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Sábado, 2 de Agosto de 2025
Entrevista

Mario Amorós: “La derecha busca centrar el debate histórico en los errores de Allende, para evadir su culpa en el golpe”

Andrés Almeida

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Mario Amorós
Mario Amorós

El periodista e historiador español conversó con Interferencia acerca de las novedades de la reedición de su biografía sobre Salvador Allende. Amorós asegura que no se ha discutido lo suficiente sobre los aciertos de la UP, los que considera grandes y duraderos, como la nacionalización del cobre y la reforma agraria.

En la víspera de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, la figura de Salvador Allende ha adquirido centralidad, y buena parte del debate se ha enfocado en identificar y reconocer las dificultades y desaciertos de la Unidad Popular, y -en especial- los de el expresidente, quien de todos modos emerge como el principal símbolo de lo que haya que recordar respecto de la fatídica fecha.

Es en ese contexto en el que Mario Amorós, junto a Penguin Random House (Ediciones B) lanzan Allende. Biografía política, semblanza humana. Una biografía del mandatario chileno, realizada por este periodista y escritor español -hoy requerido por los principales diarios españoles, incluso de derecha como ABC o El País para explicar el suceso político chileno-, a partir de una primera biografía suya que data de 2013, en el 40° aniversario del golpe.

Después de diez años más de investigación dedicada a Chile (y la guerra civil española), con títulos tales como Miguel Enríquez. Un nombre en las estrellas (2014), Neruda. El príncipe de los poetas (2015), Pinochet. Biografía militar y política (2019)  y Entre la araña y la flecha. La trama civil contra la Unidad Popular (2020), Amorós consideró que era momento para reeditar su biografía de 2013, la que ha sido una obra de referencia para el público general y los historiadores, titulada Allende. La Biografía.

Amorós -quien es reconocidamente de izquierda- no tiene problemas en considerarse un allendista, lo que ofrece una perspectiva clara al lector, aunque de todos modos considera que su trabajo cumple con todo el rigor de la investigación histórica y documental, sin obviar los aspectos que ensombrecen a Allende, pero tampoco sin complejos respecto de los que lo enaltecen. Esto último, algo que a su juicio ha sido esquivo en el debate.

- ¿Por qué leer nuevamente a Mario Amorós escribiendo sobre Allende, diez años después de la primera biografía?

- Allende. Biografía política, semblanza humana es una versión nueva respecto de la de 2013. Es un libro reescrito completamente, más sintético, donde hemos suprimido los apéndices documentales de aquel primer libro, que eran muchas páginas. Hemos incorporado también varias cosas nuevas, sobre todo la documentación de archivos que he ido recopilando con el paso de los años. 

Por ejemplo, a diferencia del libro de 2013, en éste hay documentación del archivo de Patricio Aylwin. Es decir, hemos incorporado la investigación proveniente de la Democracia Cristiana del año 73.

También hay documentación que tiene que ver con Augusto Pinochet, la que obtuve para hacer la biografía del dictador, que es posterior y -por supuesto- no estaba en la primera biografía de Allende. 

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Salvador Allende. Biografía política, semblanza humana (2023)
Salvador Allende. Biografía política, semblanza humana (2023)

Además, he incorporado la bibliografía de lo que considero más importante que se ha publicado a lo largo de estos diez años, con una última actualización de enero y febrero de este año.

Luego, también quiero creer, hay en este libro un oficio adquirido con el paso de los años, con todas las biografías que hecho, que hace que el libro sea más sólido. De ahí el ejercicio de síntesis que mencioné, con lo que pasamos de 700 páginas a 550 para la edición chilena y 400 para la edición española. Me preocupé de hacer una biografía asequible para la mayoría de los lectores interesados en la historia.

En definitiva, espero que este libro sea una aportación a lo que viene ahora en Chile.

 - ¿Cuáles son los principales hallazgos que encontraste entre una edición y otra?

