las sociedades de inversión Potasios, Oro Blanco y Norte Grande pagaron de forma anticipada US$ 145 millones de la deuda que tenían con el banco CorpBanca, del grupo de Álvaro Saieh. Según informaron las empresas Cascadas en varios comunicados enviados a la SVS, los pagos sirvieron para cancelar una parte de los préstamos que les otorgó el banco, entidad que había anunciado su fusión con el Itaú brasileño. El 20 de ese mismo mes, en declaraciones al diario El Mercurio, el presidente de la Bolsa de Comercio, Juan Andrés Camus, aseguró sobre el caso Cascadas: "No tengo ninguna duda de que sí causó un daño... que afectó la confianza”.

El 2 de septiembre, un terremoto grado 8 sacudió hasta sus cimientos a los ámbitos financieros locales cuando la SVS dio a conocer las sanciones adoptadas luego de finalizar la investigación por el denominado caso Cascada y aplicó multas por un monto total de US$ 164 millones a Julio Ponce Lerou, Aldo Motta, Patricio Guzmán Lyon, Leonidas Vial y otros ejecutivos. De acuerdo a lo informado por la entidad, luego del análisis de más de un millón de transacciones bursátiles se pudo constatar "la existencia de una secuencia de operaciones de compra y venta de acciones, con patrones comunes y reiterados en el tiempo y con el concurso de los mismos participantes, estableciéndose de esta forma la existencia de un esquema coordinado de operaciones".

"Hay evidencia comprobable de que en los años 2009, 2010 y 2011 existió un esquema estructurado de operaciones e inversión y financiamiento que llevó a las sociedades Cascada a que proveyeran acciones de Oro Blanco, Calichera-A y SQM-B a las diferentes sociedades relacionadas a Julio Ponce Lerou y en menor medida a sociedades vinculadas a Roberto Guzmán Lyon, entre otras. Todo ello, a precios bajo los de referencia de mercado y en condiciones bursátiles que impusieron barreras de acceso a un número mayor de inversionistas", agregó.

Sobre la participación de Julio Ponce Lerou, el organismo sostuvo que "es posible concluir que en su calidad de máximo accionista de las sociedades Cascadas, controló sin contrapeso el gobierno corporativo de dichas sociedades. De esta forma, impulsó una serie de acciones dentro de los directorios para aprobar determinadas operaciones (aumentos de capital, oportunidades de enajenación de acciones, compra de títulos, entre otras). Así estructuró una serie de operaciones con el objeto de obtener beneficios económicos, extrayendo riqueza de las Sociedades Cascada y en contra del interés social de estas, a través de operaciones ficticias, engañosas y fraudulentas".

Y añadió que "la SVS concluye que el señor Julio Ponce Lerou fue el ideólogo y promotor de un esquema de transacciones que lo benefició a él y a personas y sociedades relacionadas, en desmedro del interés social de las Sociedades Cascada".

La entidad también detalló que acreditó que LarraínVial Corredora de Bolsa y sus ejecutivos Manuel Bulnes Muzard y Felipe Errázuriz Amenábar "formaron parte del esquema mencionado" y al mismo tiempo indicó que "las sociedades controladas por los señores Leonidas Vial Echeverría y Alberto Le Blanc fueron funcionales e instrumentales para el desarrollo del esquema, participando de manera reiterada, periódica y atípica respecto de otras de sus inversiones, en ciclos de transacciones de las Sociedades Cascada Calichera-A y Oro Blanco".

La multa más alta recayó sobre Julio Ponce Lerou, quien debería pagar cerca de US$ 70 millones.

Tras él, las mayores sanciones fueron para Aldo Motta -US$ 24,5 millones-, ingeniero de la Universidad Diego Portales, 37 años, gerente general de varias sociedades Cascadas y que en julio de ese año había asumido como director de La Polar; Roberto Guzmán Lyon, que en las operaciones fraudulentas ganó 150 millones de dólares, fue multado con 22,5 millones; Patricio Contesse, gerente general de Soquimich, quien durante la dictadura militar  llegó a ser presidente ejecutivo de Codelco y gerente general de la CAP, se le impuso una multa de 2,45 millones de dólares.

Manuel Bulnes  Muzard, con US$ 8,8 millones; Felipe Errázuriz Amenábar, con US$ 4,9 millones; y Alberto Le Blanc, con US$ 4,9 millones, fueron multados por facilitar las operaciones bursátiles, la misma situación en la que se encontró Leonidas Vial, multado con US$ 20,4 millones. A la corredora de bolsa Larraín Vial S.A. se le impuso una pago de US$ 8,18 millones.

