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Domingo, 20 de Julio de 2025
En Estación Mapocho

Los Libros del K.O.: la editorial española que fue censurada en su país y que llega a la Furia del Libro

Lissette Fossa

En 2018 el libro Fariña, del periodista Nacho Carretero, fue "secuestrado" por orden de una jueza, tras haber sido demandados por uno de los narcotraficantes investigados en el texto. A pesar de que los editores no lo pasaron bien con la decisión judicial, la polémica de haber publicado el primer libro censurado en España tras el franquismo generó éxito de ventas e impulsó el trabajo de la editorial.

Ya era una broma entre los amigos de Emilio Sánchez Mediavilla el tiempo que demoró, - junto a dos amigos periodistas, como él-, en lanzar su editorial en España. “¿Y qué? ¿Vuestra editorial va a salir alguna vez?”, le decían en tono burlesco sus amigos. Después de dos años de espera, inversiones y risas, en 2011 salió a la luz la editorial Los Libros del K.O.

La editorial independiente española se enfoca en editar y lanzar solamente investigaciones y crónica periodística. Sin apoyo estatal ni económico, entre los tres amigos juntaron lo que quedó de sus indemnizaciones por despidos, en medio de la crisis económica española y formaron su editorial. Actualmente ya tienen en su catálogo 130 libros y lanzan cerca de 14 títulos al año.

“El día que eso salió en la prensa fue un escándalo mayúsculo, durante un par de semanas fue la noticia más hablada en España y fue el primer libro censurado en democracia en el país”, cuenta Sánchez.

“Con la influencia del nuevo periodismo estadounidense y de crónica latinoamericana, y por nuestra pasión de buscar un nicho, lanzamos esta idea de editar crónica periodística en formato libro”, cuenta Emilio Sánchez a Interferencia.

Si bien sus títulos han llamado la atención de los lectores españoles, nada los marcó tanto como haber sido víctimas de la primera censura de un libro tras el final del franquismo, en democracia. Fariña,- que es el nombre coloquial con que se conoce a la cocaína-, del periodista Nacho Carretero y editado por Los Libros del K.O., indagó en la historia y los nexos del narcotráfico en Galicia, zona de no más de 2,7 millones de personas. El relato gustó a miles de lectores, que acabaron el libro en librerías y ferias, pero no a uno de los traficantes, quien demandó a la editorial y logró que una jueza, en 2018, “secuestrara” la distribución del libro, haciendo que fuese prohibido en todo el país. Ya en ese momento, se había lanzado también la serie de televisión (disponible en Amazon Prime), lo que generó aún más revuelo. Tras seis meses siendo “el libro prohibido” en España, la justicia decidió liberar su distribución. Finalmente, el narcotraficante sólo logró darle publicidad al texto.

“El día que eso salió en la prensa fue un escándalo mayúsculo, durante un par de semanas fue la noticia más hablada en España y fue el primer libro censurado en democracia en el país”, cuenta Sánchez.

Fariña y otros títulos son parte del catálogo de Los Libros del K.O. que están disponibles en La Furia del Libro, feria que se está desarrollando en la Estación Mapocho. Esta es la primera vez que la editorial está presente en una feria en Chile. En esta entrevista cuenta la odisea judicial que pasó Fariña y sobre cómo los ha recibido el público nacional.

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Emilio Sánchez en la Furia del Libro.
Emilio Sánchez en la Furia del Libro.

- ¿Qué pasó con Fariña? La mejor publicidad para un libro es censurarlo, así que imagino que le dio cierto impulso a las ventas la decisión de una jueza de censurar el texto.

- Fariña es una historia del narcotráfico en Galicia. Fue un libro que desde el primer momento que salió fue éxito, antes del secuestro judicial. Es un libro que uno no sabe cómo, pero ha tocado las teclas correctas en escritura, el título, la portada, el tema. La primera edición se agotó en librerías y se tuvo que hacer una segunda edición rápido, así que fue un pequeño fenómeno editorial. Llevábamos unos 40 mil ejemplares vendidos, habíamos vendido los derechos para hacer una serie televisiva, habíamos vendido varias traducciones en varios países, y en ese contexto, un narco, una persona que aparece en el libro, nos demanda. Además es una persona que sale mencionada muy poco, de pasada. Y con esa demanda, la jueza decide ordenar el secuestro judicial del libro, que estuvo sin poder venderse, es decir, con venta prohibida en España durante seis meses, más o menos. El día que eso salió en la prensa fue un escándalo mayúsculo, durante un par de semanas fue la noticia más hablada en España y fue el primer libro censurado en democracia en el país.

"Y como ya era un fenómeno, le añadieron la publicidad del secuestro del libro, que se volvió parte de la discusión política en España. Incluso, la noticia llegó a Alemania y a Francia, fue una cosa un poco loca".

- ¿Había antecedentes de algo así en la democracia española?

- Había habido algunos casos, pero por temas de disputas de derechos entre dos editoriales. Y mientras los jueces decidían quién era el dueño de los derechos, paralizaban algunos libros, esos casos puntuales, pero de este tipo no había pasado. Fue un auténtico escándalo durante todo ese tiempo. El libro se secuestró, pero cuando ya ganamos el juicio y liberaron el libro, ya un libro que le había ido muy bien, después fue una locura. Fue echar gasolina a una hoguera, porque el libro estaba ya siendo exitoso, y de hecho la serie de televisión la estrenaron con el libro Fariña secuestrado, entonces el libro se volvió parte de la cultura popular en España. 