- Pienso que ahora se entiende mucho más la figura de Pinochet, la que estudié en profundidad para una biografía que publiqué hace cuatro años, y su papel en el golpe. Ahí cuento cómo el comandante en jefe, que se convertiría en dictador, a último momento duda, por razones exclusivamente personales, sobre si incorporarse o no al golpe. Pinochet estaba a meses de pasar al retiro, había llegado a la cumbre del Ejército después de una larguísima carrera militar, después de ser un oficial mediocre intelectualmente, pero que, sin embargo, tuvo la tenacidad y la paciencia de ir escalando peldaño a peldaño dentro del Ejército. No es poco llegar a ser comandante de Ejército, es la mayor aspiración de un oficial chileno, y él lo logró. Bueno, él arriesgó todo eso al sumarse a la conjura golpista, lo que meditó fríamente.

Todo lo que tiene que ver con el tema militar está mucho mejor contado en este libro, con más detalle, como pasa con el debate dentro de la UP al respecto. Por ejemplo, accedí a la revista Patria Nueva, que publicaba la Unidad Popular, dirigida específicamente, a las Fuerzas Armadas. Uno encuentra en esa publicación un discurso del gobierno de la UP, y es un discurso patriótico, de soberanía nacional, que intenta desterrar los prejuicios y los dogmas de la Guerra Fría, buscando que las Fuerzas Armadas se sintieran cómodas y, por supuesto, cumplieran su papel constitucional de prescindencia política frente al proceso de inicio de la construcción del socialismo en Chile. 

- ¿Qué novedades hay sobre la persona de Allende? 

- Hay un esfuerzo por incorporar cosas nuevas de sus primeros años de vida y de sus parientes mayores. Tampoco su trayectoria política hasta al año 70 era muy conocida, y en este libro está contada con mayor detalle. De todos modos, se mantienen las grandes líneas de su vida.

- Mencionó usted el archivo de Patricio Aylwin, ¿qué había ahí?

"Todo lo que tiene que ver con el tema militar está mucho mejor contado en este libro. Por ejemplo, accedí a la revista Patria Nueva, que publicaba la Unidad Popular, dirigida específicamente, a las Fuerzas Armadas. Uno encuentra en esa publicación un discurso del gobierno de la UP, y es un discurso patriótico, de soberanía nacional, que intenta desterrar los prejuicios y los dogmas de la Guerra Fría, buscando que las Fuerzas Armadas se sintieran cómodas y, por supuesto, cumplieran su papel constitucional de prescindencia política".

- Está disponible online desde el año 2019, creo recordar. Yo lo miré el año de la pandemia, en 2020, con mucho detenimiento, y es una fuente documental imprescindible. Para la edición de 2013 ya había trabajado el archivo de Eduardo Frei Montalva, y ahora con el de Aylwin, hay material determinante para entender el papel de la Democracia Cristiana en el 73.

Es algo de mucha actualidad, y en esta nueva edición cuento con mayor detalle y de manera más analítica aquella famosa sesión de la Cámara de Diputados del 22 de agosto del año 73, la que llama al golpe, y que leyeron ahora en el Congreso, después de 50 años, lo que es increíble.

En esta biografía abordo lo que significó eso como gesto y también cuáles fueron las maniobras dentro de la Democracia Cristiana para que esa declaración prosperara. Porque hubo intentos para suavizarla, a petición del presidente Allende, pero no fue posible. Hay testimonios de personalidades de entonces, Eduardo Cerda, secretario general del partido, quien afirma en sus memorias que la DC quería un golpe de Estado y que por eso le impidieron hablar en el Congreso aquella tarde, para intentar suavizar esa declaración.

- El libro aparece en un contexto de distintas publicaciones recientes y ejercicios de memoria que existen en torno a Allende. Uno importante es el Allende de Daniel Mansuy, quien calificó su biografía como una “hagiografía” ¿cuál es el aporte de su libro en este contexto?

- Si bien mi libro es una aportación desde mi punto de vista, que es conocido por todos, está sustentado en fuentes históricas, en discursos, prensa, documentación de archivo… Es una biografía rigurosa, que uno puede discutir en términos historiográficos académicos, pero que -creo yo- no se puede despreciar.

Es cierto que yo tengo una visión positiva hacia el presidente Allende, por supuesto. Me siento allendista, pero eso no quita que yo haya hecho el trabajo necesario para lograr una visión lo más amplia posible. De otro modo bastaría con concatenar una sucesión de adjetivos sobre la figura de Allende, para exaltarlo, pero lo que hice es investigar y buscar opiniones diferentes de autores  respetables, como Joaquín Fermandois o Alejandro San Francisco, personas que están en posiciones antagónicas a las mías. De todos modos no pude incluir la de Mansuy, cuyo trabajo me parece interesante, porque salió después.