“Don León”

La drástica sanción de la SVS, la más alta en la historia del país, conmocionó al gran empresariado nacional. Julio Ponce Lerou, el oscuro empleado público, ex yerno de Pinochet, que consiguió amasar una fortuna bajo la dictadura militar, había arrastrado en su caída a varios de los más prominentes hombres de negocios criollos, vinculados casi todos ellos a familias de alta alcurnia, a los partidos de derecha y a los sectores más recalcitrantes de la Iglesia Católica nacional. La oligarquía chilena tenía su corazón sangrante.

Leonidas Vial Echeverría –Don León para quienes trabajaban con él-  era hasta ese momento uno de los ejecutivos más poderosos del mercado de capitales local. Integraba, entre otros, los directorios de Enersis, de Endesa, de la embotelladora Embonor, Santa Carolina, Compañías CIC, Compañía Industrial El Volcán, Tricolor y Blanco y Negro, la sociedad anónima que controla a Colo-Colo, cuyo principal accionista es LarraínVial, con un 64,7% de las acciones del club de fútbol. 

Vial invertía su patrimonio a través de unas ocho sociedades. En varias de ellas participan su esposa Ana María Claro, sus hijos, y su hermano Manuel José Vial Echeverría. Desde Juliet´s Ltda., donde es dueño del 100%, y que a su vez controla Juliet´s S.A. Cayman, se desprende la mayoría del resto de sus compañías. A través de Rentas Saint Thomas Ltda., que controla con el 86,5%, tiene inversiones en CIC (41,37%) junto a José Yuraszeck, ex presidente de Azul Azul; en Watts (6,87%), que controla Fernando Larraín; en Volcán (1,33%), ligada a la familia Matte; en Embonor (0,88%) donde es socio de la familia Vicuña; en Colo Colo (9,93%) y en Enersis (0,02%).

Mediante Rentas Saint Thomas Dos Ltda., Vial es dueño del 38,4 % de LarraínVial S.A., donde posee 12.747.255 acciones. Esta compañía es la matriz de LarraínVial Corredores de Bolsa. Con una participación de 16,25%, esta intermediaria lideró el ranking de montos transados en acciones y CFI (Cuotas de Fondos de Inversión), al totalizar negocios por unos US$ 18.914 millones durante 2013, según la Bolsa de Comercio de Santiago. Con esta misma sociedad, Leonidas Vial controla el Centro de Esquí La Parva, con 71,11 %.

Desde Rentas Saint Thomas Dos Ltda.-, en tanto, administra diversos otros negocios, principalmente inmobiliarios. Tiene participación en Inmobiliaria y Constructora El Golf (1,61%); participa con el 5,18% de Desarrollo Inmobiliario FFV, junto a la familia Fernández León y Guilisasti Gana, entre otras, que construyó la nueva sede del Club de la Unión, en Apoquindo con El Golf. A través de Agrícola e Inversiones La Viña posee 12% de Las Brisas. Y vía Santana tiene participaciones en Stel Chile (5,9%) y Club de Campo (13,26). En septiembre de 2003, a través de Santana, vendió su participación en Laboratorios Andrómaco en US$ 5,5 millones.

Leonidas Vial está casado con Ana María Claro Valdés y tiene siete hijos. A uno de ellos, el abogado Manuel José Vial Claro, de 30 años y presidente de CIC,  le regaló “de manera irrevocable” $ 164 millones en septiembre de 2014. 

Para demostrar ante la justicia que la donación no tendría un gran impacto en su patrimonio, León Vial realizó un breve inventario de sus bienes personales por $1.735 millones. En la lista destacan tres activos inmobiliarios por $1.488 millones y participaciones en otras tres sociedades por $247 millones. También incluye la residencia particular de Vial -en el barrio de San Damián de Las Condes- cuyo avalúo fiscal es de $ 918,3 millones; una casa de veraneo en Zapallar, tasada en $ 349,5 millones; y, un departamento en el centro de esquí La Parva, por $ 221 millones. Además,  incorporó el dominio de 196 mil acciones de Besalco (por $ 75,4 millones), 1,6 millón de acciones de Banco Santander, por $ 58,4 millones, y 25.400 acciones de Falabella, por $115 millones.