De hecho las cifras de ventas se multiplicaron. Y como ya era un fenómeno, le añadieron la publicidad del secuestro del libro, que se volvió parte de la discusión política en España. Incluso, la noticia llegó a Alemania y a Francia, fue una cosa un poco loca. Al final logramos ganar el juicio y los juicios que siguieron, ya que se sumaron demandas de otros narcos, y el libro se volvió un emblema para nosotros. Ha hecho conocida a la editorial. Y ha sido un aprendizaje brutal en todos los sentidos, se pasó muy mal al principio, pero ha tenido un final muy feliz.

- ¿Debe ser el último libro censurado en España, no?

- Sí. No me suena que antes haya habido un caso parecido, ni después. 

El caso en sí habla más de cierta incompetencia de la justicia. Porque no era que el Estado tuviera interés en prohibir un libro que habla de un narco en concreto, es decir, no fue una censura con voluntad política, sino que reflejó incompetencia, con una jueza que no ha leído de qué va el tema, los jueces viven al margen de la realidad muchas veces, y en vez de atender las argumentaciones de la editorial, decidió secuestrar el libro, sin pararse a pensar sobre las implicancias políticas y mediáticas que tendría eso. De hecho, después de lo que pasó con Fariña, a esa jueza la apartaron. Ahí hubo reacciones desde arriba para apartar a la jueza del caso y poner una jueza nueva, porque se dieron cuenta de que fue un error gigantesco, una mancha para la justicia.

"No estamos atados a la actualidad, para nada. Es muy difícil que saquemos un libro de un gran tema que se está hablado en el momento, no podemos competir con la inmediatez de la información de los medios".

Imagino que para una editorial más grande, ellos tienen un grupo de abogados, pero nosotros cuando nos demandaron no teníamos abogados y te acojona muchísimo algo así. Y desde entonces, cuando hemos sacado temas delicados, por ejemplo hace poco sacamos King Corp, que es un libro sobre el rey emérito Juan Carlos I, ya pasó por revisiones jurídicas minuciosas. Porque Fariña no lo leyó ni un abogado, fuimos adelante con todo, y hemos seguido así, pero hemos aprendido ciertos temas jurídicos para la edición. A veces hay que matizar algunas cosas, poner “presunto” cuando se habla de alguien que no está condenado, poner que hay un proceso judicial en curso, y esas cosas las hemos aprendido.

- ¿Ustedes seleccionan a los periodistas con quienes quieren trabajar o llegan propuestas de investigaciones a la editorial?

- Es una mezcla de todo. 

Al principio, al salir la editorial, fui a buscar a algunos periodistas en concreto que me gustaban mucho. Pero con el tiempo nos llegaron muchas ofertas y propuestas. Y además, como los autores son periodistas y el mundo no es tan grande, al final muchos nos contactan por amigos en común. 

Primero hicimos bastantes temas internacionales, publicamos autores latinoamericanos, de Oriente Medio, pero con el tiempo hemos decantado por temas de autores locales, que termina funcionando mejor, el autor conoce más el terreno, las fuentes, etc. Y dentro de eso, algunos son más llamativos, como el narco, la monarquía, pero también hay muchas historias pequeñas, que permiten contar un contexto más amplio. 

No estamos atados a la actualidad, para nada. Es muy difícil que saquemos un libro de un gran tema que se está hablado en el momento, no podemos competir con la inmediatez de la información de los medios. Nuestros libros son más reposados, algunos de nuestros libros han tardado en hacerse, algunos han tardado cuatro años en proceso de escritura, así que con prisa no vamos. De hecho, hace poco sacamos un libro sobre Ucrania, que lo sacamos después de que empezara la guerra, se empezó a escribir en 2017, el autor viajó tranquilamente por el país, tuvo tiempo para investigar. No es el típico libro acelerado. Porque era imposible seguir los ritmos de la actualidad, y si sacas en dos meses un libro su calidad va a ser cuestionable, y cuando llegue a librerías incluso el tema puede estar olvidado. No tiene sentido entrar a ese ritmo.

"En España somos conocidos, como marca de crónica periodística, y tenemos un nicho claro de lectores que son periodistas o gente muy interesada en crónica. Pero siempre tienes que romper ese nicho, porque vendiendo sólo a ese público no alcanza".

- Respecto al público, ¿Qué libros les llama la atención a sus lectores en España? Y en el caso de Chile, por lo que has visto en la Furia del Libro.

- Es difícil verlo, porque tampoco hemos estado tanto tiempo en Chile ni llevamos tanto tiempo con distribución en Chile . 

En España somos conocidos, como marca de crónica periodística, y tenemos un nicho claro de lectores que son periodistas o gente muy interesada en crónica. Pero siempre tienes que romper ese nicho, porque vendiendo sólo a ese público no alcanza, a mi me gusta pensar que los libros pueden llegar a todo tipo de público. Y si rompes esa barrera, llegas a otro tipo de lectores. Nosotros tenemos historias bien contadas, incluso si te gusta la novela de ficción, puedes leer y enamorarte de alguno de Los Libros del K.O.

Recientemente, en la feria del libro de Madrid, vendimos mucho King Corp, que ha tenido un empujón mediático. 

Pero en Chile, Mujeres que Folllan, que es el último libro que hemos sacado en España y lo trajimos, se ha vendido muy bien, está llamando la atención. El texto tiene distintos relatos de mujeres hablando de sexo, entre amigas. Otro, El Ovni de la Perestroika, también ha llamado la atención, así como el libro Planes para Conquistar Berlín.



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