"En esta biografía abordo lo que significó como gesto la famosa sesión de la Cámara de Diputados del 22 de agosto del año 73, la que llama al golpe, y también cuáles fueron las maniobras dentro de la Democracia Cristiana para que esa declaración prosperara. Porque hubo intentos para suavizarla, a petición del presidente Allende, pero no fue posible. Hay testimonios de personalidades de entonces, Eduardo Cerda, secretario general del partido, quien afirma en sus memorias que la DC quería un golpe de Estado y que por eso le impidieron hablar en el Congreso aquella tarde, para intentar suavizar esa declaración".

De todos modos, el mío es un trabajo de muchos años en los archivos chilenos y de otros países, como por ejemplo, gracias a un amigo coreano, ahora tengo documentación sobre la visita de Allende a Corea del Norte el año 69, a partir del periódico oficial del país. También fui el historiador que en 2013 dio a conocer el discurso de homenaje a Stalin, junto con otros 34 documentos inéditos. Por primera vez ese discurso se publicó en un libro, y lo hice yo.

Además, es importante decir que hay que incluir todo el contexto, no solo las diferencias en el seno de la Unidad Popular. 

En mi libro está la intervención de la CIA, está el papel de la derecha, está el papel de Patria y Libertad… y también están las discusiones dentro de la Unidad Popular, y -lo señalo- la falta de unidad y cohesión dentro de la izquierda chilena, la que el año 73 alcanza cotas muy críticas, lo que -según digo en el libro- debilitó al presidente y su acción de gobierno. 

Evidentemente mi trabajo se puede contrastar, discutir, debatir, pero lo que yo no creo que se pueda hacer es denigrarlo. Eso no me parece correcto.

Y bueno, la mía es una visión más, la que de todos modos ha provocado que los lectores me hayan enviado, a lo largo de los años, una infinidad de mensajes de agradecimiento por mi trabajo sobre Chile, lo que me conmueve. Sobre todo, en relación a mi biografía de Víctor Jara, lo que para mí es bastante.

- Más allá de las diferencias, es evidente el peso histórico de Allende, ¿cómo lo proyecta hacia el presente?

- Evidentemente la figura de Allende tiene un peso que marca la historia de Chile y que marca la historia de la izquierda chilena. Fue el personaje central de esa izquierda en los años 50, 60 y 70, y evidentemente también lo es en el trauma del golpe de Estado, la derrota del año 73 y luego en lo que vino; una dictadura criminal que intentó exterminar a la izquierda, a socialistas y comunistas, al MIR y otros partidos. De modo que hasta el día de hoy la figura de Allende es una referencia imprescindible.

"Es cierto que yo tengo una visión positiva hacia el presidente Allende, por supuesto. Me siento allendista, pero eso no quita que yo haya hecho el trabajo necesario para lograr una visión lo más amplia posible. De otro modo bastaría con concatenar una sucesión de adjetivos sobre la figura de Allende, para exaltarlo, pero lo que hice es investigar y buscar opiniones diferentes de autores  respetables, como Joaquín Fermandois o Alejandro San Francisco, personas que están en posiciones antagónicas a las mías. De todos modos no pude incluir la de Mansuy, cuyo trabajo me parece interesante, porque salió después".

Entonces, la figura de Allende la tomaría en la actualidad en un sentido positivo. Es decir, Allende como antes Luis Emilio Recabarren y otras figuras históricas, son la continuidad de una línea histórica de la izquierda en Chile que es muy potente, y que tiene que servir para inspirar a la izquierda de hoy en Chile.

Como ha dicho el presidente Gabriel Boric, el Frente Amplio no parte con el triunfo del año 21 frente a José Antonio Kast, sino que pertenece a una larga historia donde muchos actores -que vienen desde el siglo 20, como socialistas y comunistas, y que hoy están en el Gobierno-, acompañan y traen esa historia al presente, donde se integran a actores nuevos en la izquierda, de otra sensibilidad, desde otras tradiciones, jóvenes del siglo 21; ecologistas, feministas, del movimiento LGTBI. En fin, es toda una heterogeneidad que confluye en el actual Gobierno, y es bueno que así sea. 