LarrainVial, por su parte, es una de las instituciones financieras que participó en el fideicomiso ciego donde el presidente Sebastián Piñera delegó la administración de sus bienes. El abogado de Piñera encargado de diseñar esa forma de administración, Fernando Barros Tocornal, está casado con Natalia Vial Echeverría, una de las hermana de Leonidas Vial.

Aparte del fútbol, el otro deporte que motiva a Vial es el golf. Desde el Club de Golf Los Leones le robaron su Porsche Panamera Turbo, avaluado en $ 90 millones y de los cuales hay sólo tres en Chile. El robo se registró el 3 de abril de 2011 en el exclusivo club ubicado en Avenida Presidente Riesco, mientras el empresario jugaba 18 hoyos, acompañado del doctor de la clínica Las Condes, Juan Luis Alcalde, y del empresario controlador de FFV, Eduardo Fernández León.

Junto a Cristián Varela, Leonidas Vial fue de los gestores de Blanco y Negro, que inauguró las sociedades anónimas en el fútbol local. En ese directorio Vial estrechó lazos con Hernán Levy, el consuegro de Sebastián Piñera.

La experiencia de Vial en Colo Colo no había sido muy grata. Miembros de la Garra Blanca le golpeaban su querido auto, le amenazaban e incluso una vez rodearon las oficinas de LarrainVial en El Golf para "funarlo" por los malos resultados del equipo en esos tiempos. Los “garreros” cuestionaban que Vial fuera un verdadero hincha; decían que no sabía nada de fútbol. Don León se defendía ante su gente afirmando que se había destrozado las rodillas jugando de mediocampista desde que era adolescente en el Saint George, que había jugado junto a Manuel Pellegrini y que por años no faltó nunca a las canchas de la Liga Independiente, en Quilín, donde era un bastión del equipo Tigre, compartiendo sudores y entusiasmo con Pablo Baraona, Carlos Vallejos y Francisco Rencoret, enfrentando a rivales como César Antonio Santis, Arturo Salah, Carlos Alberto Délano, Raúl Alcaíno y Peter Dragisevic, entre muchos otros.

Leónidas Vial nació y creció en el campo de su familia en Macul, rodeado de viñas y añosos árboles. Es el tercero de diez hijos del filósofo Juan de Dios Vial Larraín, ex rector de la Universidad de Chile a fines de la dictadura, y de Teresa Echeverría. Estudió en el Saint George, donde fue compañero de generación de Carlos Tironi, Máximo Pacheco Matte, Miguel Aylwin Oyarzún, Jorge Bande, del historiador Gonzalo Rojas, Rafael Guilisasti y Vicente Sabatini. No era bueno para estudiar, pero sí fue muy bueno para los negocios desde chico; vendía frutas y verduras en las ferias y en los supermercados y luego siguió con cucharas y cuchillos, ofreciéndolos por todo Chile a bordo de su jeep.

Tras sus excursiones en el comercio, entró de junior a LarrainVial, la corredora fundada en 1934 por los hermanos Fernando y Leonidas Larraín Vial, sus familiares. Allí recuerdan que cuando ingresó, en 1974, cambió la operación de la Bolsa. Leonidas Vial tenía acciones favoritas. En los 70 y 80, eran Papeles y Cartones, Banco de Chile, Copec, CRAV, Yarur, Sumar, Panal y empresas agrícolas como Hacienda Tierra del Fuego, Polpaico y Melón. Cuando las AFP pudieron invertir en empresas, el mercado bursátil floreció y Vial obtuvo jugosos dividendos, así como de las privatizaciones de empresas públicas a fines de los 80.

Hasta hoy mantiene una cartera personal de títulos de empresas que rentan en el largo plazo. De SQM tuvo acciones desde 2002, así como de otros commodities, como Pucobre, Copec y CAP.

La UDI y el Opus Dei

También es socio de Eliodoro Matte en La Parva. Con el empresario José Antonio Garcés, socio de Andina, juega golf en el Club Los Leones. Con Carlos Alberto Délano, del grupo Penta, también son muy cercanos y han hecho negocios juntos. Se alinea políticamente muy cerca de la UDI y su cercanía con el Opus Dei es innegable. Su hermano es numerario y muchos de sus amigos son parte de la Obra. Sus hijos asistieron o asisten a los colegios Tabancura y Los Andes. 

Fernando Larraín Cruzat, el socio histórico de Leonidas Vial, se transformó en la cabeza de LarraínVial y junto a su padre y hermanos son dueños del 51,58 % de la empresa.

El 18 de septiembre de septiembre de 2014 Fernando Larraín Peña, a los 80 años, se instaló en su campo, en las cercanías de Papudo, junto a su mujer, María Josefina Cruzat. Hasta ahí llegaron dos de sus cinco hijos; Fernando, de 56, presidente ejecutivo de LarraínVial S.A.; y Aníbal, de 51, vicepresidente ejecutivo de Watt’s. En medio de los festejos patrios fue inevitable referirse a las réplicas del  terremoto que los había afectado por el caso Cascadas.

Lo mismo ocurrió el domingo siguiente a la sanción de la SVS: por costumbre, los hermanos se juntan a almorzar en la casa del patriarca en Lo Fontecilla. Entre los platos y la sobre mesa, el asunto nuevamente se apoderó de la conversación. A sus cercanos les habían dicho que estaban “apaleados”, que vivían  acostumbrados a un estricto bajo perfil, y que en ese momento sus nombres, y el de la corredora de Bolsa estaban en la boca de todos.

Aunque algunos amigos y conocidos de los Larraín sostenían que la relación con Leónidas Vial no era la misma que antes de la sanción de la SVS, otros aseguraban que estaban “cuadrados” con su socio en desgracia. De hecho, cuando Vial llegó de un viaje por el Mar Báltico –estaba de vacaciones ahí el día que la SVS hizo pública las multas- Fernando Larraín Cruzat les pidió a los otros socios de LarraínVial que visitaran a Vial en el  piso 16, donde se instaló en marzo luego de renunciar a la presidencia y directorio del banco de inversión.

Fernando Larraín y su padre mantenían contacto permanente con Vial. Había días en que incluso almorzaban juntos en el comedor que Larraín Peña tiene en el piso 22 de El Bosque 0177, donde tiene su centro de operaciones. Ahí funciona Chacabuco S.A., matriz de sus negocios, de la cual dependen LarraínVial, que maneja activos por 18 mil millones de dólares; y Watt’s y Viña Santa Carolina, que en conjunto facturan al año cerca de 600 millones de dólares.

La salida de León Vial, el 26 de marzo, fue repentina. Esa mañana recibió una llamada inesperada. Patricio Parodi –quien a su vez había sido contactado por el entonces presidente de Habitat José Antonio Guzmán- le preguntó sobre su futuro en LarraínVial. La conversación entre Parodi y Vial continuó. Este le contó entonces a Parodi que se alejaría de la empresa. El gerente de Consorcio le dijo que las AFP solo se tranquilizarían cuando su decisión se hiciera pública.

Los cambios al interior de LarraínVial continuaron esos días. El directorio pasó de tener tres a cinco integrantes. Salió Vial y entraron Aníbal Larraín, Francisco León Délano y Juan Hurtado Vicuña. Se mantuvieron Fernando Larraín padre e hijo. Este último, a su vez, dejó la gerencia general  y se convirtió en presidente ejecutivo.

Fernando Larraín Peña entró a los negocios junto a sus compañeros de curso del Saint George, Javier Vial y Ricardo Claro, con quienes en 1966 formó un grupo caracterizado por su agresividad empresarial. Partieron adquiriendo títulos del Banco Hipotecario de Chile y luego firmas de la talla de Banco de Chile, Coresa, Minera Pudahuel y CTI, entre otras. Juntos levantaron el conglomerado empresarial conocido como “Los Pirañas”.

Apenas Salvador Allende asumió la presidencia, en 1970, Fernando Larraín se radicó en Madrid por ocho años. Sus hijos estudiaron en el Colegio Retamar, equivalente al Tabancura de Chile, y tuvo negocios en el rubro inmobiliario y financiero. Desde España, le encargó a su cuñado, Manuel Cruzat Infante, que le administrara sus activos en Chile, invertidos principalmente en Minera Pudahuel.

En 1972, y mientras ellos vivían en Europa, Leonidas Vial aterrizó en LarraínVial, luego de que su abuela le pidiera a sus hermanos Fernando y Leonidas Larraín Vial –los fundadores de la empresa- que le abrieran un cupo a su nieto León, que por sus malas notas, no había podido entrar a la universidad.

Cuando el controlador de Watt’s volvió al país, en 1978, formó junto a su cuñado el grupo Cruzat Larraín: entre sus empresas estaban Consorcio Nacional de Seguros, el Banco Santiago, Cruz Blanca, Ladeco, Copec y Celulosa Arauco.