Entonces, debemos pensar la figura de Allende para que esté presente en los 100 años del golpe, porque vivimos en un mundo muy diferente al de Salvador Allende, donde las grandes utopías que movilizaban a millones hoy ya no lo hacen.

- La pedagogía política en torno a Allende está muy marcada por sus errores, dado el contexto político de hoy y la fuerza de la derecha con que llega a los 50 años, ¿qué opinión le merece esta situación?

- Está bien que se debata en torno a los errores de la UP, pero de eso se habla demasiado, porque los grandes medios de comunicación de Chile son los que respaldan, apoyan y propagan esas tesis que sitúan la culpa histórica en Allende y la de la izquierda. Pero, lo hacen para ocultar la culpa histórica de la derecha golpista, la dirección de la Democracia Cristiana de la época, y la intervención norteamericana.

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Foto de la campaña de Allende.
Foto de la campaña de Allende.

Visto de ese modo, parece que Allende y la UP actuaron en el vacío, en una burbuja, donde se pelearon entre sí, pero esa mirada está obviando el contexto histórico general de la Guerra Fría en Latinoamérica, en la que hay una agresión permanente de la potencia hegemónica, para -en el caso de Chile- acabar con la UP y con Allende, incluso antes de que llegara al Gobierno.

En mi libro están las debilidades y los errores de la UP, pero también están sus logros, de los que -en contrapartida- se habla demasiado poco.

- ¿Cuáles son los grandes logros de la UP?

- Lo primero es haber sido capaz de encabezar un movimiento político y cultural amplísimo, que ganó democráticamente unas elecciones presidenciales. Algo que no pasó antes con un proyecto y un programa socialista y revolucionario. Es algo que no pasó en ningún otro país en el siglo 20.

La UP ganó democráticamente las elecciones, aunque muchos objeten que lo hizo solo con el 37% de los votos. Lo digo porque nadie cuestiona como poco democrático que Jorge Alessandri haya ganado su elección del año 58 con 32%, y que por eso no tuviera derecho a implementar su programa capitalista.

Además, la UP en muy poco tiempo logra conquistas muy importantes como la nacionalización del cobre o la reforma agraria. Es verdad que hubo confusión ahí en cómo se organizaba la reforma agraria, pero se acaba el latifundio, esa propiedad que venía del tiempo de la colonia, con lo que los campesinos de Chile por primera vez, son ciudadanos de la República y no seres que saludan al patrón, sacándose el sombrero e incluso haciendo reverencias.

Otro punto importante es que con Allende hubo una política internacional ejemplar en el mundo de la Guerra Fría, donde Chile se incorpora al Movimiento de Países No Alineados y Allende se convierte en un líder del tercer mundo. Cuando él habla en la UNCTAD, cuando habla en Naciones Unidas, no habla solo como presidente de Chile, sino que habla en nombre de esos países del Sur Global que quieren nacionalizar sus recursos, que quieren respeto y soberanía ante las agresiones que se producen -en el caso de América Latina- por parte de Estados Unidos; en Guatemala el año 54, en Brasil el 64, en República Dominicana en el 65. Por eso lo recibieron con gran reconocimiento en México, Cuba e incluso en Argentina.

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Allende. La biografía (2013)
Allende. La biografía (2013)

También hay políticas muy relevantes, como la del medio litro de leche, o Quimantú, con la que el libro pasó de ser un producto de lujo para las familias trabajadoras chilenas a uno asequible, y donde se distribuyeron obras importantes.

Hubo además avances en la conciencia de los trabajadores. Eso se ve en el paro patronal de octubre, cuando los trabajadores con conciencia patriótica se proponen sostener la economía de Chile frente a esa agresión de los grupos patronales y de la potencia hegemónica. 

Hay una gran cantidad de expresiones de la UP que son muy positivas, que dejaron huella en Chile y en el mundo, que se están recordando estos días.

Eso lo veo claro con un ejemplo; a propósito de las condenas por el asesinato de Víctor Jara, el periódico ABC de Madrid, centenario, monárquico y conservador, dedicó una doble página de su corresponsal en Chile a la condena y me pidieron a mí, además, como autor de la biografía de Víctor, una columna de opinión, sabiendo, como cualquiera que use internet, de qué pie cojeo. Eso lo han hecho en un periódico de derechas, porque hay un señor de izquierdas que ha hecho una biografía que ha sido bien recibida sobre Víctor Jara, a quien le pedimos su opinión sobre el personaje, porque tiene la importancia que tiene. 