A León Vial le reconocen su buen olfato: cuenta un amigo que poco antes que se produjera la devaluación del peso en 1982, Vial había invertido gran parte de su patrimonio en dólares. “Salvó su plata. Estaba líquido en un momento en que tener un millón de dólares en Chile era una fortuna. Y con sólo 30 años. En ese tiempo Vial armó una casa de cambio, de la cual fue socio con LarrainVial. “Ahí creó su fortuna”, contó uno de sus cercanos.

La crisis del 82 azotó al grupo Cruzat Larraín. En ese período León Vial tuvo un rol clave: “fue muy leal. Le prestó plata varias veces a Larraín Peña, al igual que a mucha gente. Era de las pocas personas en Chile con la capacidad financiera para hacerlo”, recordó un conocido suyo.

Al poco tiempo, el imperio Larraín Cruzat se disolvió. Entonces, los hijos de Fernando Larraín Peña fueron tomando protagonismo en los negocios.

Los Larraín

Fernando Larraín Peña viene de una familia tradicional, dedicada a la agricultura y a la Bolsa de Comercio. Sus amigos lo describen como un hombre muy culto y dueño de exclusivas obras de arte. Cuando el abuelo de Larraín Peña llegó a Chile desde París compró 150 hectáreas en Lo Fontecilla con una casa colonial de 1650. Esas tierras siguen en manos familiares: ahí viven él y sus hermanos: el ex senador Carlos Larraín -dueño del 5% de LarrainVial-, e Isabel -también con un 5% de la firma-, casada con el abogado Patricio Prieto, consejero de Fernando Larraín Peña; y varios de sus hijos. Sólo Carlos Larraín Peña, el ex presidente de Renovación Nacional, dispone de un terreno de 43 mil metros cuadrados. Tienen como vecinos a Carlos Cruzat Infante, Sebastián Piñera, Francisco Javier Errázuriz y otros connotados empresarios.

Además de LarrainVial, las otras firmas que Fernando Larraín Peña retuvo tras la crisis de los inicios de los 80 fueron Watt’s, Viña Santa Carolina y Tricolor: las dos primeras quedaron a cargo de su hijo Aníbal, ingeniero comercial de la UC y master en Filosofía de la Universidad de Navarra, mientras que la segunda, en manos de Santiago, ingeniero comercial de la UC y MBA en Cornell University.

Hoy Watt’s es el holding alimenticio que agrupa Loncoleche, Calo, Chef, Belmont, entre otras empresas y marcas. Los Larraín prefieren ser controladores de sus empresas, pero también buscan buenos socios para hacer negocios. Así, a fines de 2006 se unieron a los Luksic a través de un joint venture con CCU para crear Promarca, firma dedicada a la elaboración, producción y comercialización de néctares de fruta, jugos, bebidas de fruta, bebidas lácteas y otros.

Borja es el hijo menor de los Larraín Cruzat y optó por la vida académica. En 2007 regresó a Chile con un doctorado en Economía en Harvard y una experiencia laboral de tres años en la Reserva Federal de Boston. Desde entonces es docente de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la UC. 

Fernando Larraín Cruzat y León Vial no son amigos íntimos, pero se llevan bien. “León es un trader, el típico gallo de mesa intuitivo que toma decisiones rápidas bajo presión y que es dueño de una gran personalidad. Fernando, en cambio es un tipo cerebral, el mejor alumno de comercial de la UC, de una cultura enciclopédica, que se lució en Harvard, que lee unos 50 libros al año además de The Economist y Le Figaro a diario”, afirmó un cercano a la revista Capital.

En medio de la expansión, LarrainVial fue la primera corredora que dejó el centro de Santiago y en 1994 se instaló en El Bosque. En plena crisis del 82’ muchos acudieron a Leonidas Vial en busca de ayuda, entre ellos el dueño de Komax, Carlos Alberto Cartoni, quien tenía acciones del Centro de Esquí La Parva y era dueño de la Casa Polo Ralph Lauren, que se emplazaba donde hoy se levanta la torre de El Bosque 0177. Para evitar la quiebra, Vial compró esos activos. Junto a Eduardo Fernández León, Fernando Larraín Peña y el yerno de éste, Luis Felipe Soza, presidente de Estacionamientos Generales y director de Watts, compraron propiedades en ese sector, entonces completamente residencial, y levantaron el edificio de LarrainVial.