Eso no pasa en Chile, donde persiste la hegemonía de los medios que fueron golpistas el año 73 y que están interesados en que no se hable de su papel, por lo que prefieren propagar la tesis que sostienen que Allende y la UP fueron los responsables del golpe.

- ¿Por qué escribe biografías, preferentemente?

"Otro punto importante es que con Allende hubo una política internacional ejemplar en el mundo de la Guerra Fría, donde Chile se incorpora al Movimiento de Países No Alineados y Allende se convierte en un líder del tercer mundo".

- Eso se lo tengo que agradecer a un editor catalán, Ernesto Folch, quien era el responsable editorial de Ediciones B en 2013. Entonces, nos tomamos un café en Madrid y me dio el consejo y lo tomé. En España se vendió bien la biografía de Allende, no fue ningún best seller, pero cumplió en términos de ventas, fue muy bien valorada por historiadores como Paul Preston o Ángel Viñas, y tuvo una buena acogida en la prensa.

Y seguí la línea, ahora, con la biografía de Víctor Jara.

He encontrado yo una veta, ¿no? Y es que creo que todos quienes trabajamos de manera independiente tenemos que tener una cierta especialización o una línea de trabajo que te permita profundizar y aprender. Yo no escribo como escribía hace diez años; espero escribir mejor, evidentemente, pues en diez años haciendo cualquier oficio -haciendo pan, poniendo cafés o pintando cuadros- se aprende y lo haces mejor.

Y además, hago biografías porque tengo que pensar en el público. Yo escribo para el gran público en editoriales muy importantes, con un excelente equipo de trabajo, con profesionales que logran una gran distribución, con un gran impacto en prensa. No me puedo permitir dedicarme a hacer investigaciones académicas. 

Y por último, tengo la suerte de que el oficio de periodista también es el mío, lo que me da la mirada del interés del público; de buscar historias y puntos de vista atractivos, y formas de escribir que mantengan la atención en la lectura, de modo de no caer en relatos áridos. Además, el oficio de periodista no solo me permite escribir más rápido, sino que también me permite no tener miedo a enfrentar los temas, pues siempre nos estamos enfrentando a cosas que no conocemos y que pueden paralizar.

- Freddy Stock también publicó una biografía de Víctor Jara, ¿cómo la tomas?

- Ambos nos hemos mantenido al corriente de nuestros trabajos sobre Víctor. El vino a Madrid hace 15 meses y nos tomamos unas cervezas y ahí le presenté a Pablo Iglesias. En fin, yo me considero amigo de Freddy, quien ha sido muy atento conmigo. Estoy deseando conocer su visión de Víctor Jara, y creo que -junto al mío- pueden ser libros complementarios, como lo es el mío respecto del de Joan Jara, que es imprescindible para acercarse a Víctor.

 - ¿Qué le pareció la sentencia de la Corte Suprema a 50 años de la muerte de Víctor Jara y el suicidio de uno de los de los culpables?

- Por una parte es el final de un camino muy largo, que Joan inició el año 78 con su primera denuncia desde el exilio en Chile y que termina con este epílogo, que habla del deber de la memoria que asumieron los familiares y la Fundación Víctor Jara.

Claro, 50 años es demasiado tiempo, evidentemente las personas condenadas han hecho su vida, han disfrutado de sus amigos, de su familia, han tenido trabajos. Han tenido, imagino, las pensiones del Ejército. Es decir, una vida como la de cualquier ser humano, a pesar de haber sido parte de aquellos hechos ominosos. 

Pero, yo vengo de un país donde hay una impunidad absoluta respecto de los crímenes del franquismo, donde ya quisiéramos que hubiera juicios, aunque no hubiera condenas, porque se investigaría, donde no hay informes Rettig ni memoriales, donde los represores han muerto o morirán en total impunidad, y donde una parte importantísima de la sociedad desprecia la memoria de las víctimas. 

"Yo vengo de un país donde hay una impunidad absoluta respecto de los crímenes del franquismo, donde ya quisiéramos que hubiera juicios, aunque no hubiera condenas, porque se investigaría, donde no hay informes Rettig ni memoriales, donde los represores han muerto o morirán en total impunidad, y donde una parte importantísima de la sociedad desprecia la memoria de las víctimas".

Por lo tanto, yo valoro mucho más lo que han hecho los chilenos, porque quedan para la historia las condenas y los nombres señalados en los archivos judiciales. Y esos son una fuente histórica espectacular.

- ¿Cuál es tu próxima biografía? 

- Gladys Marín. 

Estoy en los archivos de la prensa comunista de la época y tengo casi todos los libros que necesito, pero me falta acudir a documentación de archivo y testimonios, por lo que estoy entrevistando a personas vinculadas a Gladys, sobre todo, durante el periodo de la clandestinidad. 

Será una biografía histórica de más de 500 páginas que publicaré con Ediciones B en un par de años. 

Es un desafío para mí, porque es una persona que yo conocí de cerca, que incluso la acompañé en su campaña presidencial del año 99 y tengo un gran recuerdo de ella.

De todos modos, trabajaré como lo hago siempre, y tendré que explicar qué era ser comunista en Chile cuando Gladys lo fue, el papel suyo en las Juventudes Comunistas, y así respecto de todas las etapas de su vida. Tengo ya una gran cantidad de discursos de ella. 

Espero que sea una biografía que ofrezca una mirada política e histórica de la figura de Gladys, la que ha crecido mucho con el paso de los años, y que atraviesa varios períodos históricos, incluida la UP, el golpe, la clandestinidad, el retorno, la transición, la lucha contra la impunidad. 

- Ella hizo varias premoniciones estando viva.

- Gladys adelantó la rebelión del 2019 contra el neoliberalismo. Ya lo decía en los años 90. 

Su programa del 99 apunta al sentido de ser comunista después de la caída de Unión Soviética, más aún para un partido como el chileno, que había tenido una adhesión incondicional a la Unión Soviética, eso en condiciones en que muchos abandonaban esa causa, incluso algunos partidos tan importantes como el italiano se autodisolvieron. 

Y bueno, hoy los comunistas están en el Gobierno, en un papel importante y tienen un peso político en la sociedad chilena relevante, donde el partido está muy arraigado. Un arraigo que además explica que pudieran sobrevivir a aquella política de la dictadura de exterminio físico, con el terror que significaba poder ayudar a un comunista, lo que no es fácil de imaginar, aunque lo podamos contar con palabras dramáticas.

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“Así yo distingo dicha de quebranto Los dos materiales, que forman mi canto Y el canto de ustedes que es el mismo canto Y el canto de todos que es mi propio canto”

Que errores de Allende, como se nota que no vivieron en esa época. No justifico la brutalidad aberrante de los cercanos a Pinochet o de él mismo influenciado por Lucia, pero la situación era un caos y una corrupcion indescriptibles. Quizás Allende tenía buenas intenciones, pero los que lo rodeaban eran delincuentes por decir una palabra suave. Ahora va derechito para allá, Boric no tiene gente. El primero que llega, lo único que quiere es forrarse y encontrar el subterfugio legal para ello, tal como en aquellos tiempos. La actual situación es realmente complicada, no es llegar y opinar, sin haber vivido en esa época

Que horrible que se pretenda culpar al gobierno de Salvador Allende, la Unidad Popular y al pueblo del golpe de estado fascista ordenado por Estados Unidos y la derecha. Para quienes vivimos esa época no se nos podrá olvidar los cambios favorables que tuvo la gente común y corriente. Sueldos dignos, escuela garantizada para todos, medio litro de leche, y un largo etcetera de mejoras en el diario vivir. Algunos pretenden igualar el gobierno corrupto, asesino, violador de derechos y ladrón del gobierno digno de Salvador Allende. Que hubieron errores? seguro, pero jamás se violaron los derechos humanos. Los que trabajaban a favor del gobierno en su gran mayoria estaba a favor de los cambios. Que hubiera algunos casos de corrupción o robos, hasta ahora a pesar de todos los esfuerzos de la derecha y sus medios de desinformación no han encontrado NADA. Este mal llegó al país con la dictadura fascista y sus "socios civiles", con ellos se inició el verdadero saqueo y robo del país. A pesar hoy de vivir una época oscura para la humanidad donde las fuerzas ultras imponen su "verdad" más temprano que tarde se impondra la VERDAD.

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