La dupla Larraín Vial pasó a ser una de las más poderosas del mercado chileno y hoy coinciden en varios directorios: Leonidas es el accionista mayoritario de CIC y La Parva e invitó a Fernando a esos directorios. Vial, a su vez, es director en Watt’s y tiene acciones propias para ser elegido. Ésa, dicen cercanos a la firma, es una mesa que, debido a sus integrantes, tuvo una “atmósfera especial” en 2014. Estaban ahí, además de ellos, Pablo Echeverría, de Moneda Asset –uno de los primeros denunciantes del caso Cascadas– y Juan Bilbao, socio de Consorcio, entidad que tiene un 25 % de la AGF y que había luchado por la permanencia de las AFP en esa filial de LarrainVial. 

Las diferencias de estilo de Vial y Larraín trascienden el ámbito de los negocios. Mientras uno veranea en primera fila en Zapallar, el otro lo hace en su campo alejado en Papudo; Vial es dueño de La Parva, se junta a jugar golf con sus amigos en el club Los Leones; Larraín, en cambio,  escala el Pochoco todos los fin de semana, trota, anda en bicicleta y sube a esquiar por el día con sus hijos. Vial es arriesgado para invertir, Larraín opta por un terreno seguro, como los fondos mutuos.

Sus amistades también son distintas: León Vial es íntimo amigo de Eliodoro Matte, Eduardo Fernández León y el ginecólogo Juan Luis Alcalde. Los amigos de Larraín vienen de la UC y de su época en el Tabancura, colegio del que fue alumno en sexto básico, antes de partir a España (de kínder a quinto estuvo en el Saint George). Con los UC –Cristián Neely, Raimundo Monge, Francisco Gutiérrez, Luis Hernán Paul, Felipe Joannon, Alejandro Echeverría, Pedro Pablo Piretta y Juan Izquierdo– suele juntarse a almorzar todos los jueves en el Kilómetro 0.

El viernes 5 de septiembre de 2014, tres días después de la sanción de la SVS, hubo un seminario del historiador británico Niall  Fergurson en “W”. Nicolás Ibáñez, organizador de ese evento, ofreció una comida en su casa. Hasta ahí llegaron Ricardo Lagos y Sebastián Piñera, además de los empresarios Jean Paul Luksic, Bernardo Matte, Dag von Appen, Jorge Errázuriz, entre otros. En la lista de invitados también figuraba Fernando Larraín, sin embargo, le sugirieron que no fuera.

La interrogante estaba en la mente de los 870 ejecutivos que integraban LarraínVial. Muchos aseguraban que si los rumores de venta se hacían efectivos –se especulaba que Consorcio, Juan Hurtado, los mismos Larraín, o un banco, podían comprar el porcentaje de Vial. Otros sostenían que el grupo Luksic estaba observando detenidamente la suerte de SQM.

En un esfuerzo por paliar la crisis, LarrainVial nombró por primera vez en su historia a un director independiente –Gonzalo Eguiguren– en la presidencia de LarraínVial Asset Management y anunció la salida de Francisco Borja Larraín, hermano de Fernando, del directorio. Desde diciembre de 2014 las comunicaciones de la entidad las maneja Nexos, mientras las de la corredora las sigue haciendo la periodista Blanca Bulnes, hermana de Manuel, el cuestionado gerente general. 

La primera movida fue la salida de Leonidas Vial y la llegada de Juan Hurtado, controlador de Consorcio, al directorio del holding. El cambio produjo dividendos casi de inmediato: las AFP decidieron renovar contrato con el fondo Beagle, el más importante para LarrainVial AGF, la administradora de fondos.

El fondo Beagle es por lejos el más importante de LarrainVial. Lo maneja desde su inicio Tomás Langlois. Se lanzó en julio de 2003, con un patrimonio de $ 10 mil millones y acumula una rentabilidad de 264,8%. Actualmente, en 2015, después de 11 años, el patrimonio administrado por el fondo alcanza los $ 218 mil millones. El 90% de sus suscriptores son inversionistas institucionales.

Con los cambios, el nuevo directorio del holding LarrainVial quedó conformado por Gonzalo Eguiguren, Antonio Recabarren, Eduardo Walker y Fernando Barros Tocornal, todos directores profesionales independientes; Fernando Larraín Cruzat, Santiago Larraín Cruzat y Juan Luis Correa, vinculados a LarrainVial; y Francisco Javier García Holtz y Tomás Hurtado Rourke, vinculados a Consorcio Financiero.

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